VALÈNCIA. La seguridad laboral siempre ha sido un aspecto clave de las empresas, pero en ocasiones se producen situaciones peligrosas simplemente por el hecho de no ir bien equipado para realizar una tarea. Cada año se producen sólo en España 1,2 millones de accidentes laborales, que en 2017 se cobraron 618 vidas.
Este es el problema que intenta solucionar Beiota, una startup valenciana que utiliza internet de las cosas (IoT) para afianzar estos procesos. Dirigida por Carlos de la Cruz, quien fuera gerente del Colegio de Farmacéuticos de València (Micof), nació en Demium Startups tras participar sus fundadores en un AllStartup. Junto a De la Cruz también forman parte del equipo David Castellano, ingeniero de Organización industrial, y Rost Zaika, desarrollador.
"Teníamos claro que nos queríamos dedicar a la parte de IoT y de sensórica pero no teníamos claro el foco en el que lo íbamos a implantar. Por experiencias pasadas que tuve, hubo un momento en un ejercicio de evacuación en el que no se localizaba a una persona en concreto. Salimos toda la gente de la empresa, se fueron a buscar a esta persona y apareció como 20 minutos después", explica De la Cruz.
Con esta reflexión y adaptándose a las peticiones de las compañías, a día de hoy su producto pasa por un arco que puede detectar si los trabajadores llevan puesto o no el material de seguridad laboral, desde ropa a cascos o botas. Una vez se les entrega, este se vincula al usuario y cuando pasa por el arco se registra en el software si el empleado lleva todo lo necesario para desempeñar su actividad.
Actualmente, muchas empresas utilizan un inspector para realizar esta labor o huella dactilar, una fórmula que retrasa los procesos. "Nuestro sistema tiene una alta velocidad de lectura, de 300 milisegundos. También han desarrollado otros sistemas, como 'pistolas' que permiten comprobar de un barrido si un empleado lleva todo lo necesario para espacios más pequeños donde no se puede instalar un arco.
"Estamos ahora en el momento de captación de los early adopters, dirigiéndonos a las empresas básicamente industriales por encima de 50 trabajadores y hablando con empresas que tienen más de 1.000 trabajadores", destaca De la Cruz. Actualmente ya tienen colaboraciones con Randstad o Quirón Prevención. También con una empresa de certificadora de compliance, quienes obtienen una herramienta para corroborar que se cumple la legalidad.
"Hay muchas empresas que están desarrollando sensores y hardware específicos para cosas muy concretas como caída de un trabajador o detección de gases, lo que pasa es que no existe una figura clara de integración de toda esa información", reconoce. "Nosotros tomamos la decisión de ser una empresa de software que trabajamos en una plataforma de captación de datos y la identificación de los sensores que las empresas pueden necesitar de cara a la prevención de accidentes".
A pesar de que estos son sus primeros productos, la compañía tiene intención de desarrollar otras fórmulas, como el de sensorización de la ropa para registrar caídas o temperaturas. Con la implementación de su software, será posible aglutinar todos estos datos en casa usuario y saber si cumple o no todas las normas de seguridad y las incidencias.