El experto atisba cada vez más riesgos para que la Reserva Federal de EE UU decrete una bajada de medio punto en el precio oficial del dinero
MADRID. El discurso del presidente Draghi en Sintra ha aumentado significativamente la probabilidad de que el Banco Central Europeo (BCE) ofrezca nuevos estímulos monetarios en la reunión de julio o septiembre, dada la fuerte caída de las medidas de las expectativas de inflación basadas en el mercado.
Por su parte, la reunión de ayer de la Reserva Federal estadounidense (FED) también ha aumentado la probabilidad de una relajación de la política monetaria, en la que ahora parece probable que se produzca un recorte de los tipos en julio, a menos de que se vea un avance en el G20 el próximo fin de semana. De la misma manera, vemos cada vez más riesgos de que esta reducción sea un recorte inicial de los tipos de interés de 50 puntos básicos, ya que Fed le gustaría actuar con decisión dadas las circunstancias relacionadas con los tipos cercanos a cero. El tamaño del recorte se determinará en función de los datos de crecimiento que se publiquen antes de la reunión, así como de los progresos realizados en la guerra comercial con China.
Desde el inicio de la postura dovish de la Fed a principios de año, habíamos visto que era probable que los bancos centrales a nivel mundial se acercaran más a la relajación de las políticas y, por lo tanto, hemos ido incrementando gradualmente la duración de los picos de rentabilidad. Inicialmente comenzamos a añadir duración en noviembre del año pasado, dada la incertidumbre sobre las perspectivas de crecimiento y para complementar el riesgo de crédito en todas las carteras. Los acontecimientos de esta semana no han hecho más que aumentar nuestra convicción de mantener un aumento de la duración en la que también nos hemos posicionado para que la curva de tipos estadounidense se incline aún más, dada la creciente probabilidad de que la Fed empiece a recortar los tipos de interés.
Sin embargo, las perspectivas de los riesgos de mercado a medio plazo no son tan claras, ya que este apoyo político llega en un momento en el que las cifras de crecimiento mundial siguen siendo volátiles y las perspectivas son inconstantes de cara a la reunión del G20 del próximo fin de semana. Por lo tanto, más allá del rally de principios de año no está claro cuánto apoyo a los mercados puede proporcionar la próxima flexibilización, dado el estrechamiento diferenciales que ya se han podido observar.
Esperamos el resultado de la reunión del G20 para ver si el riesgo de la 'guerra comercial' se ha reducido lo suficiente como para reducir los temores con respecto al crecimiento mundial, lo que también justificaría añadir más a nuestros niveles de riesgo de crédito.
Mohammed Kazmi es Portfolio Manager y Macro Strategist de Union Bancaire Privée (UBP)