VALÈNCIA (EFE). El Hospital General de València ha detectado un incremento de los casos de violencia de género que afectan a la población pediátrica, así con un aumento de conductas violentas de menores que acosan y maltratan a sus jóvenes parejas.
Así se ha puesto de manifiesto durante la IV jornada de Sensibilización y Acción Social del Hospital General de València, que este año se centra en "Menores y violencia de género" para dar visibilidad a un problema que no solo afecta a las mujeres, sino también a miles de niños y niñas y de adolescentes.
Durante la jornada, el pediatra Rafael Navarro ha expuesto que el número de menores asesinados por los maltratadores se ha incrementado y que los menores son utilizados como "arma arrojadiza" para hacer daño a las mujeres.
La jornada ha sido inaugurada por la directora gerente, Inmaculada Renart, que ha recordado que maltratar a la madre aumenta el riesgo de maltrato directo los menores y que existe una fuerte vinculación entre el maltrato de pareja y el maltrato infantil, según un comunicado del hospital.
Por ello, ha destacado la importancia de la implicación del personal de los servicios sanitarios para detectar estas situaciones de violencia y ayudar a que sus víctimas "rompan el silencio, que sean escuchadas, comprendidas y se dé visualización a este problema".
La responsable de Igualdad del centro, Pilar Gil, ha señalado que es "una trágica paradoja que las mujeres y la infancia corran mayores riesgos allí donde deberían disfrutar de mayor seguridad: en su propio hogar".
La violencia contra las mujeres tiene graves consecuencias en el desarrollo y bienestar de sus hijos e hijas, quienes sufren síntomas depresivos, miedos, alteraciones del sueño, regresiones y problemas de integración en la escuela.
Así lo ha señalado Save the Children en el Día internacional contra la violencia machista, que en la Comunitat Valenciana ha dejado 37 niños y niñas huérfanos desde 2013 hasta octubre de este año, y seis menores fallecidos como consecuencia de esta violencia.
Según esta organización, los hijos de estas víctimas asumen además roles parentales de protección hacia sus hermanos menores o su madre, y entre quienes han presenciado el asesinato de su madre la vivencia les ocasiona un enorme trauma.
"La única forma de acabar con esta violencia es mediante la prevención, la educación y la tolerancia cero", ha señalado en un comunicado Rodrigo Hernández, director de Save the Children en Comunitat Valenciana, quien ha reclamado que se incrementen los recursos para prevención.
Hernández ha explicado que estos niños y niñas "pierden de un plumazo a los dos adultos que hasta ese momento eran sus referentes", y nadie de la familia se puede hacer cargo de ellos entran en el sistema de protección para su acogimiento.
"Esto produce su revictimización, al tener a un padre en prisión, una madre asesinada, y encontrarse separados de su entorno familiar", ha asegurado, a lo hay que sumar la vulnerabilidad económica al verse privados de los cuidados y sustento de sus madres.
En la Comunitat Valenciana, Save the Children pide reforzar las campañas de prevención y sensibilización sobre la violencia de género y que se anticipe la educación afectivo-sexual como herramienta para empoderar a niñas y niños y educarles en la igualdad de género desde edades tempranas.
Según Hernández, aunque la Comunitat Valenciana ha logrado "un gran avance" al rebajar el inicio de la educación sexual a los 12 años, "sigue siendo insuficiente", pues el año pasado 106 niñas y adolescentes valencianas fueron víctimas de violencia de género.
La Conselleria de Participación, Transparencia, Cooperación y Calidad Democrática tiene en marcha siete proyectos contra la violencia infantil y de género en diversos países del mundo a través del trabajo que desarrollan sobre el terreno diferentes ONDG, y que cuenta con una subvención de 3.561.133 euros.
Los proyecto se están desarrollando en Senegal, República Dominicana, Marruecos, Túnez, Brukina Faso, Níger y Mauritania, según un comunicado de la Generalitat.
La consellera de Participación, Rosa Pérez Garijo, ha destacado que estas iniciativas "trabajan in situ con las mujeres y niñas que viven una violencia de género brutal, estructural, en sus países. Tenemos el compromiso de mirar y actuar más allá de nuestras fronteras en la lucha por la igualdad y la erradicación de la violencia machista".
En concreto, en Senegal se está trabajando para reducir la violencia basada en el genero y la mutilación genital femenina, así como su impacto en la salud de las mujeres y menores.
En la República Dominicana el proyecto se orienta a la prevención del matrimonio infantil y la unión temprana de niñas y adolescentes de familias vulnerables en diferentes municipios del país.
El programa que se desarrolla en Marruecos ofrece servicios de protección y empleo para mujeres que sufren violencia de género, mujeres migrantes y madres solteras, a través de asociaciones activistas en Tánger y Tetuán.
La iniciativa que se ha puesto en marcha en Túnez pretende luchar contra la violencia económica y social hacia las mujeres y personas migrantes.
Por su parte, el proyecto de Burkina Faso está centrado en la mejora del acceso a servicios sanitarios de calidad para las mujeres más vulnerables afectadas por la crisis humanitaria en el distrito sanitario de Sebba, en la región del Sahel.
La acción humanitaria en Níger promueve el derecho a vivir con dignidad y la protección de la población refugiada, desplazada o retornada en la región de Diffa.
Por último, en Mauritania se está trabajando en la prevención y protección de las niñas, niños y mujeres supervivientes de la violencia de género.
