VALÈNCIA. El belga Víctor Campenaerts (Team Qhubeka) ganó este domingo, bajo un aguacero, la decimoquinta etapa del Giro, con final en Gordizia, tras superar en la llegada al neerlandés Oscar Riesebeek (Alpecin), con quien se marchó en los últimos kilómetros tras una numerosa fuga en la que ambos fueron los mejores.
Por detrás, el pelotón llegó a más de diecisiete minutos sin novedad alguna, de tal forma que el colombiano Egan Bernal (INEOS) sigue con la maglia rosa.
La jornada estuvo marcada por una caída masiva en los primeros kilómetros que obligó al abandono al alemán Emanuel Buchmann (Bora), el eritreo Natnael Berhane (Cofidis), el neerlandés Jos Van Emden (Jumbo-Visma) o el portugués Rubén Guerreiro (Education First).
La etapa tuvo que neutralizarse durante veinte minutos y el miedo pareció apoderarse de los corredores tras todo lo sucedido.
Se fue un grupo grande por delante y el Bora, que tenía en Sagan a una gran baza para ganar este domingo, no quiso saber nada tras la herida del abandono de Buchmann, quien peleaba por estar en el podio final.
El numeroso grupo de escapados se marchó con el permiso del pelotón. Entre los fugados, el neerlandés Bauke Mollema (Trek), el italiano Dario Cataldo (Movistar) o los belgas Vanhoucke (Lotto Soudal) y De Bondt (Alpecin), pero ninguno de ellos supo leer a tiempo el movimiento ganador de los dos que se jugaron la etapa bajo la lluvia, arriesgando en cada curva conscientes del premio que les esperaba en la meta.
Triunfó el contrarrelojista Campenaers, más rápido en la llegada final, y Riesebeek se quedó con la miel en los labios, lo mismo que el resto de compañeros de aventura.
Por detrás no pasó nada en toda la etapa. El Ineos puso su habitual trote en cabeza del pelotón y nadie atacó, aceptando la tregua a la espera de lo que viene por delante la próxima semana.
Desde Sacile hasta Cortina d’Ampezzo irán los ciclistas este lunes, día en el que tendrán que hacer frente a la etapa reina de esta edición del Giro, con 212 kilómetros en los que tendrán que superar La Crosetta de salida, una dura subida de primera categoría, y en la parte final de la etapa subirán tres de las cimas más míticas de los Dolomitas, el Passo Fedaia, el Pordoi, que es la cima Coppi, y el temible passo Giau, antes del rapidísimo descenso final.