MADRID (EFE/Matilde Martínez). Analistas y expertos económicos aún mantienen la esperanza de que Estados Unidos y China alcancen un acuerdo que evite una guerra comercial que podría lastrar la economía mundial, si bien algunos muestran también su desconcierto ante la escalada de la tensión propiciada por el Gobierno de Donald Trump.
El profesor de la escuela de negocios ESADE Robert Tornadell ha asegurado a Efe que la política estadounidense es "desconcertante y contradictoria" y no se ha atrevido a augurar cuáles serán los siguientes pasos de ambos países, si bien el hecho de que las bolsas europeas y el Eurostoxx 50 se mantengan en positivo hacen presagiar un acuerdo.
Fuentes de la aseguradora de crédito comercial Solunion han explicado a Efe que, mientras se sigue a la espera de cerrarse un acuerdo, los datos comerciales en todo el mundo ya están dando signos de debilidad, con cifras decepcionantes en marzo para muchas de las principales economías impulsadas por las exportaciones, como Corea del Sur, Japón o Singapur.
"Además de los aranceles, la incertidumbre está actuando como un obstáculo para el comercio, ya que las empresas están retrasando la inversión y los nuevos pedidos", ha explicado Solunion, que considera que China probablemente adoptará medidas de represalia, con "nuevas oleadas de aranceles o patriotismo económico".
La firma calcula que el incremento del 10% al 25% de los aranceles estadounidenses a las importaciones de unos 5.000 productos chinas, que suponen un coste de unos 200.000 millones de dólares, pueden restar 0,5 puntos porcentuales al crecimiento mundial y 2 puntos porcentuales al crecimiento del comercio mundial en los próximos dos años.
Para España se prevé un impacto mínimo en el crecimiento de su PIB, que restaría 0,04 puntos, lejos de las dos décimas que podría perder la economía de Alemania.
El servicio de análisis del banco ING, en un nota publicada este viernes, ha asegurado que la "situación puede empeorar antes de mejorar" y también augura represalias por parte de China ante la subida arancelaria.
El banco ha considerado que los exportadores europeos de maquinaria o del sector químico podrían verse beneficiados por esta situación, pero al mismo tiempo ha alertado de que el comercio europeo se puede ver perjudicado en general por una caída de la demanda por parte de EEUU y China.
ING ha recordado que EEUU también podría materializar sus amenazas de imponer aranceles a las importaciones de vehículos europeos, si bien cree que esta decisión aún va a demorarse.
El Banco de España publicó este jueves un artículo sobre el impacto del proteccionismo sobre la Unión Europea, en el que avisa de que la posible imposición de barreras arancelarias al sector del automóvil por parte de EEUU podría afectar "severamente" a algunos países del área como Austria, Alemania y Hungría.
La gestora de fondos del banco suizo UBS, en otra nota publicada hoy, sigue apostando por un acuerdo entre ambas potencias "porque son las primeras interesadas" y ha afirmado que en el mercado se especula con la posibilidad de que la subida arancelaria sea una estrategia de Trump para utilizarla en su beneficio en las etapas finales de la negociación.
"Nuestra apuesta sigue siendo que habrá un acuerdo comercial negociado y que la probabilidad de una guerra comercial en toda regla es baja", añade la nota.