EL INVERSOR ESTÁ DESNUDO / OPINIÓN

Cuatro claves para seleccionar bien un fondo de inversión

12/05/2021 - 

VALÈNCIA. Uno de los productos más sencillos para invertir en los mercados financieros son los fondos de inversión. Solo en los últimos 10 años el volumen de capital en estos productos se ha visto duplicado en España. Los fondos son administrados por gestores, que basan la selección de los activos en su propio análisis. 

La principal oferta normalmente está dominada por las grandes firmas financieras nacionales, principalmente porque para el gran público de pequeños ahorradores estas entidades todavía ponen mucha resistencia en ofrecer soluciones de terceras gestoras. Dejemos bien claro esto último porque es una política que busca concentrar la oferta en productos propios, cuyo margen en comisión es mayor para la entidad. O dicho de otro modo: 'barriendo' hacia su propio patio. De no ser así, el universo en productos para el gran público seria inmenso, si se incluye toda la oferta de productos de gestoras internacionales.

Normalmente la oferta para invertir se separa por regiones, sectores o estilo de inversión y, por norma, el nombre del producto ya nos puede dar alguna pista sobre el enfoque concreto. A continuación resumimos cuatro claves que consideramos importantes a la hora de seleccionar un fondo de inversión:

  • Comparar los costes. Es recomendable evitar la trampa de costes cuando se selecciona un fondo de inversión. El mismo fondo puede tener distintas clases, y si es el caso significa que cada clase tiene una estructura de costes distinta. Es fundamental saber identificar la clase más económica para el tipo de inversor que es. Por regla se trata de poner el foco en la comisión de gestión anual y en una eventual comisión de éxito. En este sentido, el coste total del producto tiene trascendencia porque va a cargo de la rentabilidad... y también se aplica cuando el fondo tiene un mal año.
  • Analizar la información relevante. Para entender mejor en lo que se invierte se debe prestar atención a los documentos de datos fundamentales para el inversor (DFI) y la ficha del fondo concreto. Estos documentos están disponibles en las páginas web de los mismos proveedores de producto, en páginas especializadas o en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Es extremadamente valioso leer en estos documentos la estrategia de inversión porque nos puede dar ideas concluyentes sobre la tolerancia de riesgo que se asume antes de tomar una decisión. Trata de ir un poco más a fondo en vez de confiar únicamente en la escala de nivel de riesgo que podemos encontrar en los datos fundamentales. Luego hay otra información que consideramos relevante, como por ejemplo el tiempo que el mismo gestor lleva trabajando con el fondo y su trayectoria histórica en este y en otros fondos.
  • Elegir la estrategia del fondo que queremos. Es igual de importante que el tema de los costes. El horizonte temporal de la inversión debería marcar la decisión y la recomendación -si se decide por un fondo de inversión- sería invertir al menos en un plazo de 3 años. Para menores horizontes de tiempo otras alternativas, como por ejemplo los ETFs (gestión pasiva), pueden cobrar mayor sentido ya solo por la estructura de coste inferior que estos aplican. En la gestión activa se exige un horizonte de inversión más extendido debido a que los gestores toman sus decisiones en las empresas que se invierte, basadas en el potencial económico-financiero a medio y largo plazo. Por tanto, aquí el foco no está puesto tanto en los resultados a corto plazo y allí es donde radica una de las diferencias principales frente a los ETFs o fondos de inversión cotizados.
  • Pedir opinión de terceros. Existe mucha oferta en fondos dentro de un mismo segmento. Para el gran público puede parecer un gran laberinto y mucha información difícil de digerir o saber extrapolar. Se recomienda acudir a asesores financieros independientes y regulados por la CNMV, con los conocimientos apropiados para pedir una segunda opinión. Estos siempre deben informar en el mayor beneficio del inversor y protegiendo así los intereses de este en cada momento. Una figura clave que por su labor y contribución aporta mayor transparencia y eficacidad al sistema financiero. El ahorrador haría bien en aprovechar esta opción que le propicia una guía para iniciarse en el mundo de la inversión.

Para terminar comentar que un fondo de inversión es un producto muy práctico también desde el punto de vista fiscal, así como para conseguir una adecuada diversificación de los riesgos. En España permite el traspaso a otro fondo de inversión sin peaje fiscal, siempre que el fondo cumple con estos requisitos (la mayoría de fondos comercializados en España lo cumplen). No se evita así el coste fiscal sobre la futura plusvalía realizada pero se puede posponer mientras se cambia de un fondo a otro mediante un traspaso entre fondos. Asimismo los fondos también garantizan la diversificación porque no concentran el capital en solo 5-10 valores sino que lo reparten entre 30-50 posiciones individuales. Todo siguiendo la pauta de no poner todos los huevos en la misma cesta.

Christian Dürr es socio-director de ETICA Patrimonios EAF

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