CASTELLÓ. Paso a paso, Audi lanza al mercado sus nuevos modelos electrificados. Ahora le llega el turno al nuevo Audi Q7 60 TFSIe quattro. Este SUV, cuyo sistema de propulsión híbrido enchufable combina un motor de gasolina 3.0 TFSI con un potente motor eléctrico, ofrece una potencia de sistema de 335 kW (456 CV) y 700 Nm de par.
La iniciativa de electrificación de Audi está en pleno auge. Cuatro nuevos modelos híbridos enchufables, en las gamas Q5, A8, A6 y A7 Sportback, han hecho su debut en el mercado europeo durante la segunda mitad de 2019. A ellos se añade ahora el Q7 60 TFSIe quattro.
Híbrido enchufable y tracción quattro: el sistema de propulsión
Como en todos los modelos híbridos enchufables, el Audi Q7 60 TFSIe quattro confía en la potencia de sus dos propulsores. El motor de combustión es el 3.0 TFSI, uno de los más avanzados de la marca. El refinado V6 sobrealimentado ofrece una potencia de 250 kW (340 CV) y 450 Nm de par. Cumple con la norma de emisiones Euro 6d-TEMP y está equipado de serie con un filtro de partículas de gasolina. Un motor síncrono de excitación permanente (PSM), que se caracteriza por su compacidad y alta potencia, se encarga de la parte eléctrica. El PSM, que ofrece una potencia máxima de 94 kW y 350 Nm de par, está integrado en la carcasa del cambio tiptronic de ocho velocidades. Junto con el convertidor de par, que conecta el motor de combustión con la transmisión, ambos conforman el módulo híbrido.
La alimentación del motor eléctrico se suministra a través de una batería de iones de litio con refrigeración líquida, situada bajo el piso del maletero, que proporciona una capacidad de energía de 17,3 kWh con una tensión de 308 voltios. Sus 168 celdas prismáticas están divididas en 14 módulos que se encuentran uno encima del otro en dos niveles. El sistema de refrigeración de la batería, que también actúa para el cargador, forma un circuito separado de baja temperatura. Si es necesario, se puede conectar al sistema de aire acondicionado o al segundo circuito de baja temperatura, que enfría el motor eléctrico y la electrónica de potencia. Convierte la corriente continua de la batería de alto voltaje (HV) en corriente trifásica para alimentar el motor eléctrico. Durante las fases de recuperación de energía, el motor eléctrico funciona como alternador y devuelve la corriente continua a la batería de iones de litio.
Un suave y rápido cambio tiptronic de ocho velocidades transfiere la fuerza de los dos motores a través de la tracción integral quattro. Está equipado con una bomba de aceite de accionamiento eléctrico, que garantiza la lubricación en todos los modos de funcionamiento. El núcleo del sistema de tracción total permanente quattro es un diferencial central con regulación puramente mecánica, que distribuye el par entre los ejes delantero y trasero en una relación de 40:60 en condiciones normales de conducción. Cuando es necesario, transfiere la mayor parte al eje con la mejor tracción.
Q7 60 TFSIe con 335 kW (456 CV)
El Q7 60 TFSIe quattro cuenta con 335 kW (456 CV) y un par máximo de 700 Nm, es decir, 250 Nm más de lo que el TFSI genera por sí solo. Cuando ambas unidades de potencia trabajan juntas en “modo boost”, el SUV acelera de 0 a 100 km/h en 5,7 s y alcanza una velocidad máxima de 240 km/h, limitada electrónicamente. Hasta 135 km/h puede funcionar solo con el motor eléctrico.
En funcionamiento eléctrico cuenta con una autonomía, que alcanza los 42 kilómetros según la normativa WLTP. En muchos países y ciudades sus propietarios pueden beneficiarse de ventajas fiscales e incluso disfrutar de privilegios como estacionamiento gratuito o la circulación libre por carriles de alta ocupación. En España, cuenta con las ventajas que otorga el distintivo “0 emisiones” de la DGT.
Para una máxima eficiencia: la estrategia de funcionamiento predictiva
Ya sea al conducir en trayectos cortos o largos, en ciudad, por carretera o en autopista, la gestión híbrida del Audi Q7 TFSIe quattro elige automáticamente la estrategia de funcionamiento óptima para cada trayecto. Está diseñado para que los conductores puedan cubrir una gran parte de sus desplazamientos diarios sólo con energía eléctrica. El botón multifunción “EV”, en la parte inferior de las dos pantallas MMI, permite decidir si se desea intervenir sobre la interacción de los dos motores en cualquier momento y de qué manera.
El SUV arranca en modo completamente eléctrico “EV”. Un altavoz en el paso de rueda derecho emite un sonido electrónico para advertir a los peatones y ciclistas de su presencia en tránsito urbano. De acuerdo a las directrices de la UE, este sistema de alerta acústica de vehículos (AVAS) puede oírse con claridad hasta 20 km/h y se desvanece gradualmente a medida que aumenta la velocidad. El motor de gasolina se activa sólo cuando el conductor pisa el pedal derecho, un “pedal de acelerador activo”, más allá de un nivel de resistencia específico.
El modo “Hybrid” ofrece dos tipos de funcionamiento: “Auto” y “Hold”. En el modo “Auto” la estrategia de funcionamiento predictiva se conecta automáticamente al iniciar la guía al destino en el MMI Navegación plus, que forma parte del equipamiento de serie. La carga de la batería se distribuye de forma inteligente a lo largo de la ruta, con una gran proporción del desplazamiento en eléctrico por la ciudad y en los atascos. En el resto de casos, el motor TFSI impulsa el vehículo mientras el motor eléctrico proporciona el apoyo necesario. Cuando se acelera desde bajo régimen, por ejemplo, elimina el “turbo-lag”, las décimas de segundo que el turbocompresor necesita para aumentar la presión, por lo que asegura una respuesta instantánea al acelerador. En términos generales la estrategia de funcionamiento predictiva se encarga de que el vehículo utilice la energía eléctrica durante el mayor tiempo posible, utilizando la carga de la batería disponible teniendo en cuenta el trayecto hasta alcanzar el destino.
Mayor eficiencia: modo de marcha por inercia y recuperación de energía
Las fases en las que el conductor levanta el pie del acelerador también son importantes para la eficiencia del Q7 híbrido enchufable. El asistente predictivo de eficiencia asume la regulación en tales situaciones. Además de los datos de navegación, también tiene en cuenta la distancia con el vehículo que circula por delante para decidir si activa el modo de marcha por inercia con el motor TFSI desconectado o la regeneración, es decir, la recuperación de la energía cinética y su conversión en energía eléctrica. En este segundo caso, el Q7 TFSIe quattro puede recuperar hasta 25 kW, que se almacenan en la batería de iones de litio.
Cuando opera como alternador, el motor eléctrico se encarga a través de la frenada regenerativa de todas las frenadas que produzcan una deceleración inferior a 0,3 g, lo que constituye más del 90% de todas las situaciones de frenada en uso cotidiano. Los frenos hidráulicos sólo se activan en los procesos de deceleración más fuertes. Gracias a un sofisticado ajuste, la transición entre la frenada eléctrica e hidráulica es prácticamente imperceptible; el pedal de freno siempre responde con buen tacto y, por lo tanto, puede ser modulado con precisión. Durante la frenada, el SUV híbrido alcanza una potencia de regeneración de hasta 80 kW.
Cuando el asistente de crucero adaptativo -opcional- está conectado, el asistente predictivo de eficiencia no sólo ayuda al conductor en las fases de desaceleración, sino que también lo hace al acelerar, para reducir el consumo de combustible. Si no está activo, el conductor recibe indicaciones que le advierten cuándo es aconsejable levantar el pie del acelerador. A través del pedal de acelerador activo, el conductor siente un pequeño impulso mientras se muestra la información correspondiente en el Audi virtual cockpit (de serie) y en el head-up display (opcional). Detallados símbolos, por ejemplo, para cruces, señales urbanas y los vehículos que circulan por delante, pueden explicar el motivo de la reducción de velocidad.