VALÈNCIA. Después de la tormenta, este jueves llegó la calma a la Conselleria de Economía que dirige Rafa Climent y la Conselleria de Administración Pública que gestiona Gabriela Bravo que en los últimos días han mantenido un pulso por la vuelta de los funcionarios al trabajo presencial al 100%.
El contagio que se produjo el pasado fin de semana en la Torre 4 de la Ciudad Administrativa 9 d'Octubre -sede de la Conselleria de Justicia- y que ha obligado al departamento de Bravo a realizar alrededor de 30 PCR a funcionarios que estuvieron en contacto con la empleada contagiada, desató una fuerte preocupación en la Conselleria de Economía, que había defendido con firmeza en las últimas semanas la necesidad de mantener el teletrabajo para garantizar la seguridad y salud de los empleados públicos.
Un escenario ante el que este martes el departamento de Climent modificó su plan de contingencia para que los funcionarios, que ya habían vuelto al trabajo presencial casi en su totalidad (ya trabajaban en su puesto de trabajo el 90%), pudieran teletrabajar tres días a la semana para "limitar el contacto físico y la exposición al coronavirus del personal empleado público".
La modificación de ese plan de contingencia generó un fuerte malestar en la Conselleria de Bravo, que este jueves llamó a capítulo al subsecretario de Economía, Natxo Costa, y al conseller del ramo, Climent, para pedir explicaciones y afear que este cambio generaba una diferenciación entre los funcionarios del departamento de Economía y el resto que trabajan en otras carteras del Consell y cuyos planes de contingencia obligan a acudir presencialmente al 100%.
No obstante, tras el encuentro y alguna que otra discrepancia, ambos departamentos del Gobierno del Botánico acordaron que Economía modificará este plan de contingencia para adaptarse de nuevo a la nueva normalidad y volver a la presencialidad en su departamento.
Sin embargo, una vez lo haga, en los próximos meses la Conselleria de Climent presentará un plan de teletrabajo de acuerdo al decreto aprobado por el Consell en 2016 que regula esta modalidad de trabajo para adaptarse a una posible situación de futura emergencia sanitaria. Por lo que será la primera conselleria en adaptarse a esta normativa y con ello podrán modular la presencialidad en una situación de alerta sanitaria.