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el tintero / OPINIÓN

De Twitter a Instagram, de Podemos a Vox 

Las redes sociales juegan un importante papel en las campañas electorales, así ocurrió en las generales de 2015 con el auge de Podemos a golpe de tuit, y así está ocurriendo en esta convocatoria con la irrupción de Vox a base de 'story'

27/03/2019 - 

Las redes sociales llevan años suponiendo una revolución en la manera de comunicarnos y lo que es más importante, de comportarnos. La dependencia de los dispositivos móviles, tiene como gran responsable la adicción o enganche a las redes sociales, su consulta continua para saber qué ocurre en el mundo, cómo ha quedado el partido de futbol de cualquier competición o la última publicación de un divertido monologuista o una influencer que nos cuenta que crema usar o donde salir a cenar. Pasamos cientos de horas consultando diferentes redes, aunque sin duda algunas son las más relevantes y por ello, todos quieren estar presentes en ellas, también los políticos y las formaciones.

Con el paso de los años, cada red ocupa cierto espacio o posicionamiento, de manera resumida no es difícil observar que twitter es una red donde periodismo y política tienen gran presencia y se debate o discute constantemente, con un público joven y de mediana edad, en cambio Instagram es una red centrada en la imagen y los vídeos cortos, con un usuario y público joven y adolescente, que en los últimos tiempos ha tenido un importante auge y protagonismo en el mundo comercial y también en la política. Por ello, los partidos intentan adecuar su mensaje, su imagen y sus candidatos a las diferentes plataformas, a veces llegan tarde, a veces no acaban de llegar y otras veces consiguen dominar el terreno como si de un cantante o deportista de éxito se tratara.

Muchos recordamos como tras el 15M, Twitter se convirtió en el nuevo ágora del siglo XXI, en la plaza pública digital donde (parecía) que todo se dirimía. Las elecciones serían consecuencia de lo que políticos, periodistas y público (incluidos trolls o perfiles falsos) decidieran en la red social. Pero se fue comprobando que había vida fuera de Twitter, que muchas personas, no tienen perfil porque no quieren o porque no les apetece, o simplemente porque las redes han llegado demasiado tarde y ellos ya tienen experiencia y conocimientos como para saber cómo se las gastan los políticos, especialmente en época de pedir nuestro voto.

Podemos fue sin duda el partido político, con apariencia de surgir de la calle, del cabreo del español medio, de manera casi espontánea, mejor supo utilizar y capitalizar las redes, sobre todo por la gente joven, conocedora de estas herramientas digitales, que se sumó al proyecto de Pablo Iglesias. A día de hoy muchos de sus compañeros de viaje se han ido a otra parte, algunos a seguir en la política y otros no. Aprovecho la vuelta del líder supremo de la izquierda radical para mostrar mi sorpresa, ya que en su entrevista televisiva del pasado sábado y pese a estar de baja con sus retoños unos meses, mostró su lado más duro. Ataques constantes a bancos y medios de comunicación (con su casa jardín y su constante presencia en medios); ceño fruncido que denotaba esa actitud de eterno cabreo y una posición en el sillón propia de un joven deportista que es entrevistado por primera vez. Demasiado postureo, demasiada hipocresía, creo que demasiada maldad.

Y de aquel Podemos tuitero que supera el millón de seguidores en esta red y sin duda es el rey en la plataforma de microblogging, a la nueva fuerza política que espera tener una destacada presencia en las próximas citas electorales: Vox. Quien en los últimos meses ha conseguido dominar Instagram, superando al resto de partidos con una amplísima ventaja en el número de seguidores. La característica principal de esta red es la imagen (fotos y vídeos) y las stories, publicaciones breves y efímeras que caducan a las 24h, donde estar constantemente alimentando a los seguidores. Ahí el partido que preside Santiago Abascal ha logrado llegar al público más joven donde tienen muchos seguidores, más de los que muchos puedan imaginar por u ingrediente emocional pero muy necesario: la ilusión.

Las redes sociales no son la vida real, pero en la vida real hay millones de personas que también participan en redes, por ello personas, empresas y partidos políticos saben que es importante tener presencia, adecuar los mensajes y estar atentos a los cambios y transformaciones que las redes implementan constantemente. El voto cada vez tiene más “novios”, es más volátil y muchos lo decidirán unos días, cuando no horas, antes del día de las elecciones mientras miran su móvil y leen el último tuit o ven el vídeo emotivo publicado en Instagram. Desde las redes nos lanzan las redes para atraparnos con sus mensajes enredados.

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