VALÈNCIA. El primer juicio por presunto amaño deportivo, el que enjuiciaba la supuesta compra del partido disputado en 2011 entre el Levante UD y el Real Zaragoza ha terminado en absolución de los jugadores, y la condena del expresidente de Zaragoza Agapito Iglesias y del consejero Francisco Javier Porquera a un año y tres meses de prisión por falsedad documental. Pese a las más de tres horas y media que estuvo el fiscal Anticorrupción explicando la supuesta mecánica del amaño, el magistrado del Juzgado de Lo Penal Número 7 de València ha optado por creer la versión de los jugadores y del club maño.
La sentencia basa toda la condena en el expresidente y exdirector financiero de Zaragoza. Dice el magistrado que las salidas de dinero del club se hicieron para sacar de las arcas importes que no hubieran podido sustraer con el concurso de acreedores que presentaron una semana después del famoso encuentro.
Explica en los hechos probados que desde el Real Zaragoza se realizaron diversas transferencias de dinero a varios jugadores del equipo. Se hicieron tres transferencias por valor de 195.000, 55.000 y 190.000 euros, que fueron extraídas por los destinatarios del dinero. Además, el club maño sacó en efectivo de las cuentas 765.000 euros que pagó como “primas a jugadores”.
El fallo pone la X en el expresidente del club Agapito Iglesias y el exdirector financiero, Javier Porquera, pues según el magistrado, realizaron esas extracciones para sacar el dinero antes de presentar el concurso de acreedores del club, que se materializó una semana después del partido contra el levante.
Dice el juez que, “para justificar ante la administración concursar, el juzgado de lo mercantil, la Agencia Tributaria, y los demás acreedores las referidas salidas de dinero en efectivo de la caja del Zaragoza, tanto los pagos efectuados telemáticamente por Porquera, 965.000 euros, como las salidas en efectivo de 765.000, supuestamente abonadas en efectivo a los jugadores y al entrenador, puestos de acuerdo y a sabiendas de su irrealidad, acordaron que se contabilizaran mendezmente dichas disposiciones como si se tratara del pago a los jugadores en una prima especial por permanencia en la primera división, y que se confeccionaran nóminas que las justificaran documentalmente”.
Y añade que, al “objeto de camuflar dichas salidas de efectivo” ante la inminencia del concurso de acreedores, “y con la sola finalidad de justificar contablemente”, y ante la masa concursal, “el detrimento de fondos del Zaragoza”, se “confecciónó” por parte de Porquera, un documento en el que se decía que “tal suma había sido distribuida en efectivo entre los componentes de la plantilla” por haber obtenido la permanencia, por un importe total de 727.120 euros. Un documento que firmó el entonces capitán Gabi. Las nóminas “fueron creadas con el ánimo de ocultar el verdadero destino del dinero”.
El encuentro enjuiciado es el que disputaron en la última jornada de la campaña 2010-11 en el Ciutat de València entre un Levante que ya había conseguido la salvación matemática y un Zaragoza que necesitaba ganar para no depender de otros resultados para hacerlo. El encuentro acabó 1-2.
El juicio arrancó el 3 de septiembre y quedó visto para sentencia el 18 de octubre con un total de 42 acusados, de los cuales 41 son personas físicas, la gran mayoría futbolistas, y el Zaragoza como entidad jurídica.