VALÈNCIA (EFE). El portavoz de Unides Podem en Les Corts, Rubén Martínez Dalmau, ha asegurado que asume la nueva etapa en el gobierno de la Generalitat con lealtad hacia un programa común y el reto de crear un proyecto real de país.
Dalmau, que ha alternado valenciano y castellano en su intervención en el debate de investidura del president de la Generalitat, ha manifestado que es el momento de iniciar una nueva historia y Unides Podem lo hace "con lealtad, con sentido crítico y con una única deuda: con la gente".
Ha defendido el deber de escuchar a la gente que necesita de su acción política y los unos a los otros, y ha asegurado que los próximos cuatro años serán de avances y logros.
El portavoz de Unides Podem ha dicho esperar que la emergencia climática esté en el marco de preferencias del nuevo Consell, que debe profundizar en enfrentarse a los retos y pensar en un proyecto verde para el futuro.
El Botànic, ha dicho, recoge un punto que podría colocar a la Comunitat Valenciana en la vanguardia jurídica europea por reconocer los derechos de la naturaleza, los marjales, el mar y las montañas.
Ha apostado por una política de pymes proactiva y por una posición clara del Consell respecto a las multinacionales interesadas en instalarse en la Comunitat, que fue "un cheque en blanco sobre terrenos urbanizados a gusto del consumidor".
Ha reivindicado el sur de la Comunitat Valenciana, Alicante, donde están ocho de los diez municipios más pobres del territorio y tres de los diez barrios más pobres de España, para asegurar la equidad en la sociedad.
También se ha referido a las "kellys" y las aparadoras, colectivos que necesitan cambiar su injusta situación, y a la oportunidad de acabar con las diputaciones, "nidos de corrupción", una vez que se han dignificado las instituciones.
Dalmau ha afirmado que las tres derechas con visiones "monocolor" de España perdieron las elecciones porque la sociedad valenciana les dijo "no al machismo, la corrupción, las privatizaciones, al desprecio a su cultura, al racismo y al conflicto".
"Ha dicho no al pasado y ha dicho un sí, claro y contundente, al futuro, al feminismo, a la interculturalidad, a los servicios públicos y a la convivencia", ha agregado.
La historia nos enseña, ha dicho, que siempre hay una alternativa y "sí hay alternativa al gobierno corrupto de las derechas, y somos nosotros en esta cámara".
Dalmau ha señalado que el bipartidismo y las mayorías absolutas se han ido "para no volver" y ahora está la oportunidad de hacer una política "verdaderamente democrática".
Ha recordado el pacto del Botànic, que Podem apoyó aunque sin formar parte del Consell, y algunas de las mejoras puestas en marcha como la ley de recuperación de la televisión valenciana, la ley contra la pobreza energética, la creación de la Agencia Antifraude o el pacto contra la violencia machista.
Cuatro años después de esas políticas -periodo en el cual ha agradecido el trabajo de los exdiputados Antonio Montiel y Antonio Estañ-, que sirvieron para transformar la sociedad, "no podemos ser conformistas y no debemos bajar los brazos" porque comienza una nueva etapa que ha de ser de "transformación".
Sobre Esquerra Unida, ha destacado que son una fuerza con la que comparten proyecto de futuro y luchas sociales.
El president de la Generalitat en funciones, Ximo Puig, ha admitido que se abre una etapa de avances de un solo gobierno formado por tres fuerzas, y ha citado al humanista Andrés Bello que dijo "o inventamos o erramos". "Eso es lo que hemos intentado hacer en el Botànic I", ha indicado.
En el turno de réplica, Puig ha agradecido a Podem su trabajo en apoyo al Consell estos cuatro años, en los que los Presupuestos de la Generalitat se han aprobado cada ejercicio en tiempo y forma "gracias a su grupo".
"Tenemos la gran oportunidad de renovarnos, como dijo De Sousa Santos", sin perder la memoria del pasado y con muchos retos, y una diversidad acogedora.
En eso estamos, de investidura en investidura, una fallida, otra presumiblemente efectiva, con la amnistía por medio que algunos han querido orillar; es decir, sesión en el Parlamento en la que poco se ha hablado de lo que le interesa a los ciudadanos. Demasiado ruido, postureo y estrategia oportunista y de trampantojo. Y falta de respeto a las instituciones que ya empieza a ser un clásico.