CASTELLÓ (EP). El Banco Central Europeo (BCE) ha intensificado los trabajos en relación con la hipotética introducción de un euro digital, cuestión sobre la que iniciará una consulta pública el próximo 12 de octubre y también llevará a cabo en paralelo una fase de experimentación, aunque el Consejo de Gobierno de la institución no ha adoptado ninguna decisión al respecto y, en cualquier caso, el Eurosistema continuará emitiendo efectivo.
"El euro pertenece a los europeos y nuestra misión es salvaguardarlo", ha afirmado Christine Lagarde, presidenta del BCE, para quien el papel de la institución es garantizar la confianza en el dinero, lo que significa asegurar que el euro sea adecuado para la era digital. "Debemos estar preparados para emitir un euro digital si fuera necesario", ha sentenciado.
En este sentido, la institución ha señalado que un euro digital "sería un complemento del efectivo, no un sustituto" del dinero en efectivo, destacando que sería una forma electrónica de dinero de banco central que todos los ciudadanos y empresas podrían utilizar _como los billetes, pero en formato digital_ para realizar sus pagos diarios de manera rápida, fácil y segura.
"Deberíamos estar preparados para emitir un euro digital siempre y cuando la evolución de nuestro entorno lo haga necesario. Esto significa que ya debemos prepararnos para ello", ha afirmado Fabio Panetta, representante italiano en el directorio del BCE y presidente del Grupo de Trabajo de Alto Nivel sobre Dinero Digital de Banco Central.
Este grupo de trabajo, en el que participan expertos del BCE y de los 19 bancos centrales nacionales de la zona del euro, ha identificado posibles escenarios que requerirían la emisión de un euro digital, incluyendo un aumento de la demanda de pagos electrónicos en la zona del euro, un descenso significativo del uso del efectivo como medio de pago en la región, la creación de medios de pago privados a escala mundial que podrían generar problemas regulatorios y representar riesgos para la estabilidad financiera y la protección del consumidor, así como un uso generalizado de dinero digital de banco central emitido por bancos centrales extranjeros.
De este modo, el Eurosistema comenzará el próximo 12 de octubre una consulta pública sobre esta cuestión y mantendrá contactos frecuentes con los ciudadanos, el mundo académico, el sector financiero y las autoridades públicas para valorar en detalle sus necesidades, así como los beneficios y los retos que esperan de la emisión de un euro digital.