MADRID (EFE). El Gobierno ha iniciado el procedimiento para la futura Ley de startups, que definirá la naturaleza jurídica de este tipo de empresas y los incentivos fiscales y laborales, entre otros, necesarios para impulsar su creación, para que atraigan talento e inversión, y para que tengan un resultado exitoso.
El trámite se ha iniciado con la consulta previa a la elaboración del anteproyecto de la "Ley de fomento del ecosistema de startups" de una serie de cuestiones sobre las que se solicita la opinión de la ciudadanía y las entidades implicadas, según ha informado el Ministerio de Economía y Empresa en un comunicado.
El documento puesto a consulta pública dice que con carácter general deben entenderse por startups las empresas de reciente creación, normalmente fundadas por emprendedores, de base tecnológica, innovadoras y con una elevada capacidad de rápido crecimiento.
En el texto, el Gobierno pregunta a la ciudadanía si se deberían definir los requisitos organizativos, laborales, técnicos y de inversión que tiene que cumplir una sociedad de capital para ser considerada una startup, así como los requisitos que han de tener los agentes privados que invierten en ellas.
Sobre la medidas que servirían para apoyar un ecosistema innovador, el documento identifica incentivos fiscales a la investigación, desarrollo e innovación, y a la inversión y financiación.
Además, habla de incentivos en materia de Seguridad Social, de medidas de discriminación positiva para favorecer la diversidad de género y a colectivos vulnerables, de incentivos a las grandes empresas para integrar las startups en su cadena de producción, de mejorar los mecanismos de segunda oportunidad y de simplificar las cargas administrativas, entre otras cosas.
El Gobierno justifica la necesidad de un nuevo entorno normativo en la importancia que para la economía tiene que estas iniciativas empresariales de alto componente innovador obtengan un resultado exitoso, ya que se trata de un sector clave para lograr una economía más competitiva basada en el conocimiento y que genere mejor y mayor productividad, así como puestos de trabajo de calidad.
Se trata de una actividad económica en alza "que parte de valores favorables al talento y la meritocracia", integrada por nuevas empresas "que cubren necesidades sociales y económicas en nichos de mercado anteriormente no existentes, o aumentan la eficiencia y sostenibilidad de otros sectores".
Asimismo, se considera que este tipo de empresas contribuyen a la internacionalización de la economía, atraen importante inversión financiera y de talento extranjero, ofrecen una salida profesional a los jóvenes e incentivan las vocaciones en habilidades necesarias en el mercado laboral actual y futuro.