VALÈNCIA. La bolsa de jugadores que maneja Marcelino para reforzar el costado izquierdo de su flanco de ataque es numerosa. El club tiene abiertos diferentes frentes para traer a Denis Suárez y a Denis Cheryshev contando con Guedes y con Kang In en plantilla. El coreano va a marcharse cedido cuando Marcelino cubra su perfil izquierdo con alguna incorporación pero hasta entonces esa salida está congelada por coherencia y sentido común.
Si Mateu Alemany cuadra los números y consigue incorporar a los dos Denis, dispondrá de tres efectivos para jugar en la izquierda, aunque insiste en el jugador del Barça por su facilidad para jugar en todo el frente de ataque. La polivalencia es un factor añadido en cualquier jugador al que apunta Marcelino.
Con Mateu Alemany picando piedra para rascarle al Barça dos jugadores, Denis Suárez y Rafinha, a buen precio, la incorporación de Cheryshev se ha vuelto más complicada.
El Valencia descartó ejercer la opción de compra por Cheryshev a 31 de mayo y el Villarreal volvió a ser dueño para gestionar el futuro del jugador. En aquella fecha al Valencia le hubiera costado el extremo una cifra cercana a los diez millones de euros, tras la clasificación del equipo para la Liga de Campeones, circunstancia que encarecía esa compra según las cláusulas del contrato de cesión.
La estrategia de Marcelino, que cuenta con la voluntad del jugador para volver a Mestalla, era esperar otra vez hasta el mes de agosto para que el club de la Plana accediera a un traspaso en condiciones ventajosas para el Valencia como sucedió el verano pasado cuando obtuvo la primera cesión. Si económicamente el Valencia, cosa probable, no llegaba a pagar traspaso la opción más factible era, de nuevo, pedir otra temporada a préstamo. El Valencia se planteó llegar a pagar una cantidad entre los tres y los cinco millones de euros pero en función de otras compras podría insistir en otra cesión.
Contando con Cheryshev, que aceptaba esperar para prolongar su estancia en Mestalla, el Valencia jugaba con la necesidad que tenía el Villarreal para vender y cuadrar sus números. La ficha del ruso, que ronda los dos millones de euros netos, pesa mucho en el Fair play financiero amarillo que necesita deshacerse de ella. Además, a Javi Calleja, técnico castellonense, no le entusiasma el jugador ruso. El Valencia contaba con todos esos factores para acceder a un traspaso o a una cesión de Cheryshev en condiciones ventajosas.
Todo eso ha cambiado en las últimas horas. ¿La razón? El Villarreal ha ganado en músculo financiero después de la venta de Fornals al West Ham United, a cambio de 27 millones de euros, y de la inminente operación que va a cerrar con Pedraza con el Eintracht de Frankfurt, que pagará cerca de 15 millones. Fernando Roig, además, también ha cobrado 7 millones del traspaso de Rodri, ex jugador groguet, desde el Atlético de Madrid al Manchester City. La entrada de todo ese dinero dificulta la salida de Cheryshev en las condiciones que había previsto el Valencia.
El Villarreal ha endurecido su postura con Cheryshev y después de ver como el Valencia pretendía llevarse al ruso con un traspaso ventajoso o mediante otra cesión, aprovechándose de sus problemas de tesorería y contando con la voluntad del jugador, ha encarecido al futbolista. Fernando Roig no va dar facilidades después de observar como Mateu Alemany no ejecutó la opción de compra en mayo y ha subido el precio del internacional por Rusia. De hecho, el mensaje que filtra el club groguet es que el jugador no está en el mercado porque Calleja necesita un futbolista específico de banda izquierda, tras la salida de Pedraza. El pulso ha comenzado. Ese fichaje tampoco será facil.
La estrategia que había previsto Marcelino para abordar la continuidad de Chery, como le conocen en el vestuario, ha fracasado. Cheryshev es más caro que en mayo. Igual se contenta sólo con Denis Suárez o pone en marcha otras alternativas para ese costado pero el técnico contaba con el ruso para su remodelación de plantilla.
El Villarreal traspasa al futbolista ruso al club de Mestalla