CASTELLÓ (EFE). La próxima campaña electoral en España estará llena de "candidatos 2.0" basados en estrategias digitales y redes sociales que deberán pisar más la calle, mostrarse más cercanos que nunca al electorado y saber que serán sometidos a un minucioso escrutinio de imagen como si de un casting se tratara. Así lo asevera a Efe la investigadora y doctora en Comunicación por la Universitat Jaume I de Castelló Nadia Viounnikoff-Benet, cuya tesis doctoral ha sido nominada a mejor investigación del año en los Victory Awards 2018 de la Washington Academy of Political Arts & Ciences, en la Universidad de Georgetown.
Esa tesis, Narrativa visual y liderazgo político en campaña electoral, es la base del libro que le ha publicado la editorial UOC con el título La imagen del candidato en la era digital. Cómo gestionar la escenografía política. "Vivimos en campaña permanente, en cuanto a la imagen también", señala para advertir de que por ello "no se puede gobernar solo desde tu despacho y tener contacto en la gente únicamente durante la campaña electoral: debes tener un conocimiento alto en tu zona geográfica y procurar que la gente se cree una imagen de ti durante los cuatro años" de una legislatura.
Fue ahí, asegura, donde falló el expresidente del Gobierno Mariano Rajoy en las elecciones de 2016, pues antes del periodo electoral "no se había tomado tantas cervezas ni se había acercado tanto a la gente nunca", pero "tenía una imagen de no ser cercano y no generaba empatía". "Pese a que la campaña fue muy buena, (Rajoy) solo lo hizo en quince días" y "ahí puedes convencer a un margen pequeño", pero es necesario "trasladarlo a toda la legislatura y demostrar que eres capaz de acercarte a la gente y hacer relaciones públicas", añade.
Ante el 28A, Viounnikoff-Benet explica que la campaña electoral es "la gran batalla comunicacional" donde los candidatos afrontan un reto mayor: "Ahora el margen de voto que se decide a última hora es muy alto, por lo que hay planificar todo al milímetro, qué va a salir en los medios y cómo lo va a ver la gente". Actualmente "vivimos en un casting, los ciudadanos somos el jurado y los candidatos se ponen delante de la tele y los valoramos", revela.
Y en este escenario, el "candidato 2.0" ideal es aquel que tenga "buena telegenia, buena oratoria y saber empatizar", además de estar bien asesorado, por lo que recomienda a los aspirantes que "pisen la calle y no le tengan miedo al ciudadano".
Entre los principales candidatos, Pedro Sánchez (PSOE), Pablo Casado (PP), Albert Rivera (Ciudadanos), Pablo Iglesias (Unidas Podemos) y Santiago Abascal (Vox), admite que quien más destaca a la hora de explotar su imagen es este último.
La investigadora advierte de que la imagen de Vox es la que más se ha adaptado a la era digital, ya que "salen a la calle, se dejan ver en mercados, en plazas de toros y mítines llenos en los que todo está planificado". En su reciente visita a las Fiestas de la Magdalena de Castellón, Abascal fue a los toros (como en Fallas), visitó a pie de calle las gaiatas y sirvió paella en la calle en el puesto de un conocido restaurante en el centro de la ciudad.
En cuanto a la imagen que transmiten, Iglesias no sigue el estándar de persona presidenciable, por lo que según la doctora "estaría en un extremo"; en medio se situarían Rivera, Abascal y Sánchez, y Casado estaría en el otro porque "está forzando tanto la imagen de presidenciable que destruye un poco su baza de la juventud; está demasiado encorsetado y con imagen de persona mayor".
A su juicio, "se tiende a pensar que la gestión de la imagen es una cuestión de apariencia más adecuada para cuando no se tiene nada que decir, pero la realidad dicta que es una necesidad de la nueva era digital y que ha venido para quedarse". Y eso, vaticina, implica que "los últimos políticos en adaptarse serán los que más sufrirán los efectos positivos de la buena escenografía política en sus adversarios".