VALÈNCIA. El medallista olímpico de bicicleta de montaña en los Juegos de Río, Carlos Coloma, ha anunciado este viernes su retirada como corredor profesional, aunque seguirá ligado a este deporte como mánager de su equipo, el BH Templo Cafés.
Carlos Coloma (Albelda de Iregua. La Rioja. 1981) ha decidido "bajarse" de la bicicleta ha hecho oficial una decisión que meditaba desde hace tiempo en un acto en el que le han rodeado sus compañeros de equipo, familia y amigos.
El corredor riojano, visiblemente emocionado y sin poder contener las lágrimas, ha recordado sus comienzos en la bicicleta de montaña, el apoyo de su familia y también los momentos duros que ha pasado a lo largo de 25 años de carrera, como una grave lesión que le hizo pasar por el quirófano dos veces.
En los últimos meses, ha dicho, su madre era quien más le decía que "ya valía" y que no podía dedicarse bien a entrenar y preparar carreras a la vez que realiza las funciones de manager del BH y, especialmente, preparara a la mejor ciclista española de la disciplina, Rocío del Alba García.
"Hoy es un día especial, emotivo e importante", ha afirmado Coloma, que ha recordado cómo de niño practicaba otros deportes, hasta que en 1994 sus padres le llevaron a una carrera de bicicleta de montaña cerca de Barcelona "y pensé en retirarme, por el calor y porque me había olvidado los guantes" con lo que "creía que no iba a merecer la pena, pero quedé segundo. Todo empezó a tener sentido", ha destacado.
Llegaron después "años muy bonitos", como en 1999, cuando ganó dos medallas en el mundial júnior y tuvo ofertas para ser profesional de carretera, pero decidió continuar en su disciplina; en 2004 quedó fuera de los Juegos Olímpicos de Atenas "pese a ganar la plaza para España" y "en 2008 estuvo cerca de pasarme lo mismo" pero "gracias a mucha gente conseguí llegar a Pekín" pero "sin tiempo para entrenar".
En 2012, en los Juegos de Londres, logró un Diploma Olímpico "y por fin mi carrera empezaba a ser estable" justo cuando nació su segundo hijo, pero en 2013 sufrió una grave caída, que le llevó a ser operado en dos ocasiones "y a ponerme una placa con 8 tornillos" con los que "empezó la carrera hacia arriba".
Se vio entonces, en el inicio de 2014, en el puesto 350 del ránking mundial "y completamente arruinado, sin dinero ni para un café" pero "con el apoyo de mis padres y mis amigos", ha relatado, retomó su carrera e inició el camino a Río de Janeiro 2016.
"Tuve la suerte de conocer a mi preparador desde entonces y de formar un grupo de trabajo con el que preparar los Juegos como había que hacerlo" y "el 21 de agosto de 2016 logramos hacer historia y traer la medalla para La Rioja", el bronce olímpico.
Ha reconocido que "desde entonces todo ha ido muy rápido y no he sido ciclista profesional al 100 %" por sus numerosos compromisos, atender a los medios de comunicación y gestionar su propio equipo.
Otro punto de inflexión en su carrera llegó entonces "porque apareció Rocío y desde entonces todo lo que he hecho, de forma inconsciente ha ido más a su carrera que a la mía", ha incidido, en alusión a Rocío del Alba García, su "pupila" en el BH.
Ha agradecido a la marca vasca de bicicletas que le haya apoyado desde 2019 pera crear el equipo más fuerte de bicicleta de montaña en España "y el primero que tiene a un cuerpo técnico totalmente profesional" y con el objetivo de que todos sus miembros (David Valero, Pablo Rodríguez y Rocío del Alba) formen el equipo olímpico de España en Tokio.
Así "al final del pasado año pensé que llegaba el momento de la retirada, mi madre llevaba meses diciéndome que ya valía y que no se podía llegar a todo, al equipo, a la empresa, a la familia, que eso no es sano para nadie" y "veía que cada vez tenía menos tiempo para entrenar".
Así, en la prueba de hace tres semanas en Banyoles, cuando se retiró vio "que había llegado el momento de pensar si merecía la pena seguir así, entrenando deprisa, descansando deprisa..", ha detallado, y decidió que "era el momento" de centrarse "en el camino hacia Tokio de ellos y afianzar este proyecto con el objetivo de París 2024".
"No quería tirar mi carrera en cuatro meses para no cumplir lo que dije, que si no estaba convencido de disputar la medalla lo iba a dejar", ha asegurado Coloma, para el que "estos 25 años han pasado muy rápido, miro hacia atrás y no entiendo cómo han podido pasar".
Ha aclarado, por último, que para no dejar del todo la bicicleta correrá algunas pruebas, la primera de ellas este domingo en la apertura del Super Prestigio, en Arnedo (La Rioja), y también realizará el calendario del mundial de (e-bikes) bicicletas eléctricas, que comienza a finales del mes próximo en Mónaco.