CASTELLÓ. La banca cooperativa Cajamar ha analizado en un desayuno de trabajo junto con una veintena de empresarios y directivos del sector alimentario los principales retos de esta industria castellonense.
La jornada ha sido inaugurada por el director de Negocio de Cajamar en Castellón y Valencia, Federico Zambruno, y el secretario general de Fedacova, Sergio Barona, según ha informado la entidad en un comunicado.
El desayuno de trabajo se ha iniciado con una ponencia del director del Servicio de Estudios de Cajamar, David Uclés, en la que ha hecho un repaso a algunas de las principales características de la industria alimentaria local, como el tamaño de las explotaciones, que son cinco veces menores que en el conjunto nacional. Uclés también ha señalado que la agricultura castellonense, intensiva en materia de empleo, sigue dependiendo de su marcada especialización en cítricos, sobre todo en mandarinas.
En los últimos años se ha recuperado el número de empresas del sector que había antes de la crisis, y si bien éstas son de menor tamaño, aun así, son más grandes que la media española. Asimismo, conforme a los datos presentados por el Servicio de Estudios de Cajamar, las exportaciones alimentarias siguen creciendo también por encima de la media nacional.
Entre los retos que debe abordar la industria alimentaria castellonense destaca el problema de la dimensión. “Hay fórmulas de gestión comunitaria que pueden ayudar a solventar esta problemática”, ha apuntado David Uclés, quien ha recordado que “la falta de dimensión también afecta a la competitividad del sector”.
La jornada ha concluido con un debate en el que han predominado las referencias a las dificultades que atraviesa el sector citrícola y se ha destacado el papel que desempeña el clúster de la industria alimentaria valenciana, que integra a todos los eslabones de la cadena, desde la producción a la trasformación, la distribución y la industria auxiliar.