ALICANTE. El polítólogo Pablo Simón ha estado este domingo en Alicante para participar en una jornada de Labora, el servicio de ocupación de la Generalitat Valenciana. En ese foro, Simón ha departido con la periodista Mariola Cubells sobre las pautas que están marcando la realidad laboral y la dificultad de alcanzar acuerdos entre los agentes para aplicar ajustes al sistema sin generar grandes desequilibrios. Igualmente, ha ofrecido, para Castellón Plaza, cuál es si diagnóstico de las elecciones generales del próximo 10N, a seis semanas de su celebración, y con la irrupción de la formación de Íñigo Errejón.
"La cuestión tanto demoscópica como de la agenda se puede mover", resume Simón. "Tenemos un actor político nuevo, lo que generará cambios en el tablero, y algunos eventos, como la sentencia del procés o el Brexit pueden explotar a lo largo del mes de octubre y condicionar el tono general de la campaña. Es muy complicado anticipar cuál va a ser la clave", explica. "Al principio te hubiera dicho que va de gobernabilidad, los reproches de la izquierda, frente al desgobierno o la cuestión territorial que podría plantear la derecha. Tengo la impresión de que esos temas están en el aire y así que la pelea por la agenda va a ser cero", augura.
"Las encuestas, antes de confirmarse la repetición electoral, confirmaban un incremento del PSOE con una tendencia muy suave que haría mejorar sus 123 diputados", desvela. "La irrupción de un nuevo actor político cuestiona esto, pues Más País puede robar más votantes al PSOE, pero no sabemos si se traducirá en no mejores apoyos". "La aspiración del PSOE es ser tratado en el frame del 'orden contra el caos'; jugará a ser el partido del gobierno, el del desbloqueo, el ganador de los últimos comicios e intentará aprovechar ese tirón... pero no sabemos si ocurrirá". "Pequeños cambios en el voto pueden generar implicaciones dramáticas en el reparto de escaños", sostiene.
"Tiene pleno sentido. Si algo es evidente es que la campaña del PP no fue eficaz. No logró taponar las fugas hacia el tono radical de Vox. Conjurada esa amenaza en ese flanco, el PP logra ganar las elecciones cuando es capaz de no asustar, de no movilizar al electorado de izquierdas, y plantea un perfil más tecnócrata, con todo orientado a la gestión. En ese sentido, hay algunos elementos fundamentales que le apoyan: el descontento con la clase política ha tocado techo y hay una enorme cantidad de españoles, el 40% que piensa que la economía irá a peor el año próximo". "Centrar una campaña en economía, y no tanto en identidad y en temas ideológicos, puede ayudar a que el PP recupere cierto perfil centrista". Sobre lo que le auguran las encuestas, Simón recuerda que "sólo le otorgan una mejora, que puede llegar a los 90 diputados, y por tanto, muy alejado del resultado tradicional del PP".
"Tiene la menor tasa de fidelidad de voto, el voto que se decide más a última hora, el electorado más dividido en cuanto a las preferencias de pacto... Casi un 60%, según los sondeos, prefería un pacto con Pedro Sánchez". La gestión del resultado preelectoral le ha hecho perder una oportunidad muy valiosa y que se sitúe en torno al 15% de los votos lo hace muy vulnerable a los efectos del sistema electoral: con una pérdida de uno o dos puntos, 300.000 votos, podría perder un tercio de su grupo parlamentario". "Es muy difícil que Cs no tenga un resbalón, que acaben cayendo y que al final no sume ni con el PSOE la mayoría absoluta". Si se confirma, dice Simón, "Rivera habrá dilapidado un capital político de estas características desde 1977".
"En el caso de Compromís es complicado que no mejore sus resultados, pues solo logró un diputado. Se ha demostrado que concurriendo en solitario no es capaz de capitalizar la polarización y, por tanto, un buen resultado electoral". "Con alianza mejorará sus resultados, pero yendo en solitario podría haber recogido el descontento del no-gobierno". "Para mejorar debe sumar un diputado por Valencia y creo que duplicar los resultados por Alicante no es descabellado", aventura. Pero lo importante del partido de Errejón, según Simón, es saber en qué circunscripciones va a presentarse. "Si lo hace en más de 9 diputados, competirá en Madrid, Valencia, Barcelona, Alicante, Castellón (porque va con Compromís), Málaga y Sevilla... Podría entrar también Las Palmas, A Coruña, Asturias, Baleares... Esto es más complicado porque los umbrales para sacar representación es del 12%; hasta que no sepamos por dónde se presenta, no sabremos el impacto que tendrá". Lo más normal es que sea el tercero de la izquierda, según Simón.
"Esto es complicado. Las encuestas dicen que Podemos tiene la mayor fidelidad de voto, pero la emergencia de Errejón le pasa factura. En Madrid, Errejón le robó el 50% del voto a Podemos y el 20% al PSOE. Tengo que la impresión de que ahora será más equilibrado por el desgaste de la negociación y el sistema electoral puede pasarle factura en función de cómo esté territorializado el voto. Es complicado que Podemos no pierda diputados y votos", vaticina. "Su objetivo no es superar al PSOE; es aguantar el tirón para ser decisivo para la conformación de alianzas futuras".
"Es el partido que más oscilaciones ha tenido en precampaña porque antes de la convocatoria de las elecciones estaba en caída libre, y las encuestas más recientes no los dan estables. Es verdad que el sistema electoral le puede hacer daño, el PP va a intentar tirar de voto útil para recuperar parte esos sufragios, pero Vox es un actor que tiene una capacidad de continuidad en el tiempo con los temas que espolea, que le permiten aguantar y que ha venido para quedarse en el medio plazo. ¿Qué puede sufrir una pérdida de votos y escaños? Sí, y obtendrán menos de 24. Continuará un tiempo".