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la comunitat tiene empresas con el servicio cerrado

El Estado abre la puerta a que las empresas públicas puedan realizar un ERTE

1/04/2020 - 

VALÈNCIA. La situación de alarma generada por el coronavirus ha llevado la situación económica al extremo en España con el cese temporal de numerosas actividades que han abocado a las compañías a realizar despidos temporales. Las empresas de la Comunitat Valenciana han presentado hasta ahora 36.760 Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) que afectan a 210.942 trabajadores y, sin embargo, entre éstas no asoman la cabeza las sociedades públicas.

El Real Decreto Ley 8/2020 de 17 de marzo de medidas urgentes extraordinarias para hacer frente al impacto económico y social del Covid-19 permite los ERTE que son consecuencia de medidas gubernativas que, dentro del estado de alarma, impliquen la suspensión o cancelación de actividades, cierre temporal de locales de afluencia pública, restricciones en el transporte público o falta de suministros que impidan gravemente continuar con la actividad ordinaria.

Evidentemente, esto ocurre no solo con empresas privadas, también con las públicas, y desde el Ministerio de Política Territorial y Función Pública señalan a Valencia Plaza que cualquier empresa, pública o privada, puede acogerse a estas medidas. Son varias las sociedades del entramado público valenciano que entran claramente en la casuística que permite acogerse a los ERTE, como las turística o incluso en algunos casos las culturales, teniendo en cuenta que los museos, por ejemplo, se encuentran cerrados.

En este sentido, empresas como Ciudad de las Artes y las Ciencias SA (Cacsa) tienen cerradas sus instalaciones y han dejado de ingresar los abonos de sus entradas, por lo que se siguen pagando al menos a medio centenar de trabajadores que a día de hoy no tienen ninguna función al ser su labor prestar servicio en las instalaciones. 

¿Quién tiene que impulsar el ERTE?

Sin embargo, desde la empresa pública no barajan esta opción, en primer lugar, por señalar que es pública y apuntar a Sector Público como responsable de decidir qué debe pasar en la plantilla. Mientras, desde Hacienda aseguran que deben ser las consellerias las que tomen la decisión correspondiente al ser las encargadas de la gestión de personal. 

Cabe recordar que el ERTE es una herramienta de ayuda estatal para que las empresas que no van a poder pagar las nóminas por haber cesado la actividad o haberla disminuido drásticamente no tengan que despedir a nadie y acabar cerrando. Evidentemente, las empresas públicas no van a despedir a nadie ni a cerrar, pero en el caso de acudir a esta fórmula el Estado se haga cargo de parte del coste salarial –la empresa podría complementar la prestación hasta el 100% del sueldo– y no perjudicar a las arcas de los valencianos, que ya se verán agravadas por la bajada de resultados de muchas de estas empresas.

Un caso similar -aunque del ámbito privado- es el ERTE planteado en el Oceanogràfic, gestionado por Avanqua pero propiedad de Cacsa, quien mantendrá el personal mínimo necesario para cuidar a los animales y conservar las instalaciones. Esta misma situación también se ha dado en el Bioparc.  

A día de hoy, tan solo una empresa pública municipal, la EMT, ha planteado esta posibilidad. Los viajeros se han reducido sobremanera -el 90% de viajes-, se ha restringido el aforo de los autobuses a 20 viajeros, y se ha recortado de forma considerable el servicio de autobuses municipal, concretamente un 45%, y cuyo impacto en las cuentas podría alcanzar los 9 millones de euros.

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