VALÈNCIA. La ministra de Sanidad, Carolina Darias, compareció este miércoles en rueda de prensa para anunciar una medida controvertida que se había pospuesto durante más de dos meses por parte del Gobierno central: qué hacer con la segunda dosis de AstraZeneca para los menores de 60 años.
Una polémica iniciada con la aparición de episodios trombóticos en algunas decenas de usuarios -frente a cientos de miles de dosis administradas- que habían recibido el fármaco que conllevó la paralización inicial de la inoculación y, posteriormente, un cambio de criterio en los grupos de edad elegidos para esta marca.
La decisión adoptada finalmente este miércoles dentro del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) que conforman el Ministerio de Sanidad y los consejeros de las Comunidades Autónomas (CCAA) se produjo tras un intenso debate que retrasó casi dos horas la comparecencia. Darias anunciaba que la segunda dosis que se inocule a los menores de 60 años que recibieron AstraZeneca será de Pfizer, si bien admitió haber concedido la opción de que las personas puedan elegir, si así lo reclaman, inyectarse otra vez la marca inicialmente administrada. Eso sí, Darias señaló que esta posibilidad quedaba a expensas de un informe favorable del Comité de Bioética.
Una 'luz verde' que, al menos la Conselleria de Sanidad del Gobierno valenciano, daba por hecha al remitir a los pocos minutos de concluir la rueda de prensa un comunicado en el que se anunciaba que la Generalitat permitirá elegir entre Pfizer o AstraZeneca a los menores de 60 años que recibieron la primera dosis de este último fármaco.
Cabe recordar que, inicialmente, la propuesta del ministerio apoyada en la Comisión de Salud Pública era la de imponer de forma obligada Pfizer a este grupo de edad, si bien la presión de diversas CCAA, la mayoría gobernadas por el PP, modificaron la propuesta final de Darias. En cuanto a la Comunitat Valenciana, desde la conselleria rehuyeron aclarar cuál era su posición en este asunto: si favorable a inocular Pfizer, a mantener la segunda dosis de AstraZeneca o a trasladar la elección a los ciudadanos.
En cualquier caso, esta decisión generará ciertos desajustes y retrasos en el calendario establecido desde el Gobierno valenciano. La Conselleria de Sanidad iniciaba la semana con un comunicado en el que trazaba la hoja de ruta de vacunación de cara a los siete días siguientes, que incluía además el inicio de la administración de dosis para el grupo de edad de entre 59 y 51 años. Una franja para la que se iba a destinar en este periodo 113.875 dosis de Pfizer, unas 42.000 de Moderna y 15.000 de la monodosis Janssen.
Un impulso dirigido a cumplir con el compromiso lanzado por el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, quien días atrás anunció el comienzo de vacunación para el grupo de edad de entre 40 y 50 años el 17 de junio. Más aún, el jefe del Consell aseguró que durante la primera quincena los mayores de 50 ya habrían recibido la primera dosis o estarían inmunizados.
Un compromiso ambicioso que ahora se complica dado que en la rueda entran en torno a 200.000 personas menores de 60 años que fueron vacunadas con AstraZeneca entre marzo y abril, la gran mayoría profesores y personal vinculado a centros educativos, aunque también policías y bomberos. Así, y aunque el plazo límite establecido para aplicar esta segunda dosis -después de ser ampliado- es de 16 semanas, la propia ministra aseguró que se empezará "en breve" a administrar. En cualquier caso, para los primeros vacunados este periodo finalizaría a lo largo de junio.
De esta manera, la Conselleria de Sanidad tendrá que reservar a lo largo de estos días vacunas suficientes de Pfizer para hacer frente a esa demanda para la segunda dosis de los menores de 60 años a los que se le inoculó AstraZeneca. Igualmente, tendrá que disponer de unidades de esta vacuna por si los usuarios deciden apostar por continuar el tratamiento con la misma marca. Un problema este último que probablemente sea menor puesto que la conselleria dispone de un stock de vacunas de AstraZeneca de en torno a 135.000 dosis, si bien eso no significa que no pueda suponer un conflicto logístico u organizativo tener siempre a disposición vacunas de las dos marcas, incluso en el caso de que se pregunte con antelación al usuario su preferencia.
Por otro lado, también preocupa en la Conselleria de Sanidad a la hora de cumplir con los plazos marcados las pocas unidades de Janssen -la única monodosis- recibidas hasta el momento, apenas 43.000 vacunas en la Comunitat Valenciana. Unos números que, de no incrementarse y unidos a este nuevo contratiempo que puede reducir la disponibilidad de Pfizer, retrasarán los planes de inmunización al menos unos días.
Por su parte, la ministra de Sanidad defendió la decisión adoptada aludiendo principalmente al estudio del Instituto Carlos III que considera que la administración de una dosis de refuerzo de Pfizer es "altamente inmunogénico y seguro", según recalcó Darias. No obstante, eludió responder a los medios cuando se le inquirió respecto a la muestra de 700 personas del estudio frente a los millones de dosis de AstraZeneca administradas en otros países como segundas dosis.
Además, preguntada por la Agencia Europea del Medicamento (EMA), que se ha mostrado favorable reiteradamente a aplicar la segunda dosis de AstraZeneca en menores de 60 años, Darias puntualizó que el organismo señaló también que las autoridades sanitarias de cada país serían las que decidirían respecto a "su situación pandémica" y "la disponibilidad de vacunas", para defender, además, que Francia, Alemania, Suecia o Finlandia han adoptado "la misma pauta" que España. En esta línea, la ministra recalcó que cuando se pase a la fase de refuerzo se aplicarán las vacunas que se encuentren disponibles y es "posible" que sean otras distintas a las inoculadas inicialmente.
