CASTELLÓN. La agenda política de este martes quedó inesperadamente marcada por la presentación de la candidatura 'Endavant Podem' para la Generalitat encabezada por el profesor de Derecho Constitucional y exdiputado Rubén Martínez Dalmau. El aspirante desplegó ante los medios una serie de reflexiones que no dejaron indiferentes a los socios de la formación morada en el Pacto del Botánico, especialmente a los socialistas que lidera Ximo Puig.
Y no lo hizo solo. Martínez Dalmau estuvo arropado por el secretario general de Podem, Antonio Estañ; por la senadora y referente del 'pablismo' Pilar Lima y por la diputada Beatriu Gascó, representante de la corriente Més Morat. Unas credenciales que otorgan al profesor universitario el cartel de favorito para ganar las primarias y convertirse oficialmente en candidato a presidir la Generalitat.
Así, Martínez Dalmau aprovechó su puesta de largo mediática para admitir que la intención de Podem es la de entrar en el Consell y gobernar, algo con lo que ya se contaba. Pero no se quedó ahí, el aspirante se encargó de puntualizar que el cabeza de lista de la fuerza más votada "no necesariamente" debería ser el presidente o presidenta de la Generalitat, sino "la persona que más consenso obtenga".
Unas palabras las del debutante que no cayeron en gracia en las filas socialistas. De hecho, más de un alto cargo del PSPV replicó al conocer estas afirmaciones que a Puig podrían investirle otras fuerzas políticas como Ciudadanos y el PP solo para que no ocupara la Presidencia de la Generalitat "otra persona", en clara referencia a la vicepresidenta y líder de Compromís, Mónica Oltra.
Otros dirigentes del PSPV rehuían directamente responder y se limitaban a manifestar su sorpresa porque Dalmau evidenciara públicamente que Podemos es "un proyecto perdedor". "Por lo que dice, ni siquiera aspira al segundo puesto y antes de hora ya quiere negociar", comentó a este diario un diputado socialista que rechazó tomar posición sobre lo que hará el PSPV en el futuro si se produce un escenario como el apuntado por el candidato de Podem.
Un malestar que, a día de hoy, no reviste de mayor gravedad puesto que se mantiene la incógnita de la aritmética, pero que muestra bien a las claras la disensión que puede producirse conforme se acerque la fecha electoral. El guiño de Martínez Dalmau a Compromís es evidente y la respuesta de los dirigentes socialistas es también clara: si Oltra quiere ser presidenta de la Generalitat tendrá que sacar más representación que Puig. Si no es así, el PSPV hará todo lo que esté a su alcance para que el presidente de la Generalitat siga al frente del Palau.
Una situación que no es nueva. En la negociación de 2015 también hubo un amago por parte de Compromís (19 diputados) para elevar a Oltra a presidenta valiéndose de su mayor sintonía con Podem (13 escaños) frente al PSPV (23 representantes). Los socialistas contragolpearon acercando posturas con Ciudadanos (13 diputados) en una maniobra que, aunque numéricamente no era suficiente sin una abstención -quizá negociable- del PPCV, sí fue efectiva para que las negociaciones se recondujeran y dieran a luz el Pacto del Botánico entre las tres fuerzas de izquierdas. Eso sí, Podem solo le concedió los ocho votos necesarios en la investidura mientras cinco de sus diputados se abstuvieron, algo que escoció notablemente en las filas socialistas.
Ahora bien, a lo largo de la legislatura, tal y como informó en su día este diario, determinados dirigentes socialistas se han encargado de mantener abiertas vías de comunicación con la cúpula de Ciudadanos ante posibles eventualidades. No obstante, es cierto que las posiciones se han alejado especialmente en los últimos tiempos: el propio Ximo Puig lo reconocía recientemente en la entrevista concedida a Plaza, donde manifestaba, sobre un posible pacto, que el partido de Albert Rivera se había ido "mucho a la derecha" y "competía con el PP". Unas reflexiones que evidencian que para el líder del PSPV no sería la primera opción para un acuerdo de gobierno pero, según señalan desde su entorno, sin descartar otras posibilidades para la investidura si se planteara una pinza Compromís-Podem.
En cualquier caso, a día de hoy, los deseos de la formación morada de tener esa influencia en un futuro acuerdo de Gobierno quedan muy alejados si se atienden a los últimos sondeos publicados en Plaza y en Levante-EMV, dado que el PSPV destacaría como primera fuerza política e incluso inalcanzable para la suma de los otros dos partidos de izquierdas. Unos resultados que desde estas formaciones atribuyen a la 'burbuja' de Pedro Sánchez que, a su juicio, otorga una sobrerrepresentación a los socialistas en este minuto y resultado. "Hay partido", aseguran. Y si es así, el mensaje lanzado por Martínez Dalmau este martes volverá a ponerse de moda.