MADRID (EP). El tenista español Pablo Carreño encajó una dura derrota (6-7(3, 7-6(4), 6-1) ante Guido Pella este viernes en el inicio de la serie de cuartos de final de la Copa Davis contra Argentina, un 0-1 en contra que obliga a la remontada de España, en el punto a continuación de Rafa Nadal y después del dobles, para aspirar a las semifinales en Madrid.
La jornada en la Manolo Santana comenzó con un sentido minuto de silencio, por la muerte del padre de Roberto Bautista, cuyo hueco ausente respetaron sus compañeros en la formación para los himnos. La triste ausencia del de Castellón obligó al paso al frente de Carreño, para hacer su debut en esta nueva Davis ya en los cruces.
El asturiano entró como si llevara toda la semana jugando las Finales de Madrid o incluso el mes que llevaba inactivo sin torneos, desde que se retirara en Viena por el mal de las lesiones de esta temporada. La lucha por la Ensaladera le dio la opción del broche dorado al curso y Carreño recogió el guante con cuentas pendientes con el torneo sin poder culminar.
La Davis volvió a deparar un mal trago para el actual número 27 del mundo, como en sus dos últimos partidos con derrota aunque fuera decisivo hace dos años contra Croacia. Pella provocó el derrumbe del español y Argentina tendrá la opción de semifinales a continuación con Diego Schwartzman ante Nadal. El inicio de Carreño prometía para la 'Armada', con un gran saque y dominio desde el fondo de la pista.
Pella despertó y salvó una bola de set, con tres juegos seguidos para llegar al 'tie-break'. El saque le abandonó entonces y el asturiano salvó el primer momento delicado para ponerse por delante mientras Pella reventaba la raqueta de rabia. En el segundo set, el americano se mantuvo al acecho y rompió en cuanto dio respiro el saque de Carreño y olió la sangre, con una grada repartida.
Al argentino de nuevo le falló el saque en momento clave y el español salvó tres bolas de set, pero en otra muerte súbita forzó el tercer parcial. Un derrumbe físico y moral de Carreño encumbró a Pella con un 6-1, y tras casi tres horas permitió a Argentina soñar con la campanada y la revancha, tras cuatro derrotas ante los españoles en especial las finales de 2008 y 2011.