VALÈNCIA. Las elecciones generales celebradas este domingo sirvieron para hacer diferentes lecturas de la situación política actual. En la Comunitat Valenciana, los resultados significan un aviso para el Botànic II, conformado por PSPV, Compromís y Unides Podem, dado que el bloque de derechas integrado por PP, Vox y Ciudadanos ha sumado mas votos y diputados.
Una situación diferente a la ocurrida el pasado 28 de abril. Entonces, se produjo un empate técnico entre las dos corrientes con una ligerísima ventaja -apenas mil papeletas- en número de votos y porcentaje para la derecha con la misma cantidad de escaños, 16, para cada bloque. Una igualdad con, eso sí, el PSPV-PSOE como fuerza más votada, cosa que no ocurría desde 1989.
Los socialistas, en este sentido, tienen la satisfacción de mantenerse en cabeza de nuevo con el mismo número de diputados (10) que consiguieron en abril y con un 27,8% de respaldo, apenas dos décimas menos que entonces. Unides Podem pierde un punto (13,3%) y un escaño, mientras que la alianza de Compromís con Íñigo Errejón no le ha servido más que para arañar unas décimas y retener el único escaño logrado en la anterior cita con las urnas.
Por su parte, el PP se eleva cuatro puntos y medio (alcanza el 23%) y mejora un escaño hasta los ocho representantes, mientras Vox devora a Ciudadanos y asciende hasta el 18,4% con un total de siete escaños, cuatro más que en abril. La formación de Albert Rivera sufre un tremendo varapalo al perder diez puntos y dejarse cuatro parlamentarios en el camino.
De esta manera, el bloque de derechas amasa el 49,1% de los votos por el 47,8% de la izquierda y un total de 17 escaños por los 15 que aglutinan PSPV, Compromís y Unides Podem. Una diferencia que queda más clara si se compara la suma de las papeletas: los primeros han conseguido 1.245.514 votos con el escrutinio al 100%, mientras los segundos se han quedado en 1.210.458 sufragios. Se trata, a la postre, de más de 35.000 votos a favor del bloque de derechas cuando hace apenas seis meses la distancia era solo de 1.500 apoyos.
En cuanto al análisis individual de las formaciones en liza, los socialistas valencianos se daban por satisfechos con el resultado obtenido. Un balance casi en la media nacional (28%) con la misma aportación de escaños que se ofrendó a Sánchez en abril y con cierta satisfacción indisimulada al comprobar que el plan orquestado de Compromís con su pacto con Errejón no ha implicado ninguna novedad relevante en el equilibrio de fuerzas. Ahora bien, las distintas fuentes del PSPV consultadas por este diario no ocultaban su deseo de que Sánchez consiga poner fin a la situación de inestabilidad estatal y agilice las negociaciones para alcanzar un acuerdo cuanto antes.
Los populares valencianos vivieron una noche agridulce. Por un lado, el resultado de Pablo Casado evidencia una notable recuperación y, por otro, en la Comunitat ganan un escaño por Valencia y en total 85.000 votos. Ahora bien, el ascenso fulgurante de Vox ha impedido al PPCV pelear por ser la primera fuerza con el PSPV, además de situarle un competidor quizá más duro que Ciudadanos.
En la formación morada no se veía con malos ojos el balance de la visita a los urnas, pese a la pérdida de un diputado y 45.000 votos -si bien hay que tener en cuenta el descenso de participación-. El refuerzo de Compromís vía Íñigo Errejón y la presión del PSOE, había generado cierto temor a una debacle 'podemita'. Sin embargo, en la Comunitat el porcentaje se ha situado por encima de la media nacional y evidencia que se ha constituido un cierto suelo electoral relativamente sólido que responde en las citas nacionales.
El pacto de la coalición valencianista con Errejón no ha aportado novedad ninguna a la formación que lidera Mónica Oltra, quien precisamente había apostado inicialmente por aliarse con Unidas Podemos. Mismos escaños, porcentaje ligeramente superior y un pequeño aumento de votos pese a la menor participación que, sin embargo, no servían para mejorar el papel de esta fuerza política en el Congreso. Un resultado que generará debate interno en las próximas semanas.
Sin duda, el gran perdedor de la jornada fue Ciudadanos. La Comunitat contribuyó a la pérdida de 40 escaños en España con cuatro diputados menos. Una situación que deja a las estructuras autonómicas -algunas incluso con responsabilidades de gobierno- en una situación muy delicada. Cantó, tras el gran resultado de las autonómicas, se encontraba luchando con Isabel Bonig (PP) por liderar la oposición. Ahora, su posición será mucho más débil.