ELCHE (EP). Los ensayos del Misteri d'Elx arrancan este domingo en la Basílica de Santa María de Elche para revivir un año más las representaciones de 'La Festa', el drama asuncionista declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2001 en la categoría de Obras Maestras del Patrimonio Oral e Inmaterial.
Los ensayos generales que empiezan en la tarde del domingo se prolongarán hasta el martes 13, y conducen la representación hasta el miércoles 14 y jueves 15 de agosto, cuando se pondrán en escena las dos partes completas del Misteri d'Elx.
El drama asuncionista se representa todos los años en Santa María en el mes de agosto y en torno a él giran las fiestas patronales del municipio de Elche en honor a la Virgen de la Asunción, que es la protagonista del drama sacrolírico.
'La Vespra', primera parte del drama, se escenificará el miércoles 14 de agosto, mientras que para el día 15, día de la festividad de la Asunción, quedará el segundo acto, 'La Festa'.
En 'La Vespra', la Virgen María expresa a sus hermanas su deseo de morir para poder estar de nuevo con su hijo, Jesús, momento en el que el Ángel desciende en La Magrana desde el cielo simulado en lo alto de la cúpula de la Basílica de Santa María y le entrega una palma blanca, transmitiéndole que su deseos van a verse cumplidos en breve. A su vez, María traslada al Ángel su deseo de ver por última vez a los apóstoles.
En ese instante, acceden a la Basílica los discípulos de Jesús (a excepción de Santo Tomás) para escuchar en boca de la propia Virgen que va a fallecer y que tiene que ser enterrada junto a la palma blanca.
La Virgen muere en ese primer acto y al día siguiente, el 15 de agosto, tiene lugar la procesión de la Virgen de la Asunción, que recorre las calles del centro de Elche, representando el entierro de María.
De ese modo, en la tarde de ese mismo día, la Basílica acoge el segundo acto del Misteri d'Elx, en el que aparecen los judíos, intentando apropiarse del cuerpo fallecido de la Virgen de la Asunción.
Sin embargo, al acercarse a ella, uno de ellos queda prodigiosamente paralizado, evento que les hará convertirse y ser bautizados por San Pedro.
Posteriormente, la Virgen es enterrada y baja el Araceli para llevarla al cielo. Durante su descenso, irrumpe en la Basílica Santo Tomás, que llega procedente de las Indias. A la conclusión del canto entristecido de este personaje, las puertas del cielo se abren de nuevo descendiendo de él la Trinidad, que corona a la Virgen en el momento cumbre del Misteri d'Elx. El drama sacrolírico, cuyo origen se sitúa en la segunda mitad del siglo XV, mezcla los cantos gregorianos con polifonías renacentistas y barrocas.