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la startup que lanzó el producto, liquidada

Adiós a 'Skuty One', el ciclomotor eléctrico 'made in Alicante' que se anticipó a las tendencias de movilidad

11/08/2019 - 

ALICANTE. Hay proyectos visionarios que nacen antes de tiempo. Y eso lo es que ha pasado a Skuty One, el ciclomotor eléctrico diseñado por antiguos alumnos de Fundesem, en Alicante, y cuya empresa, Electric Mobility Company, ha quedado liquidada este mes de julio. La mayoría de los promotores coinciden que ese proyecto, que fue presentado en sociedad en 2012, nació de manera prematura, pues con las tendencias de movilidad actuales, con el moto sharing instalado en la mayoría de las grandes capitales de España o el empuje de las e-bikes o de los patinetes eléctricos urbanos, podría haber corrido otra suerte.

La Skuty One lo tenía todo para haber triunfado: era una mezcla entre bicicleta eléctrica y moto, pero sin pedales para convertirse en una solución de movilidad urbana, de trayectos cortos. Con un diseño muy cuidado,contaba con un asiento invertido y angulado para facilitar la posición a personas de diferentes alturas. Contaba con la tecnología FASB (Fully Assisted Bike). El motor estaba alojado en la rueda trasera y una batería integrada en el chasis, con una imagen a medio camino entre un scooter y una bicicleta.

De 45 kilos de peso, disponía de un motor eléctrico de 1.500W, con una autonomía estimada de unos 100 kilómetros con una velocidad máxima de 45 km/h, que requería de dos hora para una recarga completa.  Además, una de las particularidades del cliclomotor era que contaba con sujeción para nuestro smartphone y una aplicación de móvil, incluso que en su momento fue integrada en el sistema de Apple.

Fue el primer vehículo eléctrico controlado por un iPhone. "Está integrado con el móvil y a través de una app permite encender y apagar la moto desde el móvil o poner un código de seguridad para arrancar el vehículo", explicaba del CEO de la compañía, Carlos Felipe, en su momento. A través de ella, el usuario también es capaz de controlar parámetros como el límite máximo de velocidad, o incluso la curva de potencia, pudiendo elegir una aceleración suave, un modo ECO que ahorre batería o una experiencia más enérgica. 

Electric Mobility Company SL nació en agosto de 2012 y sus fundadores fueron Miguel Ángel Garrido, Rafael Cerdán Miralles, Juan Carlos Requena, Heriberto Maestre, Ricardo Ortiz, Emilio Pastor Barrachina y Carlos Felipe. A lo largo de 2013, la empresa realizó dos ampliaciones de capital. Y un año más tarde, se produjo la entrada del fondo de inversión Next Capital -tenía el 25% de Electric Mobility-, lanzado hace una década por la escuela de negocios Fundesem y varios inversores privados. El obietivo de la entrada del nuevo socio era profesionalizar más el proceso de promoción y comercialización del producto.

Con Next Capital, Electric Mobility lanzó su campaña de lanzamiento por Europa. La fábrica se había instalado en Castalla y el propósito era producir 3.000 unidades al año. Como publicara Valencia Plaza en su momento, el canal de venta era internet, algo que dificultaba su comercialización debido a que se trataba de un producto que el potencial cliente quería probar. La venta comenzó en España, pero se desplegó con Holanda, Bélgica, Francia y Gran Bretaña. Cada unida costaba 2.8000 euros.

Dos años después, los resultados no fueron los esperados. Next Capital salió de la sociedad y el 17 de octubre de 2018 la empresa se declaró en concurso de acreedores. En enero comenzó el proceso de disolución, que ha sido declarado firme el pasado 5 de agosto de este año. En su informe de cuentas de 2016, la situación de la empresa se resumía de la siguiente manera: "Al 31 de diciembre de 2016 la sociedad presenta pérdidas acumuladas por importe de 561.381 euros, al no haberse podido alcanzar los ingresos previstos para el ejercicio 2016 por la dificultad que supone estimar los mismos en las fases de introducción comercial del proyecto empresarial".

Y ese ha sido el final de un proyecto de un grupo de amigos, que quizás fueron visionarios en el diseño del producto, pero que el mercado todavía no estaba preparado para su aceptación, algo que sí que se ha producido años después. 

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