(EFE). El belga Tim Wellens (Lotto Soudal), que venció en Sabiñánigo, fue el más rápido y astuto de la fuga del día y se regaló el doblete en la decimocuarta etapa de la Vuelta a España, disputada entre Lugo y Orense, de 204,7 km, jornada de tregua en la que el esloveno Primoz Roglic (Jumbo Visma) mantuvo el jersey rojo.
Los 7 magníficos marcaron la etapa que los "gallos" se dieron como tregua. Y el mejor fue de nuevo Tim Wellens, fino rodador de 29 años que supo resolver con maestría ante rivales de nivel. Primero probó a 500 metros, y a 200 despegó para no volver.
Wellwns alzó los brazos por delante del canadiense Michael Woods y del checo Zdenek Stybar, quien precedió al holandés Van Baarle. Marc Soler, de nuevo en fuga, optó a la victoria, pero cedió en el último repecho previo a meta y entró a 11 segundos del ganador.
Etapa rápida, de dar pedales, de desgaste, que llegó con casi media hora de adelanto, pero en la lucha por la general y podio fue de tregua. Este jueves toca una "clásica" de 230 km y había que reservar fuerzas. Roglic retuvo la camiseta roja, seguido de Richard Carapaz (Ineos) a 39 segundos, el británico Hugh Carthy (EF) a 47, el irlandés Dan Martin (UAE) a 1.42 minutos y el español Enric Mas (Movistar), quinto, a 3.23.
ESCAPADA DE LUJO, EL PELOTÓN DEJA HACER
Después de la crono la Vuelta ofrecía un recorrido quebrado con tres cotas puntuables y casi 3.000 metros de desnivel acumulado. La etapa salió disparada de Lugo, con muchos intentos de fuga. Tras cubrirse 49 kilómetros en la primera hora de carrera un grupo de 7 corredores de alta cilindrada propusieron un pulso al pelotón.
Delante se fueron tres ganadores de etapa: Soler, Tim Wellens y Michael Woods, quienes abrieron camino junto a Van Baarle, Arensman, Perichon y Stybar. Permiso por parte del pelotón, ya que no había peligro para la general.
Astana y Direct Energie se encargaron de dirigir la persecución a través de la Ribeira Sacra, vestida con sus viñedos de espectaculares tonos rojizos y anaranjados. Los siete al comando subieron el Alto de Escairón (3ª) y el de Guitara (3ª) sin ver las orejas al lobo, y en el primer paso por Orense, y antes de afrontar la última dificultad del día, el Alto de Abelaira (3ª) la victoria estaba delante, con 35 km a meta y renta de 2.30 minutos.
WOODS Y STYBAR AMAGAN, WELLENS GOLPEA
Aceleró el gran grupo, pero tarde. El Direct Energie hizo la subida a Abelaira, reduciendo la diferencia, pero los rebeldes empezaron los movimientos. El canadiense Woods atacó sin éxito a 2,5 de la cima. Nadie cedió ante el latigazo.
Bajando probó Soler. Cada uno iba calibrado sus posibilidades teniendo en cuenta que el final tenía gato encerrado. Una trampa de 1 kilómetro al 6 por ciento de pendiente en carretera estrecha que podía resultar clave.
El checo Stybar, curtido en clásicas, con victoria en Vuelta y Tour y en la Strade Bianche, lanzó su carta a 11 de meta. Su arrancada se llevó a rueda a Soler y Wellens. Un movimiento que parecía ganador, pero Arensman , Vab Baarle y Woods enlazaron a un kilómetro de meta, en la subida final.
Final de control, de marcaje, hasta que suavizó la pendiente y trató de salir Soler, sin fuerza, ya entregado a su suerte. A 500 metros fue el momento de Wellens. El ciclista de Sint-Truiden cambió de ritmo y probó a los rivales. Respondió tímidamente Woods, pero un segundo latigazo del belga fue definitivo, el que firmaba el doblete.
Este jueves se disputará la decimoquinta etapa, entre Mos y Puebla de Sanabria, la más larga de la presente edición con 230,8 kilómetros.