VALÈNCIA. El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, ha indicado este jueves que la institución europea tiene "en alta consideración la calidad" del análisis realizado por el Banco de España sobre la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) a 900 euros y el impacto que puede tener en los datos de creación de empleo, si bien ha añadido que "no entra en políticas nacionales".
El Banco de España sigue manteniendo que la subida del 22,3% del salario mínimo, hasta 900 euros, "terminará teniendo un impacto negativo en el empleo", aunque recientemente matizó que hay un "elevado grado de incertidumbre" al respecto y que todavía es pronto para realizar un cálculo "riguroso" sobre el impacto preciso, que no se tendrá hasta el verano de 2020, y que, en cualquier caso, "no hay ninguna metodología infalible".
Por otro lado y preguntado sobre si el tiempo de espera para conformar Gobierno puede afectar a la economía española, Guindos ha señalado que "de cuestiones domésticas no opina", pero que lo único que desea es que haya un Gobierno estable, que ponga en marcha cuanto antes las medidas que son necesarias para mantener el crecimiento diferencial que se vine produciendo en la economía española desde 2013.
En este sentido, ha destacado el mejor comportamiento de la economía española frente a la europea, pero ha asegurado que también hay desaceleración económica en España y ha pedido que se tenga en cuenta.
Así lo ha señalado tras su intervención en el seminario 'Las finanzas sostenibles y su importancia en el futuro de la economía' organizado por la Universidad Menéndez Pelayo y la Asociación de Periodistas Económicos (Apie) y patrocinado por BBVA.
Concretamente, sobre la economía española, Luis de Guindos ha apostillado que se está comportando mejor que la europea, porque es una economía "competitiva" y porque es una economía que "saneó intensamente su sector financiero" y ahora hay entidades "solventes, independientemente de que haya debate de si tienen que tener más o menos capital".
"España va a crecer por encima del 2%, mientras que Europa lo va a hacer ligeramente por encima del 1%", ha apuntado, tras resaltar que España debe continuar como hasta ahora para que este diferencial se siga manteniendo.
El exministro de Economía ha resaltado que se anticipa una perspectiva de crecimiento "muy moderado" en Europa, con una inflación reducida. En concreto, ha apuntado que la institución europea espera que la economía crezca hasta un 1,2% este año y que se recupere posteriormente hasta entornos del 1,5%.
Respecto a la inflación, Guindos ha señalado que se espera que en los próximos meses la inflación continúe desacelerándose, aunque, sin embargo, el BCE espera que "lo que es el núcleo duro de la inflación" siga elevándose marginalmente de forma paulatina como consecuencia de la evolución salarial en Europa y, por otro lado, porque el BCE ha proporcionado "un nivel muy amplio de liquidez".
Asimismo, ha resaltado que se ha retrasado el horizonte temporal para subir los tipos de interés y que el BCE está dispuesto y abierto a reaccionar en función de cómo se vayan evolucionando las noticias económicas en toda Europa.
"El consejo de Gobierno del BCE afirmó que estaba dispuesto, en el supuesto de que hubiese un deterioro de las políticas económicas o se produjese inflación, a reaccionar con medidas adicionales, que pueden ser de diverso tipo, sin exclusión", ha remarcado.
También ha señalado que más importante que la proyección económica es que los riesgos para la economía europea (brexit y tensiones comerciales) se vean claramente sesgados a la baja. "La mera permanencia en el riesgo hace que los riesgos sean más tangibles e inmediatamente reaccionaríamos con medidas adicionales en el ámbito", ha resaltado.