VALÈNCIA. En el listado de tareas pendientes importantes para la dirección nacional de Ciudadanos seguramente no se encuentre nombrar a un nuevo coordinador autonómico en la Comunitat Valenciana, un puesto vacante desde que Toni Cantó dejó todos sus cargos en el partido hace ya cinco semanas.
Más de un mes ha transcurrido desde que el exlíder naranja decidió abandonar la formación con duras críticas hacia la dirección nacional sin que esta haya decidido todavía qué hacer en un territorio donde cuentan con 18 escaños en el Parlamento, donde han logrado negociar algunas mejoras en los Presupuestos de la Generalitat y donde en las pasadas elecciones se quedaron a las puertas de convertirse en el principal partido de la oposición.
Un inmovilismo que fuentes consultadas por este diario atribuyen a la cercanía de las elecciones madrileñas del 4 de mayo, fecha que preocupa en la cúpula naranja y hasta la que no quieren adoptar ninguna decisión que pudiera afectar a su resultado en las urnas.
Ahora bien, independientemente de las próximas elecciones madrileñas, el sosiego con el que la dirección nacional del partido ha abordado los cambios y nombramientos en la Comunidad Valenciana no es un modus operandi nuevo. Sin ir más lejos, tardaron diez días en nombrar al nuevo portavoz del grupo parlamentario en Les Corts tras la salida de Cantó.
También al actor tardaron más de siete meses en nombrarlo coordinador de Ciudadanos en la Comunitat desde que la Asamblea General del partido designó el año pasado a Inés Arrimadas presidenta de Cs. Cantó, eso sí, no solo estuvo esperando siete meses a que le nombraran dirigente en la autonomía del partido, estuvo mucho más tiempo esperando un nombramiento que no llegaba desde que se convirtió en candidato a la Generalitat para las elecciones autonómicas del 28 de abril de 2019. Una cita en la que el partido creció de 13 diputados a 18.
Con todo, si bien es cierto que las fuerzas políticas tienen sus ojos puestos en el 4M, también lo es que el cambio de líder del partido podría haberse hecho efectivo hace ya más de un mes. Entre las quinielas de entonces, de hecho, ya había dos nombres sobre la mesa: el de Fernando Giner, anterior portavoz de Cs en la autonomía, y María Muñoz, diputada en el Congreso de los Diputados por Valencia. Pero por el momento, habrá que esperar a que se resuelva el dilema.
La espera, eso sí, comienza ya a tener sus consecuencias. Al menos en el funcionamiento del grupo parlamentario. El pasado martes, la síndica Ruth Merino mantuvo una reunión con el president de la Generalitat, Ximo Puig, para trasladarle que su formación realizaría una crítica constructiva lo que resta de legislatura. Un encuentro que no fue bien recibido por gran parte de los diputados, que reclamaron que este tipo de citas sean debatidas con carácter previo. Incluso, reclamaron una reunión para debatir cuál debería ser la estrategia de Cs en Les Corts en los próximos dos años -si es que no se produce ningún adelanto electoral-.
El motivo no es otro que la mitad de los parlamentarios son partidarios de acercarse más al PP, que de tender la mano a los socialistas o a los grupos del Botànic. Una tesis que fue, precisamente, la que motivó la salida de Cantó de Cs y de otros pesos pesados de la formación como Fran Hervías, que actualmente ya se encuentra en las filas del Partido Popular. "Sin liderazgo autonómico, la mitad del grupo parlamentario trata de hacerse fuerte e intentar tomar las riendas, pero no tienen en cuenta que al final todo lo decidirá Madrid", señalan fuentes del grupo a Castellón Plaza. La importancia de nombrar nuevo coordinador, quizá, es más urgente de lo que se antojaba.