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los cónclaves en valencia y alicante apuntan a celebrarse antes de agosto

El PP reactiva los congresos provinciales y desata la pugna entre las familias 'populares' en Valencia

5/06/2020 - 

VALÈNCIA. La crisis sanitaria debido al coronavirus ha suspendido durante varios meses la actividad económica y social pero también la política, concretamente en lo que se refiere a la organización de los partidos. Con la mejoría de los datos relacionados con la pandemia, la normalidad empieza a recuperarse poco a poco en la mayoría de los ámbitos. En este sentido, algunos partidos ya están recuperando los procesos internos que habían aplazado por la covid-19.

Uno de ellos es el PP que lidera Pablo Casado. Fuentes populares admiten que desde la dirección nacional -Génova- se ha retomado la idea de celebrar los congresos provinciales en Alicante y Valencia, ambos pendientes desde tiempo atrás. Uno de los principales artífices de impulsar estos cónclaves antes del mes de agosto es el secretario general del PP, Teodoro García Egea.

Así, la idea de celebrar estos congresos provinciales, que ha sido reclamada reiteradamente por la militancia, está provocando movimientos internos -especialmente en Valencia- de las distintas familias populares de cara a tomar posiciones para unos cónclaves que será fundamental para el futuro de la formación de la gaviota.

En Alicante, el panorama parece bastante despejado para el presidente de la Diputación, Carlos Mazón. De hecho, distintas fuentes reconocen que tiene la bendición de García Egea para convertirse en presidente provincial, algo que serviría para reforzar orgánicamente la buena posición institucional que goza al frente de la Diputación. No obstante, algunos dirigentes aseguran que este movimiento solo sería un preludio para un asalto a la presidencia autonómica del partido que, a día de hoy, ostenta Isabel Bonig.

Català, Bonig, Casado, Hoyo y De Rosa en un mitin en València. Foto: ALBERTO SÁIZ

En ese camino, Mazón podría contar con el apoyo del diputado y ex presidente provincial del PP de Valencia, Vicente Betoret, quien tiene intención de aupar en el cargo al alcalde de Gavarda, Vicent Mompó. Una opción que algunos sectores ven como una maniobra de Mazón para asegurarse cierto respaldo en la provincia de cara a luchar por la presidencia regional. Es decir, el acuerdo iría dirigido a que Betoret controlara la provincia con Mompó al mando para luego facilitar el ascenso del presidente de la Diputación de Alicante como sustituto de Bonig. Una operación que Teodoro García Egea vería con buenos ojos.

Una complacencia que no comparten desde otros sectores importantes del partido. La propia líder del PPCV, Isabel Bonig; la portavoz municipal en el Ayuntamiento de València, María José Català, o la diputada nacional y miembro de la dirección nacional de Pablo Casado, Belén Hoyo, pretenden aportar también su visión sobre el proceso y apuntan a tener distintas propuestas para la presidencia provincial de Valencia, más aún cuando el actual responsable de la Gestora -dirección provisional- que controla el partido, Juan Ramón Adsuara, no parece contar con demasiadas opciones de postularse.

Uno de los dirigentes que se viene moviendo con intensidad en los últimos tiempos es el senador y exconseller Fernando de Rosa. El prestigioso magistrado -exvicepresidente del CGPJ y presidente en excedencia de la Audiencia Provincial de Valencia- ha aumentado su presencia en la vida orgánica del PP y podría ser una figura de consenso por su buena sintonía con Hoyo y Català. 

No obstante, hay otros nombres que han venido sonando desde hace meses como el de la diputada y exalcaldesa de Alzira Elena Bastidas, que gusta a Bonig y a Català; además de dirigentes que en un momento dado también podrían tener alguna opción como Juan Carlos Caballero (Català), Paz Carceller (Bonig) o Modesto Martínez (Hoyo). 

A ellos hay que añadir el del exdiputado Juan Vicente Pérez, un clásico de la vida interna del partido que ya anunció hace meses que optaría a presidir la formación. Además, algunos no descartan que el parlamentario nacional Luis Santamaría trate de impulsar al diputado provincial Javier Montero, una opción que en su momento estaba bien vista por Bonig.

Mazón, Barcala, Bonig y Català, coincidieron esta semana en València. Foto: VP

Un abanico de posibilidades que evidencian la complejidad del proceso en Valencia que puede resultar especialmente determinante de cara a una posible sucesión de Bonig. Las distintas fuentes consultadas apuntan al deseo de un consenso en torno a algún aspirante que aporte personalidad, ideas, discurso y equilibrio a un partido que, tras ocho años sin celebrar un congreso en Valencia, necesita reflotarse de cara a las importantes citas electorales que se celebrarán en 2023. 

Con este escenario, y a la espera de si Génova decide intervenir para proponer una solución de consenso, todo quedaría a expensas de un pacto entre las familias -o al menos algunas de ellas-populares o enfrentarse a unas primarias con varios candidatos.

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