“Esto absorbe tanto que, si no lo gestionas bien, te puede llevar por delante” 

El coste personal que pagan los emprendedores

15/04/2019 - 

VALÈNCIA. Contaba en un evento Vincent Rosso, cofundador y director general de Blablacar en España, que en su vida, hasta ahora, ha habido dos momentos importantes. Uno de ellos coincide con el nacimiento de su hija. “Esto cambió también mi forma de pensar porque me propuse rediseñar mi vida profesional. No sólo porque estaba harto de levantarme cada mañana sin saber muy bien para qué sino, sobre todo, para pasar más tiempo con mi hija. Pensaba que ser emprendedor podía ser la solución para esto último, pero la cagué porque es todo lo contrario”.

También Clemente Cebrián, cofundador de El Ganso, ha referido en alguna ocasión el día que se dio cuenta de que iba demasiado deprisa cuando su hijo, entonces de 4 años de edad, le preguntó dónde vivía. “Cuando escuché eso pensé: pues igual con todo esto que estoy haciendo la estoy cagando porque el niño no me veía en la vida. Estaba todo el día trabajando y de un lado a otro. Me sorprendió porque tengo clarísimo que para mí lo fundamental es la familia y mis hijos”. Lo otro que dice Clemente Cebrián que le sorprende es cuando algunas personas le comentan: “pues pareces bastante normal para ser el fundador del Ganso. No entiendo qué quieren decir. ¿Cómo se supone que tengo que ser?”.

Pablo Rabanal CEO y fundador de Reclamador no tiene hijos pero no por ello se libra de pagar, de vez en cuando, la factura del emprendimimento. “Es que esto te absorbe tanto que casi no te das cuenta pero, si no lo gestionas bien, te puede llevar por delante”, declara. “A mi, en 2015, me pegó un tirón de espalda que tuve que permanecer dos meses en la cama. Era del estrés después de todo el lío que se montó con el tema de las cláusulas suelo”. 

Factura doble para las mujeres que deciden ser madre

Suponemos que parte de los lamentos recogidos hasta ahora afectan por igual a ambos géneros. Sin embargo, las mujeres emprendedoras suelen agravar la problemática cuando optan también por la maternidad, una decisión que, en ocasiones, postergan casi hasta el límite que la naturaleza aconseja. “Nunca me parecía buen momento para quedarme embarazada, hasta que al final me animé a hacerlo”, comentaba María Almazán, cofundadora de Latitude. Ya madre, reconocía sentir aún mayor presión. “El consejo que yo daría a las mujeres emprendedoras es que no hace falta ir de superwoman. Cuando tienes un hijo sientes más presión. La manera de combatirla es decirle a tu pareja, !oye!, esto es cosa de dos y asumir la paridad. Si no lo haces así, al final acabas haciéndolo todo, porque resulta que puedes”.

Cómo combaten la tensión

Cuenta también Paco Rabanal que su manera habitual de descargar la tensión es practicar deporte combinándolo con otras actividades de relajación. Así, a primera hora de la mañana hace meditación pero luego, a lo largo de la semana, practica dos horas de baloncesto, tres horas de boxeo y cuatro horas de yoga. Aprovecha, sobre todo, los fines de semana para hacer deporte sacrificando para ello parte de su vida social. “A veces miro los grupos de whatsapp y me encuentro con más de cien mensajes de mis amigos hablando de sus problemas y sus familias. Yo no digo nada, pero al final tu empresa es casi como tu hijo”.

Por su parte, Oscar Mesa, CEO y fundador de Qualitecfarma dice que para él lo más complicado de todo ha sido “aprender a vivir con la incertidumbre. Una empresa puede ir hoy bien y mañana irse al garete, aunque lleve ya 20 años funcionando, como la mía”. Lo otro son las cerca de 60 horas de trabajo a la semana. En cuanto a la forma que tiene de evadirse revela: “a veces me cojo un día de la semana, el martes o el miércoles preferentemente, me enfundo los cueros y me voy con la moto a la sierra para estar solo un rato y respirar aire fresco”.

Cuando el sacrificio merece la pena

“Ya que te pones con esto, que te va a resultar muy duro y va a suponer un gran esfuerzo para ti y tu familia, la forma de compensarlo es mirar muy lejos y emprender algo que mejore el mundo. Que el sacrificio que haces por la empresa merezca de verdad la pena -sostiene Rosso- y si puede cambiar la vida de 100 millones de personas mucho mejor que si afecta solo a 10 millones”.

En este sentido explica la razón de ser de Blablacar como una solución útil en el sentido de que optimiza el uso del coche como recurso y contribuye a la movilidad sostenible. “Nosotros no inventamos nada. La idea fue promover un cambio de uso y reducir esos millones de asientos disponibles que se desplazan vacíos a diario”.

También a Pablo Rabanal le gusta pensar que lo que hace merece la pena. Suele decir que Reclamador es un “Robin Hood con ánimo de lucro” en el sentido de que ellos defienden causas que ningún otro profesional de la abogacía estaría dispuesto a llevar por el bajo margen de beneficio. En la actualidad cuentan con más de 250.000 clientes registrados, llevan 170M de euros reclamados, han recuperado ya 36 millones y llevan el 22% de los pleitos mercantiles de España.

El otro dato que juzga muy gratificante Rabanal es el de las 130 personas que trabajan actualmente en la empresa, con una media de edad de 32 años y todos contratados. Pero lo mismo que le enorgullece, le inquieta por eso busca la fórmula de engastar bien la compañía sin asumir todo el peso del proyecto. En esta línea acaba de entrar David Falk como director general de Reclamador y ha fortalecido el comité de dirección.

En cuanto a Oscar Mesa declara: “Bueno, cuando pienso que, de forma directa o indirecta, contribuyo con mi trabajo a mejorar la salud de muchas personas y que he creado 25 puestos de trabajo cualificados digo, si este es el precio que hay que pagar, yo lo pago”.

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