De la alianza entre Indertec y Solatum surge CSIN que desarrolla una tecnología limpia que permite ahorrar entre un 35% y un 63% del consumo energético de las calderas, consiguiendo ahorros equivalentes en las emisiones de CO2
VALÈNCIA. El objetivo 9.4 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas contempla lo siguiente: "de aquí a 2030, modernizar la infraestructura y reconvertir las industrias para que sean sostenibles, utilizando los recursos con mayor eficacia y promoviendo la adopción de tecnologías y procesos industriales limpios y ambientalmente racionales, y logrando que todos los países tomen medidas de acuerdo con sus capacidades respectivas".
Para cumplir con ese objetivo, muchas industrias están recurriendo a la generación de electricidad con energía solar utilizando placas fotovoltáicas. Sin embargo, hay otra tecnología con un gran potencial y que puede generar grandes beneficios: la generación de calor industrial mediante energía solar, ya sea a través de vapor, aceite térmico, agua, o aire caliente. Una tecnología limpia, sostenible y que permite ahorrar entre un 35% y un 63% del consumo energético de las calderas, consiguiendo ahorros equivalentes en las emisiones de CO2.
Eso es lo que están consiguiendo en CSIN, compañía especializada en la fabricación y suministro de módulos de energía solar térmica de concentración. CSIN (compañía Solatom Indertec) nació en 2018 para aprovechar las sinergias entre Solatom e Indertec. Solatom es una start up fundada en 2016, acelerada por Lanzadera (la aceleradora de Juan Roig, propietario de Mercadona) e invertida por un fondo de inversión de impacto noruego (Katapult), cuyo objetivo es el de desarrollar una alternativa solar a las calderas convencionales de combustible fósil, que se utilizan en los procesos industriales de cualquier fábrica. Por su parte, Indertec (empresa del grupo Simetría) desarrolla instalaciones industriales y energéticas.
En 2018, Indertec empezó a explorar el mercado del calor solar para procesos industriales. En aquel momento Solatom ya contaba con sus primeras referencias comerciales en el sector químico. Ambas compañías vieron que los recursos y know how que cada uno podía aportar eran totalmente complementarios. Y nació CSIN, en la que Indertec aporta la capacidad de producir a escala industrial, además de desarrollar la ingeniería de integración y la operación y mantenimiento de la planta, mientras que Solatom aporta el desarrollo tecnológico, así como la cartera de clientes.
CSIN tiene la licencia en exclusiva para la comercialización de la tecnología Solatom en España. El mercado objetivo de CSIN son las pymes de sectores con grandes demandas de energía térmica (entre ellos, el sector de la alimentación y bebida, químico, papelero, textil, farmacéutico, etc) y principalmente de la mitad sur de la península, Andalucía, Murcia y Extremadura, incluyendo Castellón, Madrid y Salamanca. Además de las Islas Canarias y Baleares.
En la actualidad, la compañía cuenta con nueve referencias en España utilizando vapor, agua presurizada, aceite térmico y aire caliente como fluido de trabajo y ya fabrica y comercializa proyectos. ¿En qué consiste esta tecnología? Solatom ha desarrollado unos módulos de concentración solar capaces de generar calor a alta temperatura, de la misma forma que lo hacen las calderas convencionales usadas en la mayoría de las fábricas. En decir, los módulos serían una especie de caldera solar: generan energía térmica (en forma de vapor, aceite térmico, agua o aire) y, a diferencia de la fotovoltaica, no generan electricidad.
Los módulos pueden ubicarse tanto en suelo como en cubierta ya que tienen un peso inferior a 25 kg/m2, estando fabricados en su mayor parte en aluminio. Los módulos se fabrican en la fábrica de CSIN en Castellón, y desde allí se trasladan prensamblados al cliente, donde sólo es necesario conectarlos a la red de distribución de la fábrica. Esto lo hace muy competitivo respecto a los combustibles fósiles incluso en proyectos pequeños en pymes.