VALÈNCIA. BBVA ha lanzado Aqua, una nueva familia de tarjetas en España, de débito, prepago y crédito. Pero Aqua no es una tarjeta tal y como la conocemos «es un paso para anticiparnos a la digitalización de las transacciones, incrementar su seguridad y además, pretende cambiar la experiencia de los usuarios con los medios de pago», explica Jorge Moreno, director de Soluciones de Pago Digitales de BBVA.
Para su diseño se tuvo en cuenta un estudio basado en entrevistas con 1.000 clientes de BBVA en España -realizadas durante el pasado mes de diciembre- sobre el uso de las tarjetas y de la banca digital. La mayor preocupación de los encuestados era la seguridad, seguido de un mayor control de gastos y la innovación «que servicios productos con más valor añadido». Para ello, en la entidad desarrollaron cuatro ejes de valor que deberían estar presentes en la nueva familia de tarjetas. El primero la seguridad, el segundo el control de las finanzas, seguido de la flexibilidad y la posibilidad de poder realizar un gran número de operaciones a través del móvil y por último ofrecer nuevos servicios en la app que mejoren la experiencia y aporten valor. «Además, todo ello aumentando la transparencia, la seguridad y la sencillez de uso».
Y así surgió Aqua, «un producto que cumple con todas las demandas de los clientes», ya que refuerza la seguridad, al no tener impreso el número de la tarjeta (PAN) ni la fecha de caducidad, y el código de verificación (CVV) es dinámico. «Estas tres numeraciones son una información altamente sensible. Al no disponer de estos datos, aumentamos la seguridad de las transacciones, ya que se previene un posible uso fraudulento de los mismos», afirma Jorge Moreno. Cada vez que el cliente quiera realizar una compra deberá acceder a la app y consultar el número de la tarjeta, la fecha de caducidad y el CVV, «que estará disponible durante 5 o 10 minutos, para asegurar la inviolabilidad del código generado. De este modo, BBVA va más allá de los cambios introducidos por a normativa de pagos europea PSD2 en materia de seguridad y autenticación».
Además, ofrece la posibilidad de elegir el modo de pago que mejor se adapta a las necesidades del cliente (prepago, crédito y débito). La tarjeta puede contener los tres modos y optar por el que sea más conveniente en cada momento, dos o solo un modo de pago. Y todos los movimientos y gastos se pueden controlar a través de la app.
A ello se une que puede ser una tarjeta física, realizada con plástico reciclado, procedente de diferentes industrias como embalaje, impresión, automoción o ventanas, «cumpliendo así con el objetivo de BBVA de incrementar la sostenibilidad de su actividad», o virtual, permitiendo el pago con móvil a través de la app o de las diferentes opciones de Google Pay (Android), Apple Pay (IOS) o Samsung Pay. «El pago por móvil y el contactless ya estaba creciendo y ha experimentado un gran empuje debido a la pandemia», asegura el director de Soluciones de Pago Digitales de BBVA.
En este sentido, Jorge Moreno está convencido de que el futuro pasa por los medios de pago digitales y la desaparición del dinero en efectivo. «La reducción del pago con dinero en efectivo se va viendo año a año, no llegamos al modelo sueco donde solo el 2% de las transacciones se hacen en efectivo, pero se percibe esa tendencia que el coronavirus ha acentuado, por el miedo al contagio». Para Jorge Moreno, los medios de pago digitales ofrecen una mayor seguridad y control, sobre todo en la actualidad donde la identificación a través de la biometría aporta mayor confianza en las aplicaciones de pago por móvil.
Pero la tarjeta es solo la cara de esta iniciativa, que se complementa con lo que los clientes van a encontrar en la app de BBVA. Cuando accedan a la ‘app’, encontrarán en primer lugar aquellos servicios más utilizados para facilitarle las gestiones, tendrán un mayor control de sus gastos, podrán elegir la modalidad de pago que deseen y contar con mayor seguridad en sus compras online. La aplicación también permite la retirada de efectivo en los cajeros BBVA a través del móvil, solo hay que introducir en la app la cantidad que se quiere retirar, acercar el teléfono al cajero y recoger el dinero.«Es una nueva experiencia para nuestros clientes, que obtienen unos servicios adaptados a sus necesidades y que les aportan valor».