CASTELLÓ. (EFE). El entrenador de la Ponferradina, Jon Pérez Bolo, considera que el hecho de que este sábado se permita la entrada de público en Castalia supone "una ventaja (para el Castellón) y que se desvirtúe la competición".
En una rueda de prensa telemática, el técnico vasco señaló que se alegra de la vuelta de aficionados a los estadios, pero dijo que ve la medida "injusta para equipos que se estén jugando mucho".
"Estoy contrariado con todo lo que está sucediendo, porque no entiendo cómo en categorías no profesionales puede haber siete o diez mil espectadores y en el fútbol profesional no", añadió.
En el mismo tono comparativo aludió a los casos del Celta B, con público en sus partidos, mientras el primer equipo no cuenta con aficionados en las gradas de Balaídos o como "en la Eurocopa va a haber público a un mes de jugarse y ahora en Primera y Segunda División las gradas están vacías".
Por eso, reclamó "una explicación que sea coherente, porque si no es injusto", y afirmó que a él también le gustaría "que la afición de la Ponferradina pudiera estar con el equipo el martes", cuando los bercianos recibirán en El Toralín al líder y ya ascendido RCD Español.
En cuanto a la cita de mañana ante el conjunto castellonense, Bolo es consciente de la necesidad de su rival, "que está trabajando bien y necesita ganar para seguir fuera de los puestos de descenso, con la ventaja de que una gran parte de la plantilla se conoce tras lograr el ascenso".
De la alineación, que estará marcada por las ausencias de varios titulares por sanción o lesión, Bolo dejó abiertas todas las posibilidades, incluso la posible vuelta a la titularidad, tras varios meses lesionado, del ya recuperado José Antonio Ríos Reina, que podría disfrutar de minutos de juego.
Sobre la opción de que el capitán deportivista Yuri de Souza pueda cumplir, en caso de actuar, los 400 partidos en el equipo berciano, el entrenador vasco se mostró seguro de que "va a conseguir muchos más y los superará con creces".