VALÈNCIA. La promesa a largo plazo que este miércoles hizo el presidente del Gobierno en funciones y líder de los socialistas, Pedro Sánchez, para reformar la financiación autonómica no ha agradado en absoluto a Compromís y Unides Podem, socios del PSPV en el Consell del Botànic II.
El jefe del Ejecutivo en funciones acudió este miércoles a València para ofrecer un mitin de precampaña -exactamente, tuvo lugar en el complejo deportivo de La Petxina- en el que los compromisos que adquirió con la "agenda valenciana" quedaron lejos de ser satisfactorios; para propios y extraños. Aseguró que las entregas a cuenta que el Estado debe a las autonomías llegarán días antes de la cita electoral del 10 de noviembre, no hizo mención al desbloqueo del extraFLA apalabrado entre la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y el president de la Generalitat, Ximo Puig, días atrás y se limitó a asegurar que reformaría el actual modelo de financiación que perjudica a los valencianos en los próximos cuatro años.
Un compromiso de una legislatura que este jueves levantó ampollas entre los socios de Puig en el seno del Consell. La portavoz de Unides Podem en Les Corts, Naiara Davó, calificó de "broma de mal gusto" que Sánchez pasara "de comprometerse a cambiar la financiación autonómica en un año a hacerlo a lo largo de una legislatura, si se puede solventar". La síndica tachó de "broma de mal gusto que venga el PSOE de Madrid a decir más España". "España no es nada si no garantiza los derechos de los valencianos, y por eso necesaria una financiación justa", sentenció la diputada morada.
Un tono que también emplearon representantes de Compromís como el diputado nacional, Joan Baldoví, quien reprochó que no se puede "estar anunciando indefinidamente la reforma de la financiación", por lo que exigió "hechos y no palabras".
En privado, miembros destacados de la coalición también calificaron "de pena" el compromiso de Sánchez. No en vano, recuerdan la reunión que tuvo lugar hace apenas dos meses cuando en agosto los socialistas se reunieron con Compromís para tratar de buscar apoyos en València de cara a una posible investidura en septiembre. En el encuentro participaron Mónica Oltra, Joan Baldoví, Ximo Puig y el ministro de Fomento en funciones, José Luis Ábalos.
Una cita tras la que el secretario de Organización del PSOE y ministro de Fomento aseguró que reformarían el modelo de financiación autonómico en el primer año de la legislatura si lograban los apoyos para volver a gobernar. Pero no solo eso, también puso encima de la mesa que en el plazo máximo de ocho meses presentarían una propuesta del cambio de sistema a todas las comunidades autónomas. De lo prometido entonces, a lo verbalizado por Sánchez este miércoles hay en definitiva tres años de diferencia.
El malestar generalizado, de hecho, obligó este jueves al propio Puig a matizar las palabras de Sánchez. "No vamos a esperar cuatro años, el cambio de modelo de financiación llegará seguro porque es una prioridad en la agenda política", subrayó el president de la Generalitat.
Los grupos de la oposición aprovecharon la ocasión para recriminar tanto el gesto de Sánchez a los valencianos como la actitud del president de la Generalitat ante este anuncio a cuatro años vista. "Puig ayer se mostró complaciente ante el jarro de agua fría que supuso la visita de Sánchez y sus intenciones respecto a la financiación en la Comunitat, muestra inequívoca de su debilidad dentro del Botànic", criticó la vicesecretaria general del PPCV, Elena Bastidas.
De la misma manera se pronunció el portavoz de Ciudadanos en Les Corts, Toni Cantó, que censuró que Puig "aplauda a su amo" ante un anuncio semejante. "El problema se aplaza cuatro años más. Con el tripartito que tenemos los valencianos estarán más endeudados y se enfrentarán a más recortes como los que vienen por el plan de ajuste del Consell", reprendió el síndic naranja.