VALÈNCIA (EP). PSPV, Compromís y Unides Podem se muestran orgullosos de los dos años del gobierno del Botànic II y de la gestión de la pandemia, esperan agotar la legislatura y defienden el mestizaje a pesar de las discrepancias. Por contra, la oposición ve en el tripartito falta de rumbo y de futuro (PP), "claroscuros" y disputas internas (Cs) y una mala gestión con "políticas que no importan a nadie" (Vox).
Así lo han expuesto sus seis síndics a los periodistas antes del pleno de Les Corts, tras dos años desde las elecciones autonómicas anticipadas del 28 de abril de 2019 que llevaron a reeditar el pacto del Botànic con la entrada de UP en el gobierno valenciano.
Manolo Mata (PSPV) ha recordado que la legislatura arrancó con "inquietud" por la DANA y después "la pandemia lo ha contaminado todo", dos años "terribles" en los que ha destacado logros como la mejora del sistema sanitario, la liberalización del peaje de la AP-7 o la condonación de la deuda de La Marina de València. "En condiciones normales, este balance sería extraordinario", ha constatado.
También se ha mostrado orgulloso de la gestión de la crisis sanitaria con una gestión "muy razonada, mesurada y hablada" y ha puesto en valor el acuerdo político para la reconstrucción que firmaron todos los partidos menos Vox porque "está en otra cosa".
Para el socialista, se trata de un balance muy positivo que demuestra que los tres partidos "siempre" son capaces de resolver sus discrepancias porque "ni piensan igual ni son lo mismo". "El Botànic nos ha enseñado que el mestizaje es bueno y que hay que empatizar", ha defendido, llamando a que la unidad se extienda todo lo necesario.
De Compromís, Fran Ferri ha coincidido en la capacidad del tripartito de "consolidar un gobierno sólido con errores que se han corregido", algo que ha ligado con que la Comunitat lleve seis semanas con la incidencia acumulada más baja de España. "Menos mal que la pandemia nos ha pillado con un gobierno como este y no con uno de derechas que hubiera dejado a la gente a los pies de los caballos", ha aventurado.
A su juicio, el virus deja dos lecciones: que "la sanidad pública es sagrada y no se debe tocar ni repartir entre cuatro amiguetes del PP", al igual que la educación y la importancia de la renta valenciana de inclusión frente a un ingreso mínimo vital que "no acaba de arrancar", y que hay que solucionar los problemas que arrastran los valencianos como la infrafinanciación.
Ferri ha resaltado como logros la reforma fiscal y la Ley del Juego y ha confiado en que la legislatura acabe "con los años que le queden" y no haya otro adelanto electoral en 2023, aunque "todo depende de las circunstancias". "Nuestro deseo es agotarla porque queda mucho por hacer, es una responsabilidad del Botànic y del Consell que está por encima de todo: de las discrepancias y de cualquier desavenencia política", ha aseverado.
Y la síndica de UP, Pilar Lima, ha ahondado en la visión del Botànic como un gobierno consolidado a pesar de los "errores" y se ha mostrado muy orgullosa de la gestión de la pandemia aplicando restricciones "cuando tocaban", algo que ha comparado con la Comunidad de Madrid.
Como retos de futuro, la regulación de los precios del alquiler para ayudar a la emancipación, resolver la infrafinanciación autonómica gracias al "compromiso" del Ministerio de Hacienda, fortalecer la sanidad pública y repensar la economía porque "en la pandemia se ha visto que es frágil y esto no puede volver a ocurrir".
Lima también ha defendido que "cada euro cuenta para las arcas valencianas", tras la decisión del Tribunal Supremo de fallar a favor de Castilla y León para que el Gobierno abone la liquidación pendiente del IVA de 2017, y ha abogado por estudiar la deuda para lograr algún tipo de compensación por parte del Estado.
Entre la oposición, Isabel Bonig (PP) ha reconocido que esta legislatura está marcada por el virus y ha destacado la labor del Consell y "sobre todo de la oposición en los primeros momentos", aunque ha vuelto a criticar la falta de gestión sanitaria y algunas restricciones "sin ningún sentido".
La 'popular', de cara al futuro, ha alertado que la Comunitat "cada vez está más endeudada y tiene menos atractivo para invertir", lamentado decisiones recientes como el ERE de Ford Almussafes, y ha denunciado que "continúa el sectarismo" con la Ley de Función Pública y el requisito lingüístico a los funcionarios.
"Desgraciadamente, no hay un rumbo claro para salir airosos de esta situación tan difícil", ha avisado, para destacar que lo mejor sin duda es "la actitud del pueblo valenciano y de los profesionales al pie del cañón". También ha urgido a bajar impuestos, eliminar trabas y recuperar los 281 millones del IVA de 2017 mientras "Ximo Puig -'president' de la Generalitat y líder del PSPV- prefiere claudicar ante Pedro Sánchez".
La síndica de Cs, Ruth Merino, ha asegurado que "la pandemia ha conseguido que el Botànic no lleve a cabo su hoja de ruta, esas ansias nacionalistas que tienen algunos partidos y el PSPV se ve arrastrado por ellos".
Eso sí, cree la gestión de la crisis deja "claroscuros", con falta de previsión, tardanza en las ayudas y exceso de burocracia e "impedimentos por las disputas entre Puig y Mónica Oltra", vicepresidenta y líder de Compromís, que "a veces han dado lugar a situaciones rocambolescas".
Frente a esto, la portavoz 'naranja' ha defendido la postura de su partido de "colaborar en todo lo que ha podido y mejorar los presupuestos" y ha prometido que seguirán "trabajando como desde el primer día en una política útil desde el centro liberal". Mientras, ha augurado que seguirán las disputas internas "cuando se acerquen las elecciones".
Y de Vox, Ana Vega considera que estos dos años solo se pueden resumir en que el Botànic "se aprovecha de la grave crisis sanitaria para acelerar su hoja de ruta pancatalanista aprobando leyes que no importan a nadie, como la de Función Pública o la próxima de expropiación de viviendas", todo ello cuando "a lo que la gente le importa es levantar la persiana, comer y llevar al colegio a sus hijos".
Esto demuestra, en su opinión, que el tripartito no sabe gestionar y "por eso irrumpió Vox en el hemiciclo con vocación de gobierno para cambiar estas políticas liberticidas". También ha criticado que es un gobierno caracterizado por "escándalos" en las ayudas a empresas participadas por el hermano de Puig o en los centros de menores.