La “agosticidad” y valga el palabro tiene mucho peligro. Pasan cosas siempre. Estamos en plena pandemia con una gestión dispar, sin cumplir el objetivo del ya insuficiente 70% de la población vacunada, con el recibo de la luz disparado, ministerios que se enfrentan por la devolución de menores a Ceuta y sin base jurídica y de remate la situación de Afganistán. A Pedro Sánchez le ha pillado en alpargatas con un Gobierno que va como pollo sin cabeza
El atuendo y la estética. Los gestos y formas en política son parte fundamental de la gestión de un Gobierno o una alta responsabilidad. Lo de las alpargatas del presidente Pedro Sánchez o la camisa por fuera de Josep Borrell, el máximo representante de la política de exteriores europea, son un síntoma de vacuidad y de cómo se afrontan los problemas. Se comparece días más tarde que los demás y encima se hace como quitando importancia a la crisis, o eso parece. A todos los responsables se les exige eficiencia y eficacia en su trabajo, pero hay ocasiones en que la trascendencia e importancia de las situaciones exige “saber estar”. El castizo “el hábito no hace al monje” es un remedo que aquí no vale. Sánchez está de vacaciones, las merece como todo el mundo, pero no debe dar sensación de despreocupación. Y no son las alpargatas. No puede estar tuiteando él o su equipo de redes con frases políticamente correctas y sin ninguna trascendencia cuando estamos en plena crisis afgana. Sus homólogos europeos han abandonado su descanso, han comparecido en sus parlamentos o han dado una rueda de prensa explicando a sus ciudadanos la cuestión. Y lo que es peor, cuando te das cuenta de la metedura de pata, recortas la foto y la envías más “aseada” y sin verse las alpargatas. Muchos dicen que esto con Iván Redondo no pasaba. Cuando vuelcas todo tu poder en la publicidad y el marketing corres el riesgo de perder la perspectiva. En cuanto a Borrell, como autoridad comunitaria frivoliza su presencia en una entrevista televisiva. Está hablando de un asunto muy delicado y trascendente para la comunidad internacional, por no decir que es una crisis humanitaria global. La puesta en escena es un error. Y si la gestión de la cuestión fuera buena, pero es que no lo es. Estamos en manos de la arbitrariedad de los talibanes y de lo que diga EEUU.
Nuestra pobreza diplomática. Y ya que estamos, la inexistente valoración internacional de nuestro país pone en evidencia muchos años de nula presencia en el concierto mundial. En ocasiones como esta, resulta lastimero ver como nuestros recursos son muy débiles. Alabamos desde luego la labor de nuestro ejército, de los 17 GEO de la Policía Nacional y también el trabajo del embajador Gabriel Ferrán Carrión que está coordinando la evacuación y no abandonará Kabul hasta que se repatrie a los afganos y personal español que están en una espera dramática en el aeropuerto de la capital afgana. Se ha reaccionado tarde y mal y con presencia atropellada. De acuerdo que la situación en el aeropuerto afgano es incontrolable y estamos en manos de la coordinación de EEUU y de la arbitrariedad de los talibanes que impiden a los afganos colaboradores con otros Estados acercarse a la instalación para ser repatriados. Deberíamos aprender de la situación
Los “menas” y los ministros que no se hablan. Es sabido que las relaciones diplomáticas con Marruecos desde hace tiempo no atraviesan su mejor momento. El caso es que este conflicto al final ha derivado en la situación lastimosa de los menores que en su día llegaron a Ceuta y que ahora se empezó a devolver a Marruecos. En una decisión confusa y casi disparatada, saltándose la ley, el ministerio del Interior, no se olvide dirigido por un jurista como es Fernando Grande Marlaska, ejecutó el procedimiento. El caso es que la Audiencia Nacional y el juzgado de lo Contencioso de Ceuta decidió suspender el operativo de devolución de los menores. Y entonces conocemos que Marlaska en ningún momento comunicó nada del asunto a la ministra de Asuntos Sociales, Ione Belarra. Con lo que otra vez lío en el ejecutivo. Son dos gobiernos en uno. Según el tema que se trate hay distintas apreciaciones. Belarra reclamaba porque no se preguntó a los menores por su disponibilidad a irse o quedarse como obliga la ley y no se hizo. Así que nuevo encontronazo gubernamental
Vacunación insuficiente. Y si ya no fuera poco lo narrado tenemos el incumplimiento de las cifras de vacunación que en su día prometió el presidente del Gobierno Pedro Sánchez. Y da igual la triquiñuela utilizada por la ministra de Sanidad, Carolina Darías, para cubrir a su jefe. Lo de la población diana mayor de 12 años elevaba al 71,2% el porcntaje, pero nos deja la vacunación global en el 63%. Es igual, según los expertos resulta que necesitaremos el 85 o 90% de inmunización para conjurar a las nuevas variantes del virus Si es que las promesas se las lleva el viento y es mejor no hacerlas. Luego te las recuerdan, porque las hemerotecas lo cuentan todo.
Estefanía Vera, viuda del policía nacional Isidro Gabino Sanmartín, asesinado por los talibanes en el asalto a la embajada de España en Kabul en 2015: “No es rabia, es impotencia. Siento mucho dolor. Su muerte y la de sus compañeros ha sido en vano. Y creo que lo ocurrido ahora tendrá consecuencias” ¡Tanto trabajo y entrega para nada. El dolor de las familias de los 102 militares, policías y guardias civiles en Afganistán no se recuperará. Sufren ahora una doble victimización y temen por un futuro incierto. Los talibanes pueden volver a actuar en cualquier lugar del mundo!
Nilofar Bayat, capitana de la selección de baloncesto paralímpico de Afganistán que jugará en la liga española tras la gestión de la federación el Consejo Superior de Deportes y la embajada: “No puedo salir y sé que no estoy segura aquí. Los talibanes me matarán. No les gustan las mujeres como yo” ¡Es una situación real. No hay blanqueo posible. La sharia va contra las mujeres y cualquier atisbo de libertad!
Josep Borrell, alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad: “Lo que ha ocurrido en Afganistán es una derrota del mundo occidental. Tenemos que hablar con los talibanes aunque nos escandalice” ¡Como siempre, vamos tarde y mal. La UE está supeditada a EEUU y a lo que decida. No tardaremos en ver acuerdos con los talibanes!
Joe Biden, presidente de los EEUU: “Fuimos a Afganistán a capturar a los responsables del 11S, no a crear una democracia. Nuestras tropas no pueden ni deben luchar y morir en una guerra que las fuerzas afganas no están dispuestas a pelear” ¡Sinceridad o reconocimiento de un fracaso. Baja su popularidad y en el recuerdo los estadounidenses siempre vuelve la dolorosa salida de Vietnam!
Pablo Casado, presidente del PP: “Sánchez debe dar la cara” ¡La oposición desde twitter marca terreno y pide explicaciones al presidente. La “agosticidad” deja al desnudo a todos!
Inés Arrimadas, presidenta de Ciudadanos: “Pedro Sánchez se esconde y España sigue sin una posición clara” ¡España no tiene ni fuerza ni presencia internacional. La diplomacia no es nuestro fuerte!
Portada del diario Marca, el martes 1 con foto de una niña afgana jugando al fútbol: “¿Qué va a ser de ellas?” ¡Sensibilidad y periodismo. El diario deportivo con Juan Ignacio Gallardo al frente apuesta por la solidaridad y la cruda realidad. Las mujeres ya no tendrán vida en Afganistán. Ni deporte, ni sonrisas, ni libertad!
Ya saben ese pulso entre las ideas de Parménides y Heráclito, sobre si todo permanece o todo cambia, también ocurre en la geopolítica