Foto: KIKE TABERNERVALÈNCIA. La Conselleria de Economía que dirige Rafa Climent ha tardado apenas unas horas en comenzar a diseñar su nuevo plan de teletrabajo ordinario. Después de que el pleno del Consell aprobara hace dos semanas el nuevo decreto tras varios meses de retraso, el subsecretario del departamento, Natxo Costa, remitió un escrito a sus funcionarios para comunicarles su intención de iniciar la planificación del nuevo programa.
"Con el fin de planificar un posible programa de teletrabajo de carácter ordinario a implementar una vez superada la situación de crisis actual, se requiere que por parte del órgano superior, centro directivo o dirección territorial se comunique, antes del 20 de mayo a esta subsecretaría la voluntad o no de participar en el citado programa de vuestro órgano", explica en la misiva. En caso de ser afirmativa la adhesión, Costa también reclama que se le traslade el "listado de puestos de trabajo susceptibles de ser ejercidos en la modalidad de teletrabajo" según las especificaciones que establece el decreto del Consell.
"Al redactar la propuesta de plan de teletrabajo se establecerán los turnos adecuados y las cláusulas necesarias para asegurar la mínima presencialidad establecida en el decreto y, lo que es más importante, la calidad del servicio a la ciudadanía. Una vez aprobado [...] se tendrá que consultar al personal que ocupe puestos susceptibles de teletrabajo sobre su voluntad a adherirse al programa", concluye el escrito.
La iniciativa no es baladí, principalmente por los plazos en los que se ha manejado. No en vano, el escrito de Economía se realizó el mismo viernes en el que se aprobó el decreto. En este sentido, cabe destacar que la Conselleria de Climent ha sido una de las que más ha batallado en los últimos meses por implementar la modalidad de trabajo no presencial con la crisis sanitaria actual y apremió por que se aprobara el nuevo decreto que debía sustituir al de 2016, que con la pandemia de la covid-19 se había quedado obsoleto en diferentes aspectos.
Con todo, conviene apuntar que el plan de teletrabajo ordinario, aunque comience a diseñarse en estos momentos, no empezará a aplicarse hasta que se supere la crisis sanitaria. Esto es porque los programas de trabajo no presencial de los empleados públicos que se están ejecutando ahora en las consellerias, están adaptados al momento actual; tanto los turnos, como los porcentajes de presencialidad, entre otros aspectos, para preservar la salud y seguridad de los funcionarios.
Sin embargo, los planes ordinarios que diseñen ahora las subsecretarias deberán estar ideados para emplearse en una situación de normalidad. Ahora, queda por ver cómo queda dibujado este plan de teletrabajo y en qué pueden diferenciarse los programas diseñados entre las consellerias de Compromís y del PSPV, ya que las primeras eran partidarias de no limitar a los altos funcionarios -los que ocupen nivel 30 en la Administración- para que se pudieran acoger a esta modalidad no presencial si el puesto lo permite. Algo que la Conselleria de Justicia no terminaba de compartir dada la relevancia del puesto que ocupan al entender que su presencia puede ser reclamada en cualquier momento.
