El Teatre del Raval. Foto: La ExprimidoraCASTELLÓ. Hace más de un mes que el Teatre del Raval no recibe público. Sus puertas, al igual que las del resto de espacios municipales, siguen bajadas desde que el pasado 15 de febrero el Ayuntamiento de Castelló decidiera suspender toda actividad cultural. Más de cinco semanas han transcurrido ya. Un tiempo de absoluta sequía que, si nada extraordinario ocurre, podría acabar este próximo lunes, día en el que termina la prórroga de las restricciones en la ciudad y fecha en la que empieza la particular desescalada de la Generalitat. Entre otras, se permitirán las reuniones en espacios al aire libre entre cuatro personas y se levanta el cierre perimetral de grandes ciudades como Castelló.
Por lo que ahora sí, el espacio cultural volverá a llenarse de espectáculos de teatro, así como de conciertos o sesiones de cine. Pero además de este, el Teatre del Raval va a someterse a algún cambio más. La concejalía de Cultura busca una empresa que gestione el ente durante los próximos dos años. Para hacerlo posible, ha sacado a concurso un contrato que cuenta con un presupuesto base de 272.634,50 euros (impuestos incluidos), es decir, casi el doble del que se contó en 2018, con 146.751,07 euros. Así mismo, el Ayuntamiento contempla una nueva gestión que podría durar tres años, debido a las dos prórrogas, de un año cada una, que se reflejan en el contrato.
El objetivo es, como lleva siendo desde hace años, abarcar cada vez más propuestas procedentes de diferentes asociaciones de la ciudad. No es este un teatro únicamente para profesionales de las artes escénicas, como ocurre con el Teatre Principal, a cargo del Institut Valencià de Cultura. En su caso, tal y como explicó la regidora de Cultura, Verònica Ruiz, a este diario, el propósito es dar la mano "al máximo tejido asociativo de la ciudad". En consecuencia, una de sus propuestas más establecidas en el Raval es la de 'Castelló a Escena', una cita que da visibilidad a las creaciones de teatro amateur hechas por colectivos locales como Amigos del Teatro o El Taronger.
Para su nueva etapa, el Teatre del Raval necesitará que la empresa adjudicataria aporte los servicios de jefe de sala, de escena, de puerta, así como el servicio de taquilla y de limpieza. Y es aquí, donde se nota la influencia de la covid-19, ya que es la primera vez que se incide en la necesidad de "decretar normas, recomendaciones o directrices sobre la higiene del espacio en una situación de emergencia sanitaria o de estado de alarma por situación epidémica o pandémica". Además, los nuevos responsables tendrán que facilitar una propuesta de los servicios de la sala durante un hipotético mes. Un planning que deberá contar, como mínimo, con cuatro proyecciones audiovisuales, dos representaciones teatrales diferentes de dos compañías distintas, dos actividades musicales, cuatro actuaciones enfocadas al público escolar y dos más para público familiar.
Por otro lado, el incremento del presupuesto se verá también reflejado en el del salario de su personal que ascenderá de media tres euros cada hora. Los interesados en concurrir a esta contratación podrán hacerlo hasta el próximo 10 de marzo, dado que está previsto que los nuevos gestores empiecen a trabajar en el Teatre del Raval el 1 de abril, contrato que expirará -si no hay prórrogas- el 30 de diciembre. En caso de extenderse, podrían continuar hasta el 31 de marzo de 2023.
