CASTELLÓ. 720tec, la firma castellonense de ingeniería tecnológica para empresas, celebra sus diez años de evolución. Desde el inicio de su andadura con una plantilla de seis personas, hasta los 34 profesionales que integran hoy el equipo. De los 30 metros cuadrados de su primera sede en el CEEI, a los 400 que ocupan desde hace año y medio sus actuales instalaciones en Boera Park en Castelló. Una evolución que plasma también su área de negocio. Centrada en la oferta de infraestructuras relacionadas con las tecnologías de la información, servicios profesionales, servicios de correo y computación, y soporte logístico para la industria, 720tec ha ampliado su enfoque hacia la Inteligencia Artificial (IA) y la seguridad, sectores en los que ya está asentada y en los que cuenta con productos en fase de despliegue con los que espera posicionarse como referente.
“Hemos logrado un crecimiento controlado y sostenido. Aspirábamos a esto, pero no imaginábamos que el camino sería tan divertido; estamos realmente satisfechos con los resultados”, reconoce Alfredo Cadroy, uno de los socios fundadores y codirector de la firma junto a José Manuel Borrego.
El logo de 720tec evoca el leitmotiv de la empresa, esa doble vuelta a la circunferencia (360x2) que plasma su 720 inicial y el doble lazo que lo arropa, y que implica “no dar por sentada una única solución, sino ir más allá, buscar esa doble vuelta, reflexionando junto al cliente sobre la opción más adecuada para aterrizar sus retos; él los plantea y 720tec los lleva al terreno de la tecnología, asesorándole y acompañándole en el proceso, con el foco puesto en la optimización de sus resultados”, añade Cadroy.
“La tecnología es prioritaria para las empresas, también la seguridad ligada a ella; es una inversión que no puede esperar a mañana, una garantía de futuro, y cada vez las compañías son más conscientes”, indica por su parte José Manuel Borrego. Esta realidad ha avalado el crecimiento de 720tec. También su apuesta por la diversificación y apertura a nuevos mercados, con las provincias de Castellón y Valencia como ejes, pero cada vez con más presencia en otros puntos de la geografía española.
Aunque una parte significativa de su facturación viene de la industria azulejera por la proximidad, su estrategia de diversificación sectorial y geográfica le ha llevado a ir ganando peso dentro del sector portuario, la administración pública y el sector alimentario. Gracias a ello ha fijado bases sólidas que sustentan su crecimiento, fortalecen su posición financiera y refuerzan su músculo técnico.
En sus inicios, además de ofrecer soporte para tecnologías de la información, la firma comenzó a desarrollar aplicaciones propietarias para ofrecer servicios avanzados, destinados a apoyar la actividad logística implementando tecnologías fiables para infraestructuras inalámbricas en grandes campas, así como equipamiento embarcado en vehículos industriales, como carretillas y grúas. Estas soluciones se desplegaron en grandes centros logísticos del sector azulejero y terminales portuarias de contenedores. “Ahí empezamos a tejer lazos con el sector portuario”, explica Borrego.
Tras especializarse en el transporte de datos mediante la gestión de grandes infraestructuras de comunicaciones, surgió de manera natural la necesidad de tratarlos, almacenarlos y asegurarlos. Así, su oferta de soluciones de computación en la nube, almacenamiento y estrategias ante desastres fue creciendo, ampliando el abanico de propuestas y consolidando la compañía en el sector de los servicios tecnológicos dirigidos a medianas y grandes empresas.
Fruto de esas nuevas capacidades, 720tec comenzó a incorporar a su equipo personal de desarrollo para diseñar y crear productos propios para crear soluciones mediante integraciones de hardware y software encapsuladas en servicios. Un ejemplo son las soluciones personalizables de sistemas de pesaje automático de camiones desplegados en azulejeras y puertos. “Diseñamos, desarrollamos, instalamos y mantenemos sistemas autónomos que interactúan con los camioneros sin necesidad de operarios, optimizando y acelerando los procesos de entrada y salida de cada transporte”, explican.
Continuando con esta dinámica de innovación, la compañía se ha fijado como reto más inmediato seguir avanzando en el campo de la IA y la visión artificial. 720tec está inmersa desde hace dos años y medio en la creación de tecnología base y desplegando varios proyectos con el objetivo de posicionarse como referente. Estas nuevas tecnologías incorporan “capacidades hasta ahora inimaginables” como la sensorización blanda mediante visión artificial para la generación de gemelos digitales, así como la capacidad de la IA generativa en el análisis de datos y la predicción a futuro. Actualmente, estas tecnologías ya están en despliegue en terminales de contenedores, sumando nuevos sistemas de verificación de la carga que evitan errores y aumentan el margen de competitividad del cliente al reducir costes. “En ello estamos”, corroboran desde 720tec, “dándole dos vueltas”.
La seguridad es un “vector fundamental y transversal en todas nuestras actividades. Una necesidad esencial que integramos en nuestra operativa y soluciones”, indican. 720tec adapta sus estrategias de seguridad al proyecto y presupuesto del cliente, alineándolas con la realidad de su negocio. “Nuestra visión de la seguridad está profundamente conectada con el negocio, diferenciándonos de otras compañías que se centran únicamente en la seguridad”, apostillan desde la directiva.
Esta trayectoria no sería posible sin el talento que aglutina el equipo de profesionales de la compañía, con un elevado perfil técnico. Más del 65% de la plantilla proviene de la cantera de la Universitat Jaume I de Castelló, que ha formado y proporcionado nuevos talentos “para llegar hasta donde estamos hoy”. “Nuestro objetivo es retener ese talento, y por eso ponemos el foco en la mejora de las condiciones laborales, del entorno de trabajo y los horarios”, destaca José Manuel Borrego. Todo esto, coincide Alfredo Cadroy, para seguir vertebrando, diez años después, una compañía “muy horizontal” y “cercana” al cliente, que proyecta, por encima de todo, un estilo de vida.