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Borrell prevé dejar el Gobierno el 28 de junio, sin que esté asegurado su cargo en la UE

España insiste en Timmermans para presidir la Comisión Europea, lo que alejaría a un socialista español de los puestos de primer nivel

12/06/2019 - 

VALÈNCIA. (EP). El ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación en funciones, Josep Borrell, prevé dejar el Gobierno en el Consejo de Ministros del próximo 28 de junio, cuatro días antes de que se constituya el Parlamento Europeo del que él formará parte, según varias fuentes consultadas por Europa Press.

Esta es la previsión que se maneja en su departamento, sin que esté asegurado aún si Borrell será el comisario español en el próximo Ejecutivo comunitario o si tendrá otro puesto de relevancia en las instituciones europeas, puesto que las negociaciones están aún muy abiertas.

El Parlamento Europeo abrirá la legislatura el 2 de julio en Estrasburgo (Francia) y, como muy tarde seis días antes, los eurodiputados deben presentar un documento declarando que no incurren en incompatibilidades. En su equipo han concluido que no es necesario que el ministro dimita con esa antelación, sino que la declaración es para decir que no estará inmerso en incompatibilidades cuando llegue el momento de asumir el escaño.

Lo que parece claro es que Borrell no tiene intención de permanecer cinco años en el Parlamento Europeo. Además de que ya ha sido presidente de la institución, lo que hace que el puesto tenga menos interés, no ha aspirado a liderar el grupo Socialdemócrata. De hecho, a este puesto es candidata la 'número dos' en la candidatura que lideraba Borrell, Iratxe García.

Eso sí, es posible que para el 28 de junio el ministro en funciones tenga ya una idea de cuál será su próximo destino. Fuentes gubernamentales apuntan que en el Consejo Europeo de los días 20 y 21 los jefes de Estado y de Gobierno deberían acordar al menos el nombre del próximo presidente de la Comisión Europea, lo que allanará el camino para los demás nombramientos.

El Gobierno español asegura que, a día de hoy, su candidato sigue siendo el holandés Frans Timmermans, como lo es de toda la familia socialdemócrata. Las fuentes han rechazado especular sobre la posibilidad de que la próxima presidenta de la Comisión sea la canciller Angela Merkel --tal como ha sugerido el presidente francés, Emmanuel Macron-- recalcando que ella no se ha presentado.

Otra cosa es cómo encajaría el aspirante español en ese puzle, teniendo en cuenta que los nombramientos deben garantizar el equilibrio entre familias políticas, entre hombres y mujeres y entre zonas geográficas de la Unión.

Si Timmermans, socialdemócrata holandés, preside la Comisión Europea, el juego de equilibrios aleja a cualquier socialista español de los demás puestos de primer nivel: presidente del Consejo, presidente del Parlamento y Alto Representante para la Política Exterior, que es además vicepresidente de la Comisión.

Así, conforme a ese juego de equilibrios, España puede aspirar a una vicepresidencia de la Comisión. La estructura de ésta y sus vicepresidencias --salvo la del alto representante, que es fija-- las decide su próximo presidente, pero las fuentes consultadas reconocen que esto puede negociarse con él en una fase temprana.

El Gobierno español no ha puesto los ojos en un puesto concreto, sino que dice tener perfiles adecuados para varios, en función de distintos escenarios. Borrell y la ministra de Economía en funciones, Nadia Calviño, funcionaria europea, son los candidatos naturales, aunque las fuentes gobernamentales no confirman ningún nombre.

Eso sí, España no parece especialmente interesada en el puesto de Alto Representante, que ya ejerció Javier Solana (aunque en otro formato, aún no como vicepresidente de la Comisión). Un posible motivo, según un análisis del Real Instituto Elcano, es que desde ese puesto no se ejerce suficiente influencia en la Comisión y en las crisis graves hay que convivir con los ministros de Exteriores de los países grandes.

La imagen reforzada de España tras el fin de la crisis y los buenos resultados electorales de Pedro Sánchez le avalan para aspirar a una vicepresidencia en el nuevo Ejecutivo comunitario, según distintas fuentes, que apuntan una cartera política de peso para un candidato como Borrell o una de contenido económico para un perfil más técnico como el de Calviño.

La lucha contra el cambio climático, convertido en prioridad para la Unión, podría recibir una vicepresidencia específica, una tarea que interesaría a varios Estados miembros, como Países Bajos, señalan fuentes europeas consultadas por Europa Press.

En todo caso, el Gobierno asegura que su apuesta es "por un proyecto europeo", de manera que ve igual de importante colocar a un español en un buen puesto que garantizar que los no españoles que estén en primera fila estén en sintonía con las tesis españolas. Para eso, dicen las fuentes, Sánchez tiene asegurada la capacidad de influir, en su condición de negociador de la familia socialdemócrata --junto al portugués Antonio Costa--.

Así, todos los países tienen asumido que habrá candidatos muy preparados que, por los necesarios equilibrios, se quedarán fuera del reparto de puestos. Si Calviño no fuese finalmente la elegida, podría seguir como ministra de Pedro Sánchez. Tampoco puede descartarse que Borrell permanezca en el Gobierno, o que vuelva a él, si para entonces ya es eurodiputado.

En el reparto global, el Gobierno tiene en cuenta que hay puestos de menor nivel que también son muy importantes. Es el caso de direcciones generales que gestionan políticas importantes para España (como la de migraciones) o para el proyecto europeo (como la de competencia).

España no quiere apurar los plazos

Las fuentes admiten que hay tiempo, más allá del 21 de junio, para elegir al presidente de la próxima Comisión, porque ésta tiene que tomar posesión el 1 de noviembre, pero prefieren no apurar los plazos.

Las conversaciones se multiplican. Este jueves hay un encuentro informal en Budapest del Grupo de Visegrado (Polonia, Hungría, República Checa y Eslovaquia) y el viernes el tema formará parte de la agenda de la Cumbre de países del Sur que se celebra en Malta y reunirá a Sánchez con el presidente francés y sus homólogos de Italia, Grecia, Malta, Chipre y Portugal.

Además, las fuentes aseguran que las conversaciones entre los negociadores de las tres grandes familias políticas siguen adelante, sin que por el momento haya visos de ruptura o bloqueo. Es previsible, así, que antes del Consejo de los días 20 y 21 haya más reuniones o conversaciones de los negociadores de las familias políticas.

En esas conversaciones no se ha hablado aún de nombres. Socialdemócratas y liberales consideran que es hora de que la presidencia de la Comisión Europea deje de estar en manos del PPE, que la ejerce desde 2004, pero los 'populares' no quieren ceder el puesto.

La solución podría ser, según algunos observadores, que la familia política que 'renuncie' a presidir la Comisión debería tener, a cambio, la presidencia del Consejo y el Alto Representante. En ese escenario, los liberales podrían tener la Presidencia del Parlamento.

El presidente del Banco Central Europeo (BCE) es un puesto que los 27 quieren nombrar más adelante, aunque el actual presidente del Consejo, Donald Tusk, insiste en incluir en el paquete. Es un cargo al que España no aspira, porque Luis de Guindos es vicepresidente.

Con Merkel al frente de la Comisión, o del Consejo --también se la menciona-- se alejaría la posibilidad de que el BCE pase a manos del alemán Jens Weidmann, considerado un 'duro' en política monetaria.

Otra cuestión es la voz que deberían tener los Verdes, que han tenido un buen resultado electoral y deberían tener reflejo en las instituciones. Su hándicap, no obstante, es que no hay ningún primer ministro 'verde' en el Consejo Europeo, de manera que tendrán que ser 'asociados' de alguna forma.

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