DÉNIA. Baleària inició este miércoles por la tarde la complicada tarea de extracción de los 70 coches que hay en la bodega del ferry Pinar del Río, que encalló en la madrugada del viernes en la escollera del puerto de Dénia. Con una grúa de gran tonelaje, la naviera y la empresa Ardentia Marine, contratada para reflotar el barco, iniciaron los trabajos una vez el temporal de mar y de viento que azotó la Marina Alta el martes y miércoles amainó.
Una vez en la escollera los operarios de Baleària fueron los encargados de trasladar los vehículos al aparcamiento de la estación marítima, en donde sus propietarios podrán recogerlos. Desde la compañía informaron que una vez extraídos todos los 70 coches del interior del Pinar del Río, la empresa contratada completará los trabajos de estabilización del buque y su preparación para su reflotamiento.
Toda la operación, que comenzó a media mañana con la llegada de la grúa y su montaje junto al ferry encallado, despertó el interés tanto de pasajeros afectados como de curiosos que se acercaban a observar de cerca la llamativa operación. La zona peatonal está cerrada al tránsito y varios curiosos se apostaron a lo largo del día para seguir la operación, que avanza poco a poco. "Baleària trabajará ininterrumpidamente, día y noche, para descargar los 70 vehículos del interior del buque, ya que ésta es una de sus principales prioridades", aseguraba la empresa.
Por otra parte, la naviera ha programado el ferry Jaume I para realizar las rutas que operaba el buque encallado. El fast ferry Pinar del Río, que procedía de Palma e Ibiza, encalló a las 23.20 horas del pasado viernes apenas a cien metros de la escollera del puerto de Dènia, justo antes de que comenzase un castillo de fuegos artificiales en la zona. Tenía que atracar con 70 vehículos y 393 pasajeros a bordo. Todo el pasaje fue evacuado ileso a tierra con las embarcaciones de Salvamento Marítimo, Guardia Civil del Mar, Práctico de Dénia y el remolcador de Baleària.
Una vez que la bodega quede vacía, se realizarán las labores de estabilización del buque y la preparación para su reflotamiento, que lleva a cabo la empresa especializada Ardentia Marine. El buque permaneció amarrado mediante dos remolcadores durante la noche del martes, lo que permitió mantener su posición a pesar de las malas condiciones de viento y mar, con el temporal que ha azotado el mediterráneo y que ha dejado récords de precipitaciones en la provincia. La mejora de estas condiciones permitía el miércoles montar la grúa y comenzar a vaciar la bodega, cinco días después del accidente.