reflexionando en frío / OPINIÓN

Broncano invita a Puig a La Resistencia

23/04/2024 - 

Estábamos hablando en una tertulia televisiva sobre un escándalo que afectaba a un cargo del Partido Popular, y en cuanto uno de mis interlocutores intervino, en lugar de condenar los hechos puestos sobre la mesa encendió el ventilador y empezó a acusar a José Luis Ábalos de acudir borracho al ministerio cuando todavía era un fiel secuaz de Pedro Sánchez; siempre me ha hecho mucha gracia la distorsión de la culpa proyectando la frustración en los que no son de nuestra cuerda, buscando una especie de amnistía colateral ante el delito de los demás. Es como si la superioridad moral que los nichos ideológicos presumen atesorar tuviera un efecto de inmunización frente a los vicios propios del ser humano.

Uno de los debates que en nuestra tierra está cogiendo más fuerza está relacionado con las presuntas subvenciones que el hermano de Ximo Puig cobró cuando el PSOE gobernaba la Generalitat Valenciana. Francis se benefició de 170.000 euros en ayudas, un dineral que ahora el Partido Popular solicita que se devuelva anulando las respectivas prescripciones. Se rasgan las vestiduras focalizando el ansía de recibir dinero de lo público en el hermano de sangre del ex President. Se afanan en instituir comisiones de investigación para esclarecer la concesión de las ayudas. Ojalá hicieran lo propio con todas y cada uno de los balones de oxígeno con los que el Estado mantiene en una nube a asociaciones y diferentes personalidades jurídicas que en realidad no deberían haber recibido ningún tipo de auxilio. Llevamos años abordando el debate de las subvenciones, la barra libre con la que la administración emborracha a la ciudadanía hasta sumir al sistema en un coma etílico que lo evoca al colapso; no saben poner coto a una estructura subvencionada que concede ayudas a fondo perdido. Se habla de los préstamos sin intereses y sin retorno a Francis Puig, pero no comentamos la cantidad de entidades que reciben algún tipo de dopaje financiero sin que su labor sea de verdad útil para la sociedad; tenemos viviendo de las subvenciones a asociaciones de lo más peculiares que en la práctica únicamente se dedican a debatir de lo humano y lo divino. Pero aquí sólo nos importa lo que se haya llevado la persona que nos interesa destripar para sacar beneficio político.    

En la esfera nacional todavía pican, se están frotando los ojos algunos por la pasta que se va a embolsar David Broncano por traer La Resistencia a TVE. 28 millones de euros que han escocido, y por los que un sector de la población ha puesto el grito en el cielo sacando a relucir las demagogias propias en asuntos monetarios; tajantemente, destacaban que si se pagaba tanto dinero al presentador no se iba a poder usar ese presupuesto para otras cosas mucho más importantes como la sanidad. Con todo el gasto superfluo que tiene que aguantar nuestro sistema y por la nimiedad relativa que supone el contrato millonario de Broncano se produce una revuelta nacional. Que sí, que podríamos entrar a valorar que a los gestores de la televisión pública les han tangado, y que no deja de ser sospechosa esa cláusula que la productora del formato haya obligado a la cadena a mantener el programa 18 meses mínimo si no cumple los índices de audiencia, pero no me deja de causar perplejidad que nos pongamos así por un asunto baladí en comparación con el sistema de bienestar político en el que vivimos en España. Me hace gracia observar a dirigentes sacar el hacha de guerra por el fichaje estrella de la 1 mientras salen al campo de batalla mediático respaldados por los asesores y cargos que han enchufado. Se quejan de lo que cuesta esto y lo otro, pero parece que colocar a todos sus amigos en ayuntamientos ha salido gratis. El dinero público no es de nadie hasta que lo tocan los otros.

Francis Puig será el primer invitado de David Broncano en su nuevo programa, lo malo es que no le podrá preguntar cuánto dinero tiene en el banco porque ese dato es de dominio público.       

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