EL JUICIO DE LOS EX PRESIDENTES 

El confidente asegura que "manipuló la grabación que incrimina a Soler" en el secuestro de Soriano

13/06/2019 - 

VALÈNCIA. Antes de comenzar, las partes estaban nerviosas ante la declaración del confidente, pues de él dependía en gran medida el juicio. Y Rachid Behdaoui no defraudó, aunque dejó perplejo a más de uno. El que fuera atleta olímpico en Barcelona 92 aseguró que había “manipulado la grabación en la que se escuchaba a Soler hablar sobre el secuestro para incriminarle”. El motivo, según su versión, que la policía le había prometido ayudarle con sus causas judiciales pendientes, pero al darse cuenta de que no iba a ser así, decidió que no iba a ser él el que pagara el pato. Y todo ello porque asevera que, quien realmente ideó el secuestro fue Abdelatif Laaroubi (Tati), un viejo conocido de la noche valenciana y amigo de Soler.

Rachid dice que él habló con Soriano para conseguir convencerle de que pagara su deuda con Soler, pero que éste le dijo que podía abonar solo 15 millones en metálico, pero nada más. Su versión prosigue diciendo que Soler se negó a ese pago porque “eso era blanqueo”, y que fue entonces cuando Tati sugirió “otros mecanismos” para que pagara.

Rachid

En este segundo juicio, el primero en declarar fue Rachid Behdaoui, el hasta ahora fugado. A preguntas de la fiscal del caso, el procesado aseguró que: “manipulé la grabación para incriminar a Juan Soler, borré la parte en la que Soler decía que se abortaba todo porque la policía me había prometido que archivaba todo lo que había contra mí.  No me acuerdo de cómo era la grabadora, pero sí de que se podía borrar”.

Pero todo había comenzado mucho antes y para Rachid, ahora, pues en anteriores declaraciones había dicho lo contrario, el malo de la película fue Tati. En su declaración aseguró que Tati sabía que él tenía muchas relaciones con personas influyentes de Marruecos y que fue él “quien me presentó a Soler”. Y continuó diciendo: “la sorpresa mía es cuando me encuentro con un policía que es excompañero de atletismo que me dice que “qué hago porque salgo en unas escuchas sobre un secuestro de un presidente de un club. Le digo que no, que solo estoy haciendo de intermediario entre Soler y Soriano por un tema de deuda”.

Ante la negativa de Soriano a pagar, Tati le dijo que “si no es por las buenas, es por las malas. Dijo de mandarle gente que le pidiera el dinero”. Y añadió que Tati manifestó que “si no quiere pagar lo secuestramos, los presionamos y le sacamos el dinero. Le dije que, si se sabía, yo iba para dentro (cárcel), y que había que hablar con Soler y Tati me dijo déjamelo a mí que yo hablo con Soler”.

 
El confidente policial aseveró que “Juan Soler no contestó en ningún momento un sí a ir por las malas”, y que él se lo contó a la policía y por eso terminó llevando una grabadora. Sobre el secuestro manifestó que Tati le expresó que “por las malas”, que tenía una gente muy profesional del mundo de la noche que podía ejecutar el trabajo. “Conozco unos colombianos que están interesados, pero hay que pagarles”, me manifestó. “Llamé a la policía para decirles que me reunía a las seis con los colombianos en Aragón 20. Los colombianos me pidieron alguien que los llevara en coche porque no conocían bien valencia. Me expusieron que cobraban un 50 por ciento antes y un 50 por ciento después. Les dije que había que hablarlo con Tati. Los colombianos me dijeron que habían hecho los deberes y que se sabían las rutinas de Soriano”.

Soler y Tati

Por su parte, tanto Juan Soler como Tati sí coincidieron en que el tema del secuestro se dijo, pero ambos aseguraron que fue Rachid la persona que habló de cometer el delito y que ellos se opusieron. De hecho, Soler dijo que Tati le presentó a Rachid como una persona que podía vender la deuda, pero que en una segunda reunión habló de secuestrar y robar a Soriano a lo que se negó.

Sobre la grabación manifestó que “en la última reunión yo estaba muy nervioso y dije que sí a todo, pero al final le dije que no era mi forma de proceder y que no quería saber nada. En la grabación falta el final de esta. Yo de los colombianos no sabía nada. Soriano nunca me ha ofrecido 15 millones en efectivo. Cuando Rachid propuso el secuestro, Tati se quedó tan sorprendido como yo. No acudí a la policía porque tenía mucho miedo tras saber quién era Rachid. Tenía mucho miedo de las represalias. No quería poner en peligro a mi familia”.

Por su parte, Tati declaró que: “me encontré con Rachid y fuimos a tomar un café y le conté que queríamos abrir un restaurante. Hablando, hablando salió lo de la deuda y me dijo que había estado en Canadá con su hermano que trabajaba con Bill Gates y que conocía un fondo de inversión francés que podía comprar la deuda. Nos reunimos con él y Juan Soler le dio el dossier sobre la deuda. Yo nunca dije que la policía estaba detrás, cómo iba a saberlo yo. Nunca he tenido tratos con la policía”. Sobre el secuestro, Tati dio la misma versión que minutos antes había dado Soler.

Este jueves el juicio continúa con las declaraciones de los policías que investigaron el caso, así como con el resto de los testigo y peritos citados por las partes.

 

El intento de secuestro

La historia, no por ser conocida deja de ser rocambolesca. Según las acusaciones, el expresidente del Valencia CF, Juan Soler, en connivencia con el resto de los acusados, los empresarios Ciro D'Anna y Abdelatif Laaroubi -conocido como Tati-, contrataron los servicios de Rachid para que hiciera de intermediario con unos sicarios colombianos que debían secuestrar a Vicente Soriano.

El motivo del secuestro fue el cobro de la deuda que mantenían ambos empresarios valencianos por la venta de las acciones del Valencia CF y que ascendía a 80 millones de euros, según las varias sentencias favorables que tiene en su poder el constructor y que Soriano se negaba a pagar alegando ser insolvente.

Supuestamente y según las pesquisas policiales, el plan era abordar a Soriano por la mañana en el centro de València y llevarlo durante unos días a un bajo en la localidad de Alfafar para, posteriormente, trasladarlo fuera de España, concretamente a Suiza y Andorra, donde supuestamente tenía dinero en varias cuentas, según las investigaciones realizadas por el propio Juan Soler. Además, también pretendían robar un supuesto dinero en metálico que Soriano tenía en su casa y del que habían tenido conocimiento por los medios de comunicación. Por todo ello, la Fiscalía solicita nueve meses de cárcel para el expresidente Juan Soler, al igual que para el resto de los acusados, mientras que la acusación particular eleva las penas a ocho años.

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