VALÈNCIA. Pocos, muy pocos, pensaban a estas alturas que Bankia (BKIA) y CaixaBank (CABK) no iban a tener firmada la operación jurídica. Cierto es que todavía no se ha cerrado el primer trimestre de 2021 -periodo que se marcaron desde el principio los responsables de ambas entidades-, pero no lo es menos que no contaban con el hueso duro de roer como es la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
La misma que ha venido escudriñando oficina por oficina para evitar solapamientos, tal y como ha venido informando este diario en las últimas semanas. Pero salvo acontecimiento inesperado de última hora, el organismo presidido por Cani Fernández dará el plácet esta misma semana, según fuentes conocedoras de la operación consultadas por Valencia Plaza. Y el nuevo CaixaBank comenzará a dar sus primeros pasos para completar la fusión en los próximos eses.
El retraso de Competencia -por aquello de que se trata de la mayor fusión bancaria en España- ha llevado a BKIA a celebrar su última junta de accionistas este martes 23 de marzo en el 'cap i casal'. Algo que muy pocos consejeros preveían hace un mes cuando la entidad convocó la junta, cuyo orden del día advertía que quedaría suspendida si antes de esa fecha se aprobaba la fusión jurídica. La misma advertencia que se recogía en la convocatoria mandada el pasado jueves por la entidad a los medios de comunicación.
Lo cierto es que a la acción de BKIA le ha ido muy bien desde la junta "extraordinariamente especial" del pasado uno de diciembre, tal y como la bautizó José Ignacio Goirigolzarri. Aquel día las 'bankias' cerraron en 1,470 euros frente a los 1,723 euros de este lunes, lo que equivale a una revalorización del 17,21% frente al 2,48% que se ha anotado el Ibex 35 en el mismo periodo de tiempo. Incluso ha batido el 16,23% que ha remontado su 'compañero de altar' como es CABK.
Una mejora de los títulos de BKIA que se traduce en una recuperación de 777 millones de euros y, lo que es más importante, recuperar niveles precovid tras haber logrado sacudirse de encima las pérdidas cosechadas en el parqué durante el pasado año. Conviene recordar que en 2020 cedió un 14,36% y en lo que va de ejercicio sube casi un 19%, lo que ha elevado su capitalización bursátil hasta la frontera de los 5.289 millones de euros.
Pero la cosa no queda ahí porque BKIA se sitúa como la octava cotizada más rentable del año dentro del Ibex 35. Solo por delante tiene a PharmaMar (+43,94%), Repsol (+28%), Banco Sabadell (+27,68%), IAG (+27,58%), Bankinter (+25,74%), Telefónica (+22,74%) y CaixaBank (+19,94%). De las ocho cuatro son bancos, que sin duda se han beneficiado de la decisión adoptada por el Banco Central Europeo (BCE), el pasado 15 de diciembre, de levantar la prohibición que había impuesto a los bancos de repartir dividendos -además de realizar recompras de acciones-, pero solo sobre el 15% de su beneficio.
Conviene recordar que hace casi un año, la institución monetaria europea instó a los bancos a que no abonasen ningún dividendo a sus accionistas -ya fueran a cuenta de 2019 o de 2020-, debido al impacto del coronavirus. Tal 'recomendación', que en abril se tradujo en 'amenaza', la hizo con el fin de elevar la capacidad de las entidades de absorber pérdidas y apoyar los préstamos a hogares, pequeñas empresas y compañías durante la pandemia.
Una decisión controvertida como llegó a reconocer Andrea Enria, presidente del Consejo de Supervisión del BCE, porque penalizaba -y así fue como sucedió el mismo día del anuncio- las cotizaciones de la banca europea. "Soy consciente de que esta ha sido una decisión controvertida y reconozco que puede haber jugado un papel en la disminución de las valoraciones del mercado de los bancos europeos, ya deprimidas en los últimos meses. Aún así, restringir los dividendos y las recompras fue la decisión correcta para mantener dentro del sistema la mayor capacidad de absorción de pérdidas posible", afirmó entonces el banquero italiano.