Ninguna alusión específica a las 'startups' en los planes de rescate 

¿Dónde está el paso al frente por el ecosistema emprendedor?

6/04/2020 - 

VALÈNCIA. La creación de la app coronamadrid puede citarse como ejemplo para poner de relieve lo provechosa que puede ser la actuación conjunta de la Administración con el mundo de la empresa y el de los emprendedores. Fue el Gobierno de la comunidad autónoma el que contactó con Martin Varsavsky para preguntarle si podría hacer algo que agilizase los diagnósticos del Covid y descongestionar los teléfonos de emergencias. Emprendedor muy valorado como fundador, entre otras, de Jazztel, Prelude Fertility o CEO de Overture Fertility, Varsavsky asumió el reto para coordinar al equipo desarrollador de la app. En él han participado Carto, ForceManager y Mendesaltaren, como startups, contando con el apoyo de gigantes como Telefónica, Ferrovial, Google y Goggo Network. La app se desarrolló en un tiempo récord y se lanzó el 18 de marzo, cinco días después de que el ejecutivo de Pedro Sánchez decretara el estado de alarma.

El problema es que ello ha sido posible en una situación excepcional por lo que muchos emprendedores dudan de que esa colaboración tan estrecha perdure en el tiempo, más ahora, que se avecinan tiempos convulsos para todos. “Sinceramente, no creo que en estos momentos los emprendedores ocupen la primera posición entre las prioridades ni de la sociedad ni de las entidades bancarias ni de las grandes corporaciones. En parte, me parece de sentido común, con tantos frentes abiertos que atender”, declara Francisco Abad, fundador y director de la Fundación Empresa y Sociedad.  “No digo que no existan iniciativas de corporaciones apoyando a emprendedores, pero son las mismas que ya existían antes de la crisis. Apoyarán a los suyos”.

Ello no quita para que la crisis haya brindado la oportunidad a muchas startups de demostrar su valía y agilidad a la hora de buscar soluciones urgentes. Como iniciativas, cita Abad a organizaciones como la valenciana Consultia Travel, que en este momento ha reorientado su esfuerzo a repatriar a españoles a los que la crisis les ha sorprendido en otros países o Iristrace, con una solución que está ayudando a conocer en tiempo real la disponibilidad de camas hospitalarias.

 Juan Manuel Baixauli, CEO de Consultia Travel. Foto RAFA MOLINA

"El miedo ahora es que esa cultura emprendedora que empezaba a cuajar se desbarate y muchas startups, con poca capacidad del tesorería, desaparezcan. Sin embargo, la realidad es que los países muy tecnificados, como Corea del Sur, han demostrado mayor capacidad para atajar la crisis", declara Iker Marcaide. 

Cierto que se está hablando mucho de la necesidad de arropar a las pymes, a las corporaciones y a los autónomos para no deshacer el tejido empresarial de una tacada, pero difícil encontrar alguna alusión directa a las startups y a los emprendedores en las medidas de rescate anunciadas por el Gobierno de la nación. Claro que el acceso a la financiación bancaria se supone abierto a todos, pero las startups saben muy bien que sus modelos de negocio tienen difícil encaje con los baremos de riesgo que barajan en los bancos.

Algunas iniciativas

Ante esta tesitura, surgen algunas iniciativas de amparo a las startups. Una de ellas es la que ha puesto en marcha el emprendedor santanderino Rubén Diego Carrera bajo el claim ‘Apadrina un emprendedor’. Ingeniero de caminos de formación, Rubén Diego está detrás de empresas como Ingecid, especializada en el sector nuclear, o Star Project Consulting, empresa de consultoría e ingeniería que fundó en solitario en 2015. Sin embargo, “hace algo más de un año decidí dar un giro al enfoque de mi rol en la empresa. Pasé de ser el director general por el que pasan todas las decisiones, a poder centrarme en otros aspectos que realmente me motivan, relacionados con el desarrollo del talento, el liderazgo organizacional, la expansión y el apoyo al emprendimiento”, declara. De dicha inquietud nace Apadrina un emprendedor con la que dice querer “contribuir a la reconstrucción de la economía de España, después de la crisis sanitaria del coronavirus”. 

Para ello, persigue poner en contacto a empresarios con emprendedores y animar a los primeros a que se comprometan a “sacar adelante, al menos, a un emprendedor, hasta que éste cuente con un negocio en el mercado, operando a régimen nominal y en plena disposición para generar empleo y riqueza al país. No se trata de hacer una aportación económica (de libre consideración por parte del empresario), sino también de aportar cariño, experiencia y mentoría”.

Por su parte, Iker Marcaide, fundador del tercer unicornio nacional, Flywire, también ha acometido otro proyecto que, más allá de catalogaciones entre startups y empresas, persigue paliar el cierre corporativo y la destrucción de empleo. A través de Zubilabs,  además de poner a disposición de la crisis del coronavirus a muchas de las empresas satélite del grupo, ha lanzado ZubiHelp. Se trata de una fintech para canalizar la financiación a empresas solventes antes pero que, a raíz de la crisis, están teniendo problemas de liquidez.

La fórmula para la financiación será la del préstamo participativo, con cantidades que van desde 250.000 euros hasta 1 millón de euros por empresa, a devolver en 5 o 10 años, dependiendo de cuando la compañía recobre la rentabilidad. “Lo que no queremos es que la devolución del préstamo frene el crecimiento de la empresa”, afirma. En cuanto a los criterios de selección, primarán la naturaleza social del negocio y la protección de puestos de trabajo, especialmente para los colectivos más vulnerables. No desvela nombres, pero la organización ya se ha puesto en contacto con alguna empresa valenciana, aunque la proyección de la iniciativa es nacional.

Como emprendedor, Marcaide se declara “optimista por definición” y aunque entiende que se equivoca quien piense que “en tres meses vamos a estar como antes”, él se queda como nota positiva de que, al menos, “con la crisis, hemos vuelto a poner a las personas en el centro”.

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