A la andaluza: Bonig (PP) sería presidenta con el apoyo de Cs y Vox gracias a la debacle de Podem

CASTELLÓN. La nube de amenaza que la izquierda valenciana veía asomar en el horizonte tras las elecciones andaluzas ha cobrado forma de una manera inusitadamente rápida y real. Así, el PPCV que lidera Isabel Bonig perdería hoy varios escaños pero estaría en disposición de ser presidenta de la Generalitat si alcanzara un pacto con Ciudadanos y Vox, que irrumpiría con gran fuerza en Les Corts Valencianes.

Esto es lo que refleja el sondeo de la consultora SyM Consulting realizado para Castellón Plaza entre el 22 y el 24 de enero con un total de 1.545 encuestas válidas y un margen de error máximo del 2,49% (ver ficha técnica abajo). Un estudio que evidencia cómo el seísmo político acaecido en Andalucía –gobierno del PP apoyado por Cs y Vox– alcanzaría en su réplica a la Comunitat pese a las evidentes diferencias entre ambas autonomías. 

Profundizando en el sondeo, aparte del factor determinante de la irrupción de Vox con una representación superior a la de Ciudadanos, resulta fundamental para la derrota del bloque de izquierdas la debacle de Podemos, que pasaría de 13 diputados a tan solo cinco escaños (6,26%), pasando sin demasiada holgura la barrera electoral del 5%. Conviene puntualizar, no obstante, que en esta encuesta no se ha preguntado por una hipotética alianza de la formación morada con Esquerra Unida dado que, en el momento de realización de la encuesta –algo que no ha variado– el acuerdo sigue sin producirse y no hay avance destacado de las negociaciones. A ello hay que sumar que la muestra se realizó justo después de la crisis abierta en Podemos por el portazo de Íñigo Errejón.

A tenor de esta encuesta, una de las esperanzas del Botànic sería que esta alianza se produjera y permitiera un incremento de los escaños necesarios para una mayoría de izquierdas, dado que tampoco parece posible que EU pudiera entrar puesto que el sondeo solo le otorga un 2,23% de los votos.

De esta manera, al bloque de derechas solo le quedaría repartirse el botín. El PPCV de Bonig perdería cinco puntos y pasaría de los 31 escaños de 2015 a la horquilla 23-24: un resultado discreto pero suficiente para que formación popular recuperara la Generalitat tan solo cuatro años después de perderla. 

Eso sí, para ello necesitaría el apoyo de Vox y de Ciudadanos. La fuerza de extrema derecha irrumpiría con fuerza en Les Corts con un 13% y entre 14 y 15 diputados. Una entrada que incluso le pondría por delante nada más y nada menos que de Ciudadanos, que sufriría un estancamiento con el 12,7% de los votos y una horquilla de entre 12 y 15 escaños. Con estas proyecciones, no hay otra combinación clara más allá de un pacto entre las fuerzas del bloque de derechas.

Y es que el Botànic no despega. El PSPV, con el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, a la cabeza calcaría los resultados de 2015. Un apoyo del 20,6% para los mismos 23 escaños que tiene ahora en Les Corts, un balance insuficiente tras haber logrado regresar al Palau desalojando al PP tras 20 años de gobierno. En situación similar se quedaría Compromís, con una tímida subida hasta el 19,8% del respaldo y quizá un escaño más (19-20) de lo logrado en la pasada cita electoral. Una previsión que refleja la incapacidad de los dos partidos que integran el Consell para recoger lo que perdería Podem.

Castellón: bastión socialista y Vox tercera fuerza

Uno de los pocos motivos de alegría para Ximo Puig sería el aumento de un escaño en su provincia hasta los siete diputados, convirtiéndose en primera fuerza política frente a un PP que se desinfla hasta los seis parlamentarios. De nuevo Vox sorprende con una proyección de entre 4 y 5 diputados mientras que Compromís y Ciudadanos repetirían resultados y perdería dos diputados.

Valencia: Compromís arrasa y se sitúa como primera fuerza

En cuanto a la distribución provincial, Compromís consolidaría y aumentaría su posición en Valencia, elevándose a los 12 diputados con casi cuatro puntos de ascenso. El PP perdería entre tres y cuatro escaños sumando entre ocho y nueve mientras que los socialistas calcarían sus ocho representantes de 2015. Vox irrumpiría como cuarta fuerza política con cinco parlamentarios por delante de Ciudadanos, con una horquilla de 4-5, mientras que Podem perdería tres hasta quedarse en dos escaños.

Alicante: solo Cs sube al margen de Vox

La fuerte entrada de Vox con cinco diputados marca los resultados en esta provincia. El PP se mantendría como primera fuerza con una pérdida de dos representantes y el PSPV como segunda con un escaño menos. Ciudadanos subiría entre uno y dos y Compromís podría perder uno mientras Podem caería otros tres.

Transferencias: Vox se nutre masivamente del votante del PP

Respecto a los movimientos del electorado entre las distintas fuerzas respecto al voto ejercido en 2015 y el que depositarían ahora en las urnas, se constata que el alimento de Vox llega a través de votantes del PP (61%) y también en cierta medida de los electores de Ciudadanos (10,4%). No obstante, recogen además en pequeñas porciones los sufragios de personas que votaron al PSOE (5,7%), Podem (5,7%), Compromís (4,7%) y Esquerra Unida (4,7%).

Ciudadanos es el otro partido que recoge un apoyo más transversal al sumar votantes de 2015 del PP (17,9%), PSOE (16,8%) y en menor medida de Compromís (5,3%) y de Podem (5,3%). Así, solo el 54,7% de los que votarían a la formación naranja ya lo hicieron en 2015. 

En cuanto al resto de fuerzas, pocas sorpresas respecto a de dónde vienen sus votos. El 86% de los que hoy apoyarían al PP ya lo hicieron en 2015; el 80% de los que respaldaron a los socialistas ya apostaron por ellos en los pasados comicios, el 86% de los que aseguran que se inclinarán por Podem ya lo hicieron en 2015 y el 74% de los que dicen que votarán a Compromís seguirán fieles respecto a los pasados comicios.