CASTELLÓ. Un total de 44 personas de diversas nacionalidades han participado en el Proyecto Accede, financiado con fondos europeos, llevado a cabo por Cáritas Diocesana de Segorbe-Castellón, cuyo principal objetivo ha sido contribuir a que las personas y familias vivan con dignidad. De una primera evaluación, se desprende que este proyecto ha servido para que las personas participantes hayan mejorado sus vínculos sociales y para dignificar las ayudas económicas a las que tienen derecho.
Cáritas Diocesana de Segorbe-Castellón ha impulsado este proyecto piloto, realizado en Cáritas Parroquial de El Salvador de Castellón, en el que han participado un total de 44 personas, correspondientes a 30 hogares y con 97 beneficiarios. El 66% han sido mujeres y ha habido una alta representación de ciudadanos de diferentes nacionalidades, tanto de origen español como de países extracomunitarios.
Las personas participantes destacan que este proyecto les ha sido de “gran ayuda”, laboral y económicamente y, también, emocionalmente. Asimismo, indican que les ha ayudado para encontrar empleo, para valorar las tarjetas de alimentación que les permiten escoger lo que quieren comprar o para aprender a realizar gestiones digitales en las diversas administraciones. En todos los casos, subrayan que el proyecto les ha servido para integrarse, compartir y sentirse parte de una gran familia.
El Proyecto Accede es un proyecto piloto financiado con fondos europeos Next Generation EU con una duración total de 24 meses, desarrollado en 18 Cáritas Diocesanas de toda España, entre ellas la de Segorbe-Castellón, con el fin de mejorar la vida de las personas en diferentes ámbitos.
En este sentido, su objetivo ha sido contribuir a que las personas y familias vivan con dignidad, accediendo a servicios a los que tienen derecho, contando con redes de apoyo y facilitando su integración sociolaboral.
Como explican Amany Taimur y María López, responsables del Proyecto Accede, esta iniciativa, cuyo objetivo ha sido mejorar la vida de las personas en diferentes ámbitos, ha girado en torno a tres ejes, priorizando, el primero de ellos, la mejora económica y la empleabilidad.
El segundo eje del proyecto se ha centrado en el acceso a bienes y servicios, incidiendo en los derechos que las personas poseen sobre prestaciones sociales. Y el tercer eje ha fomentado la participación y el ámbito relacional.
Durante el desarrollo del proyecto, se ha acompañado de forma integral a las personas, se han realizado formaciones relacionadas con el ámbito digital y se han ofrecido oportunidades de vínculos sociales donde las personas participantes propusieron actividades, espacios de encuentro y salidas culturales y de ocio, en las que se fomentaron vínculos y se compartieron experiencias de vida.
Tras haber finalizado el periodo de intervención, se evalúa cómo se ha desarrollado el proyecto, qué aprendizajes se han obtenido y qué impacto ha tenido esta iniciativa en las vidas de las personas. Actualmente, el proyecto se encuentra en la fase de evaluación y, de momento, se puede intuir que las mejoras que ha hecho posible se concentran en el eje relacional y en la dignificación de las ayudas económicas.