CASTELLÓ. El grupo municipal de Compromís per Vila-real ha conseguido frenar el derribo de la alquería de Sant Josep y la dels Frares, ubicadas en una parcela incluidas en el plan parcial del Sector Europlataforma Intermodal, más conocido como Espai Vila-real. Este plan iba a ser modificado parcialmente para la construcción de equipamiento de infraestructuras eléctricas y que preveía el traslado de ambas edificaciones del siglo XIX. Estas alquerías forman parte del catálogo municipal de patrimonio histórico artístico y catalogadas por el Plan General con un grado de protección integral.
Compromís per Vila-real presentó una alegación al proyecto que ha sido resuelta de manera favorable. “Estamos orgullosos de haber frenado algo que incluso el arquitecto municipal, en su informe, califica como un despropósito”, indica la portavoz adjunta de la formación, Maria Fajardo, en un comunicado de la organización. La edila detalla que el texto recalca la dificultad de trasladar revestimientos frescos y estructuras tradicionales, ya que en su posterior reconstrucción se perdería por completo la esencia de la estratigrafía mural y la impronta dejada por el paso de la historia “pasando a ser unas simples réplicas fuera de contexto, extemporáneas y desencajadas del entorno y paisaje donde se generaron”.
El técnico considera que “lo más acertado sería conservar las edificaciones con sus características intrínsecas y proceder a su preservación en su entorno natural” y propone que se mantengan rodeadas por una zona ajardinada, así como que el planeamiento parcial objeto de modificación incorpore las medidas necesarias a tal efecto.
“Lo único que pedimos en nuestra alegación fue que se nos enviara el informe según el cual ambas alquerías podían ser trasladadas sin peligro para su integridad y que en el texto de la modificación puntual se eliminara todo el párrafo en el que se considera la posibilidad de su traslado, ya que consideramos que había un peligro evidente de destrucción de ambas edificaciones, además de solicitar que se considere su restauración en el lugar histórico en el que se encuentran”, explica Fajardo.
La edila recuerda que esta alegación nace gracias a la existencia de un movimiento vecinal, que fue el primero en dar la voz de alarma, además de manifestarse en contra del derribo de las casas, “lo que ha ayudado a que tomara fuerza esta alegación que Compromís ha materializado”. “Junto a ellos estuvimos a principios de año y escuchamos sus reivindicaciones, con las que nos solidarizamos, de manera que hoy sí podemos decir oficialmente que las alquerías no se tocan”, concluye.