El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, en la planta de X-Elio en Xixona, en junio. Foto: RAFA MOLINA
29/08/2020 -
ALICANTE. El cambio legislativo para favorecer la instalación de energías renovables en la Comunitat Valenciana, muy atrasada en este campo respecto a otras regiones, ya es una realidad. Tras el cambio en la Lotup de enero, este viernes el DOGV publicaba al fin el nuevo decreto ley de la Generalitat que lo complementa para agilizar la tramitación de proyectos de energía fotovoltaica y eólica. El decreto debía estar en julio, pero la decisión del Gobierno de publicar su propio Real Decreto para 'congelar' las nuevas conexiones (que, por cierto, sigue vigente) obligó a rehacer ciertas partes del texto.
En esencia, este decreto elimina para las instalaciones fotovoltaicas de hasta 50 MW de potencia la necesidad que existía hasta ahora de obtener una Declaración de Interés Comunitario (DIC), al establecer que las energías renovables son inversiones estratégicas para la Comunitat Valenciana, y se simplifican y agilizan los trámites burocráticos. En este sentido, dos son los grandes cambios que supone la entrada en vigor de este decreto respecto al anterior escenario: un menor celo ambiental, al permitirse bajo determinadas condiciones construir plantas solares en parajes de la Red Natura 2000, y una mayor descentralización, al delegar la decisión en cada una de las direcciones territoriales de Industria.
Así, según establece la nueva normativa, se considerarán "compatibles" las centrales fotovoltaicas en las zonas C y D de la Red Natura 2000, las que cuentan con un menor grado de protección, y no se considerarán compatibles con las zonas A y B. De esta forma, podrían construirse plantas fotovoltaicas en las zonas especiales de conservación, ZEC, y zonas de especial protección para las aves, ZEPA, que cuenten con normas de gestión aprobadas. También en las mismas zonas cuando no cuenten con normas propias, tras evaluar el proyecto en base a la ley de 2012 que regula la aprobación de actuaciones en la Red Natura 2000.
También se autorizarán plantas solares en hábitats incluidos en el Catálogo Valenciano de Especies de Flora Amenazadas, condicionadas al informe del centro directivo competente, y en montes de utilidad pública, condicionado también a una evaluación previa y al trámite de ocupación de monte público regulado por la Ley de Montes de la Comunitat Valenciana. Asimismo, "la compatibilidad medioambiental para la instalación de centrales fotovoltaicas se determinará caso por caso" en áreas de amortiguación de espacios naturales protegidos, según el respectivo Plan de Ordenación de Recursos Naturales (PORN), parajes naturales municipales, en función del plan especial de cada caso, y reserva valenciana de caza y refugios de fauna.
Para facilitar la preparación de los proyectos, el decreto también señala que la Conselleria de Agricultura y Transición Ecológica "mantendrá actualizado un mapa público y accesible por internet en el que se cartografiarán los espacios a los que se refieren los apartados anteriores a fin de facilitar su conocimiento para la implantación de centrales fotovoltaicas". Por colores, el mapa diferencia entre zonas compatibles, donde el proyecto puede salir adelante sin más preámbulo, condicionadas, donde se requiere de una evaluación adicional, e incompatibles, donde no está permitido promover estas instalaciones. Con esta nueva clasificación, algunos proyectos que se plantearon el año pasado en zonas próximas a áreas de la Red Natura 2000 como la Sierra de Salinas (finalmente las centrales se desplazaron a Albacete) podrían considerarse compatibles.
Ventanilla única, menos duplicidades
El decreto, elaborado conjuntamente por las consellerias de Agricultura, Economía y Política Territorial, tiene el doble objetivo de impulsar la transición ecológica y la recuperación de la economía valenciana a través de las inversiones en renovables, que generan actividad económica y empleo. La consellera de Agricultura y Transición Ecológica, Mireia Mollà, señala la necesidad de multiplicar por 16 la producción fotovoltaica actual, y por 4 la eólica, para alcanzar los objetivos de la Estrategia Valenciana de Cambio Climático y Energía 2030 y los objetivos de la Unión Europea sobre reducción de emisiones en 2050.
El texto normativo, el primero que plasma por escrito los requisitos para instalar energías renovables tanto en suelos urbanizables como no urbanizables, se convierte en "una hoja de ruta clara que elimina duplicidades en los trámites y dibuja un mapa para que cualquier promotor de una planta pueda conocer las ubicaciones idóneas dentro del territorio de la Comunitat, desde el punto de vista de territorial, urbanístico, paisajístico y medioambiental", según la Conselleria.
Concretamente, en el caso de la energía eólica se suprimen los planes especiales como instrumento de desarrollo del plan eólico valenciano, sustituyendo dicho instrumento por una autorización territorial específica por uso y aprovechamiento del suelo. En el de centrales fotovoltaicas, hasta 50 MW (si tienen una potencia mayor pasan a ser competencia del Ministerio) se establecen las preferencias de emplazamiento que han de ser compatibles con los planes territoriales y urbanísticos que cumplan con las condiciones medioambientales, funcionales y territoriales.
Otras iniciativas que contempla el decreto son la obligatoriedad de instalar módulos fotovoltaicos en las edificaciones públicas y particulares, así como la puesta en marcha de una ventanilla única para simplificar y agilizar los supuestos y procedimientos administrativos vinculados a la construcción y puesta en servicio de instalaciones eléctricas para el aprovechamiento de la energía solar y eólica.
El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, en la planta de X-Elio en Xixona, en junio. Foto: RAFA MOLINA
