VALÈNCIA. Ni la programación, ni las cuentas. De nuevo el Consejo Rector de la Corporació Valenciana de Mitjans de Comunicació (CVMC) no aprobó ninguna de las dos cosas en su reunión de este viernes. Una cita que, no obstante, adquirió un ambiente tenso e insólito por otro motivo: por primera vez desde que fue nombrada, el consejo de administración negó la entrada a la directora general de À Punt, Empar Marco, a su reunión.
El gesto cobra todavía más importancia si se tiene en cuenta que en dicho encuentro debía analizarse la propuesta de programación para la temporada de otoño que la propia directora ya presentó la semana pasada. No en vano, el jueves de la semana pasada Marco presentó un diseño de parrilla para el periodo mencionado, pero los consejeros se negaron a validarlo porque varios de ellos pidieron tiempo para estudiar la propuesta y poder así fijar una opinión reposada al respecto. Le reclamaron entonces que trasladara la propuesta por escrito.
En la siguiente reunión, convocada para este viernes, la directora general de À Punt debía enfrentarse a la la valoración de su programación. Algo que no llegó a ocurrir porque no fue invitada a participar en el encuentro; no se le permitió. Los consejeros habían dedicado estos días a analizar el proyecto presentado el jueves pasado y en la cita de este viernes consensuaron algunas anotaciones sobre la parrilla propuesta para remitírselas a la directora por escrito. Lo que evidencia la distancia que existe en estos momentos entre el Consejo Rector y la dirección del ente.
Entre algunas de las recomendaciones que los consejeros realizan a Marco y que le harán llegar en los próximos días se encuentra que proyecte más programas de servicio público tal y como obliga el contrato programa -espacios de salud o de atención a mayores, otros destinados a minorías, etcétera- y que presente más productos transmedia. Esto es, cuyo formato sea exportable tanto para radio, como para la televisión y la plataforma web. De esta manera, no solo se cubren espacios de emisión, sino que también se economizan gastos.
Marco tendrá que atender las sugerencias y reconducir su propuesta de programación para lograr el visto bueno del Consejo Rector de la Corporació Valenciana de Mitjans de Comunicació.
La trascendencia que tiene que la directora del ente fuera vetada a acudir a la reunión de este viernes, no obstante, no sólo se pone de manifiesto con el hecho de que era la jornada en la que debía valorarse su propuesta de parrilla. Sino también en que era la cita en la que los consejeros debían comenzar a evaluar la gestión de Marco al frente de À Punt.
La consultora externa a la que el Consejo Rector encargó un informe de evaluación sobre la gerencia de Marco ya ha remitido su dictamen al órgano directivo. Entre otros datos, la auditoría examina desde datos de audiencia, hasta ingresos por publicidad. No obstante, su examen se retrasará unos días debido a que también se ha solicitado una encuesta sobre el clima laboral que existe en la empresa. Actualmente, cabe apuntar, se está negociando el convenio colectivo.
Por otra parte, el Consejo Rector tampoco validó las cuentas de 2018. Fuentes presentes en la reunión señalan que debían recibir una aclaración por parte de la Generalitat y el documento no llegó a tiempo, por lo que volverá a ser un punto del orden del día del próximo Consejo.
Es la segunda vez que los miembros del órgano directivo tienen que retrasar la aprobación de la liquidación de 2018. De hecho, ya se encuentran en tiempo de descuento, ya que deberían haber dado luz verde durante el primer semestre del año siguiente al ejercicio.
Así, conviene apuntar que la semana pasada los integrantes del órgano directivo no aprobaron el balance del año pasado por las dudas que lanzó Intervención de la Generalitat Valenciana sobre las cuentas del organismo. En el informe de auditoría se le reclamaba al ente que devolviera los 9,2 millones de euros que no fueron ejecutados el año pasado a la Generalitat. Sin embargo, À Punt prefería no hacerlo ahora, sino que este dinero se descontara de los fondos del próximo año. Un escenario al que el Gobierno valenciano se niega.
A este escenario se suma que la radiotelevisión valenciana no ha tenido unos buenos ingresos por publicidad desde que comenzó las emisiones -superan ligeramente los 800.000 euros, ni un cuarto de los cuatro millones a los que le obliga el contrato programa-, por lo que la situación económica de À Punt es complicada y pone en el punto de mira tanto a la directora como a los consejeros.
De hecho, el artículo 19 de la ley de creación del Servicio Público de Radiodifusión contempla éste como uno de los casos por los que se les podría cesar. "Todos los miembros del Consejo Rector cesarán en el caso de que la liquidación del presupuesto anual de la Corporación determine la existencia de un déficit del resultado presupuestado con una desviación igual o superior al 10% de la compensación otorgada para la prestación del servicio público, o una disminución de más del 25% de los ingresos propios previstos en el presupuesto anual de la Corporación", especifica la normativa.
A todo este embrollo, cabe sumar la última ampliación de denuncia del PP. La secretaria general del PPCV, Eva Ortiz, anunció este miércoles que su formación presentaría una ampliación de la denuncia por presunta prevaricación y malversación de caudales públicos en la CVMC tras tener conocimiento de que la Intervención de la Generalitat habría detectado un fraccionamiento en 14 contratos menores que deberían haber sido objeto de un mismo contrato.